El fin

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Un año después

Me encuentro en la habitación, nervioso y emocionado. Hoy, por fin, es el día de mi boda con Namjoon, el amor de mi vida. Pero justo cuando estaba a punto de salir hacia la iglesia, un hombre al cual conocía perfectamente me empieza a llamar. Dudé en responder y por un momento dudé, pero respondí: —Dígame, señor Min.

—Señor Park Jin, le informo que su madre ha fallecido. El cáncer que la aquejaba finalmente ha ganado la batalla.

Sentí un nudo en la garganta y las lágrimas amenazaron con salir. Desde que mi madre fue condenada a quince años de prisión, yo no había querido verla. —¿Necesita que yo haga algo?

—Sí, necesitará reunirse conmigo para que hablemos de la fortuna que su madre le ha dejado.

Entiendo, gracias. Luego me pondré en contacto contigo. —Colgué la llamada y caminé hasta el espejo. Miré mi reflejo: mi traje blanco de novio estaba impecable, y mi vientre abultado por el embarazo parecía aún más prominente que el de Namjoon. No puedo creer que tenga ocho meses de gestación. La emoción de casarme con Namjoon se mezcla con algo de tristeza. Tal vez sea pena por la muerte de mi madre o las hormonas del embarazo. Empiezo a bajar las escaleras y me encuentro a Namjoon esperándome.

Mi sonrisa se desvaneció al ver la expresión de Jin. —¿Qué pasa, amor? ¿No te quieres casar? —pregunté preocupado, sintiendo frío.

Tomé una profunda bocanada de aire para responderle: —Namjoon, mi madre… ella murió esta mañana en la cárcel. Resulta que no mintió sobre tener cáncer. Pero a pesar de la noticia, no quiero que esto arruine nuestro día. Quiero casarme contigo, sin importar las circunstancias. Sería tonto que, luego de muerta, también arruinara mi día más importante.

Lo abracé con fuerza, sé que soy egoísta, pero prefiero que me diga que está mal porque murió esa señora y no porque se arrepintió de casarse conmigo —Jin, lo siento mucho. Pero tienes razón, nada debe interponerse en nuestro camino hoy. Vamos a casarnos y enfrentar lo que venga juntos.

Sí, amor, todo lo enfrentaremos juntos, pero vamos, los invitados están esperando —Empezamos a caminar hacia el altar, mi corazón estaba dividido. Pero justo cuando llegué al frente, mi cuerpo me jugó una última sorpresa. ¡Sí, rompí aguas! El agua corrió por mis piernas, empapando mi pantalón blanco. Me aferré al brazo de Namjoon, y estoy seguro de que debo estar enrojecido por la vergüenza.

El sacerdote miró a Jin con sorpresa. "Sí, quiere, podemos posponer la...

Escuché al padre y volteé a ver a Jin, que con determinación respondió: "Padre, por favor, continúe con la boda. Nada va a detenernos hoy". Sonreí y me acerqué a su oído para susurrarle: "Eres increíble, Jin. Nuestro bebé está ansioso por unirse a nosotros".

Sonreí y toqué mi vientre. "Pequeño, espera un poco más. Después de decir ‘sí’, iremos al hospital". Padre, continúe, pero salté todo el discurso y pregunté lo más importante.

"Señor Park Jin, ¿acepta a...?"

"Sí, sí, acepto. ¡Apúrese!"

"Señor Kim N...?"

"Sí, sí, acepto. Perdón, padre, pero es que nos urge".

"Los declaro alfa y omega, pueden besarse".

Con el agua de la ruptura de fuente empapando mis pies, le dije a Namjoon: "No creo que podamos sacarnos fotos, mejor vámonos".

Miré a Jin y a los invitados en la iglesia, que por cierto no solo estaba llena de personas, sino de emociones encontradas: risas, lágrimas y aplausos. "Mamá, cuida de NamJin, iré con Jin al hospital".

"Ah, no, ni lo pienses, iremos todos".

Iba en el auto maldiciendo por el terrible dolor de las contracciones. "¡Apúrate, Namjoon, o voy a parir en el auto!" Gritaba de dolor.

—Amor, me estás poniendo nervioso.

Cuando llegamos al hospital, me llevaron al quirófano y me dijeron que no podían hacer cesárea, que el bebé ya tenía la cabeza lista y que era solo cuestión de pujar. Tomé la mano de Namjoon y pujé dos veces, escuchando el hermoso llanto de mi bebé. Pero poco después, el dolor volvió y sentí que me estaba muriendo de nuevo. Los doctores nos miraron con asombro y la sorpresa fue aún mayor cuando nos enteramos de que no era un bebé, sino dos, y eran idénticos. Recuerdo que me volteé y vi a Namjoon desmayarse. Lo sacaron del quirófano y a mí me dieron la atención necesaria para luego llevarme a la habitación.

—Amor, perdón, ¿esto nunca me lo perdonarás, verdad? —dije al ver a Jin.

—Claro que te perdono. Si yo no hubiese tenido ese dolor, también me hubiese desmayado. Te amo y gracias por esta familia.

—Te amo más.

La familia entró y se quedó sin palabras al ver a los gemelos. Todos reían, como la gran familia que son.

El Fin

Muchas gracias a todas las personas que me apoyaron al leer esta historia y que le dieron la oportunidad. Me hace feliz saber que a alguien le gustan mis locas ideas. Atentamente MinMillys

"Hermanos Kim"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora