Cada palabra de mi ahora ex novio resonaba en mis oídos como un mazo golpeando un cristal. No era solo la infidelidad, era la duración, la desfachatez, la traición a esa seguridad que él representó.
¿Es que acaso no puedo ser suficiente para nadie?
Mi cuerpo temblaba, una mezcla tóxica de ira y dolor me inundaba. Quería gritar, romper cosas, pero solo pude articular un débil en mi mente "¿Por qué?". Las lágrimas corrían por mi rostro a medida que caminaba un paso más de ese edificio, lavando el maquillaje y dejaba al descubierto la vulnerabilidad que siempre intentaba esconder.
¿Por qué Yeonjun había fingido ser tan perfecto cuando ni siquiera me quería?
¿Todo ese tiempo estuve sintiendo cosas y siendo feliz mientras el se restregaba con otra persona a mis espaldas?
Llegaban a mi mente, imágenes del pasado que se mezclaban con la cruda realidad del presente. Una jodida traición
Cada vez más, se me apretaba al pecho a medida que recordaba los momentos de apoyo incondicional, las risas compartidas, la sensación de refugio que encontraba en sus brazos. ¿Era todo una mentira? ¿Había sido una tonta ilusa todo este tiempo?
¿Es que hay algo malo realmente en mi?
La confusión me golpeaba con la misma fuerza que la ira. Mi corazón, ya maltrecho por antiguas heridas, latía desbocado en el pecho.
De pronto, una duda asomó entre la niebla de mis emociones: ¿por qué me dolía tanto si estaba enamorada de Jungkook?
La idea me aterró. ¿Era posible que durante todo este tiempo, bajo la capa de comodidad y seguridad, hubiera estado creciendo un sentimiento más profundo hacia mi novio? ¿Había confundido gratitud con amor?
Eso quiere decir que no sentí más que atracción hacia Jeon.
No. Eso no puede ser posible.
Me abrazo a mi misma, buscando un consuelo que no llegaba. Necesitaba espacio, silencio, tiempo para ordenar el caos que se había apoderado de mi mente y corazón. Alejarme de Jungkook, de la situación, era la única opción que vislumbraba ahora.
Más mierdas que se suman a mi vida.
De pronto, me veo frente a mi dormitorio. Mis manos viajan al rostro y las deslizo por la parte húmeda de él. Cuando me había dado cuenta, eran lágrimas negras, por el pequeño maquillaje que traía encima y era obvio lo desastroso que me encontraba en este momento.
Una llamada de Jungkook me estaba entrando en ese momento. ¿Debería contestar? No.
Dejo que suene todo, hasta que finalmente la llamada se acaba.
Y así estuve unas 5 veces. Creo que no se va a cansar de llamar hasta que le responda, ¿verdad?
Me veo frente a la puerta, queriendo entrar, pero con el célula en las manos me decido a no hacerlo, por lo que más bien me fui unas puertas mas atrás. No quería que las chicas me escucharan.
—Jungkook....—respondo finalmente, intentando que mi voz no se oiga lo más rota posible.
—¿Por qué no me contestabas? ¿Sigues en casa aun? ¿Ya has ido a hablar con Yeonjun?
—Si, ya regresé—trago duro. Es muy difícil no llorar después de recordar todo. Me sigo conteniendo
—¿Y....hablaste? Dime qué no te ha manipulado de nuevo. Dime qué no te arrepentiste
—El mismo se ha encargado de que yo terminara con él, Jungkook
—Si eso es obvio
Me quedo en silencio. Accidentalmente sorbo mi nariz y un quejido inconsciente se me escapa que revela que estoy llorando.
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Entre Bases Y Corazones (Jeon Jungkook)
Novela JuvenilEn la vida de Hannie todo parecía estar perfectamente encajado. Con sus amigas leales, un novio atento y unos estudios brillantes en la universidad de sus sueños, no había espacio para la incertidumbre o el caos. Sin embargo, todo cambió cuando cono...