Querido tú: ¿Creí en el arte del engaño?

¿Final?

"Dear reader, if it feels like a trap, you're already in one..."
-Taylor Swift.

Final
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—¿Pa' qué chucha estai buscando ese libro?—se quejó el Maxi, mi mejor amigo, que se ofreció a ayudarme a buscar el famoso libro en el depósito del departamento.—¿Tu abuela no tendrá una copia? Si era mejor amiga de la mía, demás leían las mismas hueás.

—No sé,—lo miré cansado y hablé con ironía:—si querí voy donde está enterrada, la revivo y le pregunto.

—Qué erí pesao.

Hace unas semanas me vine a vivir con mi mejor amigo a su departamento y, por alguna extraña razón, no he parado de tener sueños lúcidos; en todos aparece un libro terrible antiguo, que estoy seguro haber visto hace años cuando ayudé al Maxi a cambiarse de casa y guardamos unas cosas aquí abajo.

Le dediqué una sonrisa fingida y seguí buscando entre las cosas:—Ayúdame po', hueón.

—¿Mi abuela habrá sido bruja?—el Maxi levantó todo atemorizado unos frascos que estaban llenos de telarañas y unos líquidos dentro.—¿Qué es esta hueá?

—Quizás le sacaba los ojos a los hueones sapos y los dejaba ahí para conservarlos y hacerles brujería.—lo miré con una sonrisa torcida, porque sé que no hay hueón más asustadizo que él.

—No me digai eso...—dio un paso hacia atrás y se tropezó con una caja, provocando que todo lo que estaba dentro de esta se esparciera por el suelo. Mi mirada viajó directo hacia un disco que llegó hasta la puerta. Lo tomé entre mis dedos y caché que tenía diseños y dibujos, acompañado del nombre:—¿Valeria? ¿Esa no es la vecina?

—Sí...—el Maxi asintió confundido y se puso a revisar con atención las cosas que se habían caído de la caja:—Creo que una vez le pidió a mi abuela que le guardara unas cosas... ¡Espera! ¡Yo a este lo conozco!—me mostró una foto que se notaba cortada, donde aparecía un mino:—¿Este mijito rico no es el que toca en una banda?

Chasquee los dedos y lo apunté con el índice, dándole la razón:—Sí, se llama Martín.

El Maxi siguió sapeando los documentos, hasta que levantó una impresión toda arrugada y leyó:—"Querido tú: ¿Creí en el arte del engaño?".

—¿Qué es eso?

—Un manuscrito parece.—se encogió de hombros y prosiguió:—Es escritora, quizás no le gustó como estaba quedando y lo vino a tirar aquí abajo.

Seguí leyendo unos documentos que habían, y miré atónito al Maxi:—"La paciente Valeria Rojas, se encuentra internada y bajo tratamiento intensivo tras lo sucedido en su pueblo natal el día 26 de junio..."—dejé ese a un lado y seguí con otro, que parecía ser la continuación.—"La paciente se escapa del centro de recuperación, y un accidente provoca su pérdida de memoria..."

—Tengo que contarle esto a la Matilde.—musitó el Maxi, mientras se tapaba la boca con las manos.—¿Y si se lo llevamos a la Valeria? Necesito saber más, porque soy sapo.

—¿Qué pasa si lo dejó aquí porque no quiere...?—no alcancé a pronunciar otra palabra, porque el Maxi agarró todo entre sus brazos y empezó a correr hasta nuestro piso. Lo seguí a paso rápido pero, cuando llegué, ya estaba golpeando la puerta de la vecina.