¿Sabías qué? En las medusas, sus
tentáculos son increíbles, pueden
tener miles de células urticantes
que inyectan veneno a sus presas
o enemigos.From the stars - Laufey
Aiden se despertó con una fuerte taquicardia a causa de su emoción, su corazón latiendo a mil por hora hacia notar su constante nerviosismo y a pesar de que su cuerpo le gritaba ayuda porque parecía que era perseguido por un mamut aunque sólo estaba emocionado. Su cuerpo era raro.
Él lo era.
Ese día era el día, su primera cita oficial -nada más faltaba que se confirmara como una- con Liam y estaba cagado hasta las patas por ello. Su ansiedad le tiraba todos los escenarios fatídicos posibles para que estuviera preparado, desde el gran cataclismo hasta que un ave le cagara encima o, peor aún, en la boca mientras esté hablando.
Asqueroso, pero era cosa de todos los días.
Dejando a su desastrosa mente de lado, se sentía como un niño en vísperas navideñas -aunque con un ligero cambio, en lugar de estar extasiado, la ansiedad le consumía, pero detalles-. Su nerviosismo y su emoción se repartían en partes iguales.
No había pegado ojo en toda esa noche, su "rato para dormir" se basó en él dando vueltas en la cama mientras su mente volaba imaginando y reimaginando cada posible escenario. Al abrir los ojos poco antes del amanecer, supo que no podría quedarse más tiempo en la cama.
Pudo apreciar los primeros rayos del día gracias a eso, e internamente lo agradecía. Hace mucho no despertaba tan temprano y se dedicaba a mirar el cielo sin nada ni nadie más; solo él y el cielo. ¿Qué tanto se había perdido? ¿Tanto que ahora le llenaba de dicha volver a ver el sol entre lapsos cortos de tiempo? ¿Qué tan perdido se encontraba?
Suspiró con pesar, no quería ponerse mal tan temprano.
Saltó de las sabanas, espabilando todo su cuerpo en busca de sacar todo estrés y volver a su yo de hace 5 minutos donde no estaba sobrepensando. La energía le envolvió con suavidad, la extrañaba, se extrañaba. Sacudió su cabeza y se dirigió al baño, se posó frente al espejo dónde se miró con pesadez y se recordó mentalmente una y otra vez respirar y no dejar de hacerlo pronto.
"Tranquilo, es solo Liam" se dijo mientras le sonreía a su reflejo, aunque muy en el fondo sabia que no era del todo cierto.
No sólo era Liam, era LIAM, aquel chico que le ayudó tantas veces y con quien más pasa el tiempo desde que llegó a ese lugar. Aquel chico que le hace reír con su personalidad directa y cálida; aquel chico del que se enamoró.
Porque si, hace tiempo que lo había digerido por completo. Aiden Gray estaba completamente enamorado de Liam Russell, aún sin conocerlo por completo.
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Melodias del corazón ✶
Teen FictionEn una época distante, una ballena solitaria emitía su canto a una frecuencia de 52 Hz, un lamento melancólico que resonaba en los océanos. Los científicos especulaban que esta singular melodía era un anhelo de amor no correspondido, perdido en el v...