18. Oldtwon.

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De regreso al segundo encuentro Alicent se sentía perseguida por la princesa. Había encontrado más de una vez la mirada perdida de Rhaenyra en ella, haciéndola incomodar. Parece que había cometido un error esa noche, al permitir llevarse por el placer.

No sólo eso, podía percibir la de Laena también lo cual se hacía preguntar si Rhaenyra le habría mentido nuevamente, parece una costumbre en la princesa.

Pudo sacar algo de eso, convencer de que una parte de la celebración se hiciera en Antigua. Rhaenyra embelesada no se opuso a su repetida petición.

En cambio al rey no le gustaba mucho la idea de tener a su familia alejada por tanto y solo se había acordado tres días en Oldtwon y finalizarían la ceremonia en Desembarco del rey, como se propuso desde un principio.

Una parte de ella estaba feliz de volver, lo consideraba un lugar tranquilo desde su niñez, lamentablemente no pasó mucho años allí y realmente no podría recordar más que su paz espiritual. Por otro lado estaba su padre, quería verlo, sí, pero no quería que se le acercara a sus hijos como ella sabe que lo haría, sobretodo a Aegon...

Eso le preocupaba.

- No, sólo llévame a mi.- exigió el niño más grande, sus cachetes se llenaba de aire al molestarse.

- Puedo llevarlos a los dos pequeño, tu hermano también quiere.

Rhaenyra ajustaba las correas de Syrax para el viaje, mientras que detrás suyo andaban tres pequeños dragones queriendo su atención.

Alicent pudo volver a su realidad y el peligro de las palabras de la princesa, hicieron eco en ella.

Syrax no parecía incómodo con la presencia de sus niños, lo que atemorizaba a la reina era el segundo dragón presente. La vieja dragona.

- ¿Y Helaena?- preguntó Laena que se unió a el grupo después de ajustar a su bebé en su espalda.- Podría llevarla yo, si ella lo desea.

A Helaena le brillaron los ojos y esto hizo sonreír a Laena, la niña parecía una copia de su esposa cuando era pequeña.

- Oh, no.- Reaccionó rápidamente Alicent alejando a Helaena con sus brazos.- Lo siento, pero mis hijos están muy pequeños para montar un dragón.

Aegon se molestó.

- Pero ese bebé va estar encima de un dragón.- Señalo a Laena sintiendo que era algo injusto.

- Sí, pero si fueran todos en dragones y les pasará algo... Además son hijos del rey y...

Alicent comenzaba a alterarse y mover sus manos desesperada por ser entendida. Rhaenyra se acercó y las sujeto evitando que cayera en un bucle de nervios. Alicent no pudo permitir que Rhaenyra la consolará frente a su esposa, era inapropiado, su manos se soltaron rápidamente.

- No quiero tener está discusión de nuevo Aegon.- su voz encontró firmeza y su mirada fue dura hacia su hijo, haciendo que este bajara la cabeza decepcionado, su manos se apretaban en su ropa impotente.

Rhaenyra resoplo y coloco sus manos en la cintura.

- Su majestad.- interrumpió Criston.- Todo está listo para marchar.

Alicent asintió.

- Su majestad viajará en dragón.- expuso Rhaenyra con voz firme.- Pueden ir marchando, le alcanzaremos y me parece a mi que hasta llegaremos antes. Así que no se preocupe sir, la reina y mis hermanos estarán bajo mi cuidado.

Alicent enloqueció.

- Eso no va a pasar...- se adelantó Alicent volviendo su mirada a la postura firme del Alfa.

Una Línea Delgada (Rhaenicent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora