"Hermanos Kim"

Cartas de amor

"¿Nuestro hijo podrá recordar algo más?", pregunté mirando al doctor.

"Señor Kim, no lo sé. No puedo responder su pregunta con exactitud porque en este caso no es un golpe en la cabeza o un accidente lo que hizo que su hijo olvidara. En el caso del joven Kim, es su alfa quien hizo eso para proteger a su humano. A veces, cuando un alfa u omega ve sufrir a su humano, bloquean sus recuerdos."

Entre observando a mis padres con caras largas y rostros de preocupación. —¿Qué pasa? ¿Tiene que ver con mi accidente?

Les daré espacio para que puedan hablar.

Vi al doctor irse y luego a mi esposa, que tiene los ojos rojos de tanto llorar. Esta vez no cometería el mismo error de mentirle a mi hijo. —Namjoon, cuando pasó todo esto es porque tu omega te rechazaba, el omega que es el padre de tu hijo.

Levanté una mano. —Papá, si mi omega hizo eso, entonces prefiero no recordarlo. Jisso me ha explicado algunas cosas y, por lo visto, esa persona es alguien a quien amé pero que no me amó. Quiero concentrarme en mi cachorro. Si algo se olvida de esa manera, entonces no era tan importante. Tal vez es lo mejor para no ir detrás de alguien que me aborrece hasta el punto de rechazarme.

—Pero...

Pero nada, papá. Está bien. No seré ni el primero ni el último alfa rechazado.

Desde que llegamos a París, me he sentido muy triste. Me la paso encerrado en mi habitación, pensando en cómo llegué a hacer tantas estupideces. En medio de mis lágrimas, escribo cartas pidiéndole perdón, rogando que algún día las reciba y rogando que él esté bien. Jamás pensé que las cosas saldrían así. Se suponía que todo sería más sencillo y que ninguno de los dos saldríamos perjudicados.

—¿Puedes dejar de llorar por ese tonto muerto de hambre?

No te expreses de esa manera de él, grité.

—Estás en París y mañana comienza tu carrera. Yo ya estoy creando conexiones para que conozcas a alfas que te traerán muchos beneficios.

No me interesa ningún alfa.

—No estarás con nadie, solo te presentaré a dueños de marcas importantes. ¿No era tu sueño ser modelo?

Yo quiero volver a Corea, todo esto me duele mucho —dije llorando.

—Lo sé, cariño, pero ese alfa no te iba a hacer feliz.

¿Cómo lo sabes? Tú no conoces mis sentimientos, yo de verdad lo amo.

—Ya es tarde, Jin. No te ilusiones con que regresarás, hablarás y todo se solucionará. Tú rompiste el lazo con un alfa de linaje puro, jamás te perdonará. Es momento de seguir adelante y lograr tus sueños.

Déjame solo, por favor. Te prometo que mañana voy a estar bien.

—Está bien, Jin. Confiaré en ti.

Vi a mi madre irse y lloré hasta sentir que no tenía más lágrimas. No sé cómo ser como ella: controlador y sin sentimientos.

Los primeros dos años, mes a mes, mandaba cartas a Namjoon, pero jamás recibí una respuesta. ¿Estarás con alguien? Es momento de que yo siga también con mi vida. Bajé a la cocina y, viendo a mi madre, le dije: —Aceptaré casarme con Jackson.

—Has tomado la mejor decisión, hijo.

Miré por la ventana pensando en que ya tengo 21 años. ¿Está correcto lo que hago? Mi cachorro ya cumplió sus dos añitos. ¿Cómo estarán?

—Jin, Jackson quiere que se casen, pero en Corea.

Creo que es mala idea ir a Corea.

—No tenemos otra opción.

1 año después.

—Mira, Jisoo, todos los noticieros, las revistas y periódicos hablan de ese modelo. Ni que fuera tan importante.

Bajé el rostro—Sí, supieras que ese es el omega que durante dos años te mandó cartas y el causante de todo lo que te está pasando. Sí, al parecer es muy cotizado.

Se va a venir a casar en Corea con un magnate y nosotros seremos quienes decoraremos su boda y haremos la comida del evento.

—¿De verdad?

Sí, tampoco podía creerlo. Es un gran pedido, creo que el más grande desde que inicié este negocio.

No veo qué te sorprende que tu restaurante se haya vuelto famoso, tanto que los turistas y la gente de clase alta constantemente lo visitan. No sé por qué no confías en tus empleados, siempre quieres estar aquí involucrado, aunque me alegra que nunca hayas perdido la humildad.

—La humildad es la clave del éxito, Jisoo.

Ayer llegué a Corea y esta mañana me desperté, me bañé y bajé. Tenía hambre, pero no había nada hecho. Mirando a la chica que hacía la limpieza, le pregunté: —¿Dónde puedo comer algo rico?

Señor Park, en el restaurante N&N, sin duda comerá delicioso, es la tendencia.

Gracias, sí había escuchado de ellos, son los que harán los aperitivos de mi boda. Vamos, te invito a desayunar.

Pero señor Jin, yo soy una simple empleada.

No digas esas cosas y arréglate, iremos a comer. —Recibí un mensaje de mi manager que se quiere reunir conmigo, lo envié al restaurante para que nos veamos allá.

Listo, señor Park.

Perfecto, vamos. El chófer nos llevó. Me bajé del auto y algunas personas empezaron a tomarme fotos y pedir autógrafos. Traté de ser amable con la mayoría, pedí disculpas y les dije que quería entrar a comer. Cuando entré, el lugar era súper elegante. Me senté en una de las mesas disponibles, siendo atendido por un mesero, y me entregaron la carta con un diseño bastante bonito. Mi manager llegó y se sentó a la par mía.

"Señor Namjoon, ¡qué felicidad y qué honor encontrarme con usted, el dueño de todo esto!", dijo mi manager. "Mire, le presento a mi cliente Park Jin".

Lo vi. Estaba allí, tatuado con el cachorro agarrado a su mano y extendiendo su mano me dijo: "Un gusto, señor Park".

Escuché la voz de Namjoon y me paralicé, y las lágrimas empezaron a salir.

"Mucho gusto, señor Park. Felicidades por lo de su matrimonio", dije con una sonrisa. "Espero que podamos cumplir con todo y que alguien tan importante como usted nos recomiende".

"¿Te estás burlando de mí?", pregunté.

"No, señor Jin, jamás haría algo así".

—Descarado, es preferible que me insulte a que finja no conocerme. Mejor vámonos a casa y pidamos a domicilio, quiero descansar —le dije al manager.

—Bueno, como prefieran, debo retirarme —dije, tomando a mi cachorro—. Típico modelo cabeza hueca, hasta cree que me importa. Seguro es de esos a quienes les gusta comer gratis y justificarlo con "publicidad" —me fui a la entrada, donde Jisso me esperaba. Perdón, es que adentro estaba ese modelo famoso.

—¿Sí? Bueno, vámonos...

—Pero, ¿por qué tanta prisa? Con esta panza no puedes ir tan rápido, bueno, solo que decidas rodar.

Iba saliendo del restaurante cuando vi a Namjoon arrodillado, poniendo la cabeza en el vientre enorme de Jisso. Esa escena destrozó mi corazón, pero qué hipócrita soy, cuando yo regresé para planear mi boda y me molesta verlo a él feliz, haciendo su vida.

—Mira ese alfa tan bello, llenando de amor a su omega. Son tan adorables, eso ha hecho famoso a este lugar, lo familiar que son.

—¡Cállate! —dije enojado, y me fui a mi auto.