Pasaron tres años después de la propuesta del rey de unir sus casa junto con la de La serpiente marina.
En esos tres años la relación de Rhaenyra con Alicent se había alejado un poco, no al punto de separarse Pero si se podría sentir la indiferencia de la reina.
Su compromiso con Laena se había planificado para que sea lo más pronto posible y aún así habían pasados meses para que esto sucediera. La cuestión es que Rhaenyra nuevamente había acudido a su padre para conocer mejor a su compañera, claro Viserys estaba cansado de tanto rodeos y aún así aceptó su última propuesta.
Y con la palabra que le dió a su padre consiguió tener más tiempo con Alicent, era lo que quería.
Laena se había mudado de su casa a la fortaleza en este año, ya que faltaba sólo meses para su matrimonio. Su familia la acompañaba en este transcurso.
Eso la tenía un poco estresada, la frialdad de Alicent junto con lo cálida compañía que proporcionaba Laena.
Se preguntaba porqué había cambiado tanto las cosas entre ellas, con sólo un parpadear...
Hay muchas cosas que prefirimos guardar dentro de nuestro corazón que tenemos miedo de que al decirlas se desmorone nuestro mundo. Ella era culpable también.
Sus pasos eran inciertos por los pasillos de la fortaleza, siempre terminaba en el mismo lugar, en el gran arciano. Sólo mirando de lejos y recordando los momentos que estuvo con Alicent en ese lugar. Cómo jugaban de pequeñas y como la pequeña Hightower en ese momento era tan tímida que siempre terminaba llorando por cada raspón que tuviera Rhaenyra por sus juegos.
Eso le causaba mucha ternura. Siempre metía en problemas a la Omega, pero ella siempre la defendería.
Su mirada se volvía melancólica mientras más recordaba.
Creo que siempre estuvo enamorada de quella chica desde que le fue presentada...
Sentándose cerca del arciano, inhala y resopla el aire espeso y tierroso.
La tarde estaba nublada, parece que caería una gran lluvia.
Un ambiente así coincidía con sus ánimos.
Pensaba que todo sería mejor después de que su padre sacará a la sanguijuela de Otto, le sorprendió esa acción. Supongo que después de eso no podía rechazar su petición.
Pero después de eso la actitud de Alicent había cambiado. Ella simplemente se distanciaba poco a poco más de ella.
A este punto pareciera que su punto de unión sólo son sus hijos, de los cual siempre se alegraba de visitar y pasear. Rhaenyra admitía que tenía intenciones secundarias de interactuar más con la Hightower, al saber que la encontraría ya sea cuidando del pequeño Aemond o persiguiendo los desastres de Aegon.
Eso la hizo sonreír tontamente en el aire.
A lo lejos pudo visualizar como se acercaba un niño de cabello plateado, escoltado por Criston. Era su príncipe Aegon, ya estaba bastante grande y era la pesadilla de las cuidadoras y hasta de su propia madre.
Aegon se acercó corriendo a Rhaenyra, su cabello estaba desordenado y su sonrisa era amplía.
- ¡Nyraaaa! - Grito, estallando de felicidad contra el pecho de la princesa, que lo recibía con un abrazo apretado y varios besos en la cara.
- Oye, pequeño dragón, ¿te acabas de levantar? ¿Ya comiste?
Ella supondría que sí, por la cara soñolienta del niño, supuso que había tomado su segunda siesta.
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Una Línea Delgada (Rhaenicent)
Roman d'amourEl día en que Rhaenyra es presentada como un Alfa, es el día en que la gran noticia de su padre es anunciada, quebrando su corazón. En esta historia nueva que vengo a contar. Narrare los sucesos de la serie modificada con partes canon y ambientado e...