En una época distante, una ballena solitaria emitía su canto a una frecuencia de 52 Hz, un lamento melancólico que resonaba en los océanos. Los científicos especulaban que esta singular melodía era un anhelo de amor no correspondido, perdido en el v...
¿Sabías que?... Schrödinger afirmaba que, hasta el momento en que la caja se abriese, el gato estaría "vivo y muerto al mismo tiempo".
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Burning Pile - Mother Mother.
El día había amanecido brillante y claro, una muy agradable desviación de la oscuridad y la lluvia de los días anteriores. Por suerte el estado crítico de Aiden mejoró -aunque la lentitud de su mejora se debía más que nada a su estado emocional- y tal vez entablar conversaciones con Liam le ayudó también. No es por decir nada, pero Aiden poseía una que otra captura hacia sus conversaciones; las cuales no solo quedaban grabadas en su celular, sino también en su corazón.
Una cosita de nada, pero se le entiende al nene. En fin, entre conversaciones y llamadas con algunos profesores, se enteró que debía exponer sobre física cuántica para ese día y bueno, estudiar estando enfermo no daba muchos frutos que digamos. Lo único bueno de ser él, era que, en el pasado, uno de sus hiperfocos se había concentrado en el gato de Schrödinger ; así que solo sacó una libreta vieja donde había toda clase de datos que apuntaban a fechas, teorías y postulado acerca de esto.
"Bingo" exclamó internamente al encontrarse una sección de más de veinte páginas sobre esto. A veces agradece ser tan anormal.
Repasa aquella sección una y otra vez, tratando de memorizar los puntos clave de toda esa montaña llena de información para abordar durante el lapso de tiempo que tendría. Y si aún no se sabía, estaba c-a-g-a-d-o de nervios hasta el culo; las exposiciones nunca habían sido su fuerte y si no fueran por las palabras que Liam le dijo por mensaje antes de siquiera salir de su casa, en ese preciso momento, Aiden estaría convulsionando en el suelo del pánico.
Dejando de lado el pequeño colapso mental que tuvo, contó los segundos que parecían horas en el pequeño reloj romano que se encontraba en el centro y casi llegando al techo de aquel salón de clases. Scarlett se paseaba de un lado al otro mirándolos como si les clavara una cuchilla entre ojo y ojo, debía elegir quien pasaría primero. O en pocas palabras, quién sería el primero en caer.
Supo que estaba salado cuando su fríjol no germinó en la primaria y el que su vista violenta estuviera clavada en el frágil cuerpo de Aiden lo confirmaba. Se había jodido en verdad.
Con los nervios amenazando con salir como vómito verbal y helando hasta la médula,caminó hacia el frente del aula, con las piernas temblorosas y el corazón latiendo desbocado dentro de su cavidad ósea. Trató de tranquilizarse mientras tarareaba 0x1=Lovesong de TXT -algo fuera de su sistema musical pero que joya de canción-.
Miró al frente, siendo observado por más de setenta personas sin incluir a la maestra, sus nervios a flor de piel estaban amenazando a su sistema de hacerlo huir con algo y no precisamente era muy bueno. Suspiró, relajando sus músculos y tratando de regular todo su sistema; repasó el mensaje "suerte" que Liam le dejó junto a una luna y unas estrellas en su chat personal. Eso fue suficiente para tener ánimos y darlo todo.
