16. Torneo Sangriento.

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Rhaenyra no estaba tomada, no tenía ninguna sustancia encima, su palabra seguía siendo firme esa mañana. No podía estar más segura de si misma.

Laena lidio con la molesta Rhaenyra toda la noche, lo último que consumaron fue su noche de boda.

No podría exigirle a la princesa después de aceptar que tendrían el tiempo para aprender amarse o que Rhaenyra la amara como lo hacía ella.

Rhaenyra no quiso darle explicaciones de sus acciones a Laena, simplemente resumía su molestia en cortas palabras " Fue insultada" haciendo creer a Laena que es un tema de honor.

La Velaryon no se tragaba aquel cuento viejo. Una pelea así sólo debe de tratarse de un Omega involucrado.

Sospechaba de una sola, y era la que se robaba la atención de su ahora esposa con su sola presencia.

No podía decirlo, no estaba segura. Laena era precavida, Pero sus intuiciónes nunca suele fallar.

Se sentía celosa por eso, y molesta por como Rhaenyra ahora estaría envuelta en este conflicto, podría salir muy lastimada de todo esto, y Laena sospecha que lo está también sentimentalmente.

Los preparativos del torneo comenzaron temprano, y tanto estos estaban iniciando Rhaenyra se preparaba mentalmente y físicamente.

Su cabello estaba recogido en una trenza y su armadura Targaryen le era acomodada por varios sirvientes, verificando que todos estuviera en su lugar.

A Rhaenyra se le hacía incómodo usar armadura, la mayoría de veces que entrenaba con Criston lo hacía en ropa ligera y siempre recibía regaños del caballero por ello.

- Me preguntó si te podrás mover bien con todas esas latas.

Criston había entrado a la carpa con la misma armadura que utilizó en el torneo que lo vió por primera vez. Rhaenyra sonrío por su visita.

- Latas llevarás tú, ¿No tienes mejor armadura que la que le robaste a un pobre muerto?- Rhaenyra despacha a los hombres a su alrededor para una conversación más privada.

Criston se rió y palmeo el hombro de Rhaenyra.

- ¿Estás segura de esto? Daemon es un gran guerrero.- un hilo de preocupación se asomo en su voz.

- ¿Ahora lo adulas?

Criston niega con la cabeza.

- Eres la futura reina, yo podría hacer esto por ti.

- Lo sé, pero yo lidiare con esto.

- ¿Qué tan grande fue la ofensa?

Rhaenyra no podía responder a eso, comprometería a más de una sola persona al confesarlo. Aún si Criston era su caballero y ahora fiel amigo, no podría decirle la verdad.

- Me ofendió a mi, es lo que necesitás saber. Yo soy su futura reina, me dará su respeto.

Criston sabe lo terca que era la princesa, no podría convencerla de lo contrario, tal vez sólo una persona la haga entrar en razón.

- Me disculpó princesa.

Rhaenyra no entendió hasta que el caballero deja pasar a la reina. Ella no podría estar ahí, Criston había violado sus ordenes.

- ¿Te podría castigar por desobedecer mis órdenes lo sabes?- Rhaenyra tomo sus guantes que se colocaba torpemente.

- Fue orden mía.- defiende la ya ahora nueva invitada, dejando salir al caballero.- Esto es una locura Rhaenyra, arriesga tu vida y el futuro de tu reino.

Una Línea Delgada (Rhaenicent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora