CAPÍTULO 2

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PRINCESAS DE LA MODA
CAPÍTULO 2

Cata se lleva una gran sorpresa al ver a una niña enojada y gritándoles a todos.

—Se me llevan estás orquídeas al salón YA!!!. Aquí hace mucho calor y se van a arruinar. ¡¡¡QUE CRUZ!!!

—Señorita, disculpe, pero nosotros no trabajamos para usted.

— NO ME INTERESA CARAJO, estas orquídeas, las compró la familia Mendoza, son carísimas y no es justo que se echen a perder por su ineficiencia, ¡HAGA SU TRABAJO O HAGO UN ESCÁNDALO!

Catalina, observando el carácter de esa niña se sorprende y se divierte, además queda sorprendida por su parecido con Betty, no le presta mucha atención, hasta que ve un pequeño detalle. Igual sigue con su trabajo.

Cata: No hace falta señorita García, yo me ocupo. —mirando al encargado, —la señorita tiene razón, estas orquídeas con el calor de la cocina se van a arruinar, llévelas adónde corresponde.

Encargado: —Si señora.

Empiezan a llevarse las flores.

—Disculpe señorita García, enseguida le hago el cheque.

—¿Podría ser en efectivo? Ese dinero lo necesitamos para pagar a los proveedores.

—No se preocupe, se lo hago al día y el lunes a primera hora, tendrá su dinero a disposición.

—Bueno, de acuerdo, muchas gracias.

—¿A nombre de quién el cheque?

—A nombre de …

Pasa un camarero con comida caliente y se la vuelca a Alejandra.

— ¡AHHH! ¿QUE HACE PEDAZO DE BESTIA? —un grito al estilo Armando Mendoza, que se escucha hasta el salón —mi mejor blusa arruinada

El grito fue tan fuerte, que Betty la escuchó a lo lejos y cuando vio la situación, fue la primera en reaccionar

—Niña, quítate la blusa, para que no te sigas quemando.

Aunque Alejandra era rebelde, instintivamente, confío y obedeció a Betty, ella le hizo los primeros auxilios y comprobó que fue un accidente menor y que las quemaduras se aliviarían con una crema.

Una vez pasado el incidente, Catalina Ángel retoma su trabajo, pero una manchita con forma de corazón la deja sorprendida.

—¿A nombre de quién el cheque?

—A nombre de mi madre, Jenny García.

Betty: ¿Tu eres Alejandrita, la hija de la pupuchurra?

Ale: —Así le decían a mí mamá cuando era modelo.

Betty: ¡No lo puedo creer! Tú y mi hija nacieron el mismo día, hoy es tu cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños niña!

Ale: —Muchas gracias señora, —emocionada —

Betty: ¿Tu mamá?

Ale: —De viaje de negocios,  —una mentira piadosa, —

Betty: ¿Hoy no festejas tu cumpleaños?

Ale: —No, mi madre está de viaje.

Betty: Te invito para qué festejes con nosotros, aunque sea a manera de disculpa por el incidente.

Ale: —Pero no estoy presentable.

Betty:  Por eso no te preocupes Alejandra. Hugo Lombardi, siempre trae vestidos extras por cualquier incidente. Además podemos arreglar un poquito ese pelo y maquillarte

Ale: —Está bien, me quedo.

🌷🌷🌷🌷🌷

Mientras tanto Camila estaba en su habitación acompañada de  Margarita y su mejor amiga, Nicolle Mora, hija de Nicolás Mora y Patricia Fernández. Mientras su abuela estaba ocupada, las niñas hablaban.

—¿Nerviosa por tu fiesta?

—Un poquito. ¿Y tú no vas a tener fiesta?

—Elegí un viaje en un crucero con mi papá. Tú sabes, si elegía la fiesta, mi mamá no iba a parar hasta llevar a la ruina a mí papi, si hasta se gastó mí colegiatura y me tuve que cambiar de escuela.

—Que mala onda.

—No hablemos de cosas tristes. Hoy es tu fiesta y tienes que disfrutar.

🌷🌷🌷🌷

En otra habitación estaba doña Julia ayudando a Alejandra a arreglarse, sabía que su obligación era estar con su nieta a la que amaba, pero, cuando estaba Margarita, se sentía desplazada, además, esa niña le había caído muy bien.

Por su parte, Ale, se sintió muy cómoda con esa señora que le recordaba a su abuelita María, que había muerto hacía unos años.

En esos instantes, entró Hugo Lombardi, que no se sorprendió al verla más arreglada.

—Uy niña, quedó de ututuy, vino moscorrofio como su prima o tía lo era hace años. —Por el parecido físico dio por hecho que eran familiares.  —Y con la ayuda de la estilista y doña Julia quedó hermosa, es más, le ofrezco un puesto de modelo de tallaje.

—lo siento don Hugo, pero no me interesa modelar.

—Si lo que le interesa es una carrera universitaria, tenga en cuenta que muchas de mis niñas se pagaron sus estudios, modelando. Le dejo mí tarjeta.

A diferencia de Betty a su edad, Alejandra si se depilaba el bozo y las cejas, sólo que el capul y las gafas la afeaban un poquito, por lo que la estilista, solo tuvo que hacer unos pequeños cambios.

En cuanto al vestido, Hugo le prestó uno precioso, era el mejor vestido que tuvo en su vida. Al final, la noche que comenzó como fastidio, se convirtió en una noche mágica. Se sentía una princesa.

Por otro lado, doña Julia se sorprendió de que esa niña tuviera esa manchita que tenían todas las mujeres de su familia, pero no le dio mucha importancia, ya que estaba agotada por la semana intensa que tuvo con la preparación de la fiesta de su nieta.

🌷🌷🌷🌷

Catalina Ángel, como la profesional que era, seguía trabajando sin perder ningún detalle, pero en su mente solo se reproducía el recuerdo de lo que sucedió unos años atrás.

🌹🌹🌹 Armando tuvo que ir a cerrar un trato fuera de Bogotá, Betty quedó a cargo mío, todavía le faltaban dos semanas para el nacimiento de su hija. El destino quiso que esa mañana comenzara con el trabajo de parto, la llevé a la clínica y entré con ella a la sala de partos. Sólo tuve unos minutos a la niña recién nacida en mis brazos, pero los suficientes como para recordar esa manchita que misteriosamente desapareció.🌹🌹

¿Esa sería la explicación? ¿Intercambiaron a las niñas en la clínica?. No podía ir con esas noticias a su amiga sin antes tener pruebas. Tendría que investigar, y en ese momento, sólo había una persona con la que podía contar.

—Mario, necesito hablar contigo.

Continuará…

🌹= flash back.

HISTORIA DE ALEJANDRA GÓMEZ Y CHESITA SU MERCED.
EDICIÓN DE MARCELA QUINTEROS
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.

PRINCESAS DE LA MODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora