PRINCESAS DE LA MODA

CAPÍTULO 4. LUNES, OTRA VEZ...

PRINCESAS DE LA MODA

CAPÍTULO 4: "LUNES ... OTRA VEZ..."

Una pareja de amigos iba rumbo a una reconocida maternidad de Bogotá, necesitaban sacarse todas las dudas y a comprobar cuál de esa dos niñas era la hija de sus amigos. Ambos habían llegado a un acuerdo: Antes de hablar con sus amigos, investigarían, y sólo revelarían la situación si tuvieran pruebas o algún indicio contundente.

Afortunadamente, el obstetra que atendió los dos partos seguía trabajando allí, dicho Galeno se llamaba Matías Ramírez y era muy respetado en su profesión, por lo que era muy difícil que se prestara para una monstruosidad así. Igualmente, Mario y Cata, decidieron contarle la historia.

Matías: -No sé qué decirles, hay medidas de seguridad para que algo así no suceda, pero es una realidad, que hay historias que así ocurren. Por supuesto, me acuerdo de ese caso, fue una locura, las dos parturientas me llegaron al mismo tiempo. Primero nació Alejandra y luego Camila, si bien yo atendí los dos partos, no estuve tiempo con ellas, porque apenas nacen, yo controlo que esté todo bien con la madre, pero de los bebés y del resto de las tareas, como bañarlas, pesarlas, llevarlas a los cuneros, etc. se encargan las enfermeras.

Cata: Entonces deberíamos averiguar quiénes fueron las enfermeras y luego hablar con ellas.

Matías: -La que se encargó de Betty y Camila, fue Delfina, ella sigue trabajando conmigo. Lo único que les pido es total discreción.

Cata: Por supuesto. Muchas gracias Doctor.

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En otro punto de la ciudad, una mujer estaba muy entusiasmada mirando la sección de sociales del periódico. Allí estaban publicadas las fotos de la fiesta de quince de la "Princesa de la moda". En las fotos, Camila, se veía radiante y muy feliz, la nota hacía énfasis en lo lujoso de la fiesta, sus ilustres invitados y en el show de Prince Royce.

« Fue una decisión dolorosa, pero al menos, tú sí tienes todo lo que te mereces princesa»

Los pensamientos de Jenny fueron interrumpidos por Alejandra.

-Adiós mamá, me voy a cambiar el cheque al banco.

-¡Niña estúpida! Te dije que exigieras el dinero en efectivo.

-¡¡No!! Bien sabes que esa gente se maneja con cheques. Tu querías que solucione el problema con el proveedor y ya hablé con él por la mañana, comprendió la situación y ya sabe que hoy va a tener el dinero en su cuenta.

-Espero que por tu bien todo esté solucionado hoy mismo.

-Quédate tranquila mamá, que yo siempre me encargo de tu trabajo.

Jenny le da una bofetada.

-Ya no me importa. Cada día me importan menos tus maltratos.

-Deja de responderme, niña estúpida y malagradecida.

-Voy a volver tarde. -Con frialdad. -Cuando me desocupe, vengo a atender la florería, trata de no destruirla para ese entonces.

Alejandra toma su bicicleta y parte al centro de la ciudad. Por supuesto que esos maltratos le dolían, pero con el tiempo, logró controlar sus sentimientos, su principal motivación, era saber que cuando cumpliera la mayoría de edad se liberaría del yugo de esa mujer.

Llegando al banco estaba más calmada. Sabía que tendría que tener paciencia, hacer la fila y luego el trámite le llevaría horas, pero para su fortuna se encontró con un simpático personaje.