cap. 8

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Los días pasaron y ahora estaba practicando un poco en mi departamento, mañana por fin llegaría mi primer día de trabajo y por eso yo estaba ensayando desde hace horas. Había utilizado bastantes canciones y distintas coreografías, todo me estaba saliendo bien.

Me detuve a descansar mientras tomaba un poco de agua, pocos minutos después escuché que el timbre sonó así que me dirigí a abrir. Ahí estaba Aldo pero no venía solo así que sonreí al ver al chico que lo acompañaba

—Hola.— exclamé mientras los dejaba entrar y cerraba la puerta —Debieron avisarme que vendrían.—

—¿Te interrumpimos?.— cuestionó Aldo al verme con más detalle —Estabas ensayando ¿no?.—

—Si pero justo ahora estaba tomando un descanso.— dije sin borrar mi sonrisa, ambos chicos tenían sus miradas sobre mí pero había una en especifico que me mantenía bastante nerviosa —Siéntense, les traeré agua.—

Antes de que pudiera alejarme sentí que Aldo tomó mi brazo para detenerme, lo miré extrañada notando que Roier estaba aguantando la risa

—Espérate un poco, ni siquiera me dejaste presentarte a este wey.— rio mi amigo soltándome, sabía que tenía razón—Andas bien acelerada morra.—

—Sé que es Roier.— dije nerviosa refiriéndome a lo primero que dijo —No hace falta presentación.—

—Puedes decirme Sebastián para que parezca que tenemos más confianza.— intervino aquel chico mientras me miraba con una linda sonrisa —Tenía muchas ganas de conocer a la hermana de Ronny, mis dos amigos han hablado mucho sobre ti, más este pendejo.— contó señalando a Aldo por lo último 

—Siendo sincera también tenía muchas ganas de conocerte.— exclamé soltando un pequeño suspiro —Osea ya sabes, eres el único integrante del McTrío que no había conocido, no era como que tuviera otro interés.—

Ambos nos miramos por algunos segundos, era una buena atmosfera o al menos me hacía sentir bien. Sabía que había dicho por mucho tiempo que no me interesaba una relación en este momento pero tenía enfrente a un chico prácticamente perfecto para mí, estos días había estado viendo varios de sus videos y sin duda me había atrapado; su humor, su físico y su carácter, tenía claro que dentro de mí había cierta atracción hacia él

—Por un momento sentí que yo sobraba en esto.— murmuró Aldo riendo nervioso e interfiriendo en aquel duelo de miradas que había iniciado con Roier —Veníamos a invitarte a comer algo.— contó por fin el motivo de su visita

—Estaba ensayando pero me apunto.— sonreí animada —Solo espérenme, iré a arreglarme un poco.—

—Pero si así ya estás bien.— animó Aldo con una pequeña sonrisa, siempre que me veía me hacía este tipo de comentarios lindos así que le agradecí con una tierna mirada 

—Bastante bien diría yo.— agregó Roier, inmediatamente recibió una mala mirada por parte de nuestro amigo —¿Qué?.—

—Todavía preguntas "¿qué?", puñetas.— murmuró provocando la risa burlona de Roier

Supuse que era un juego entre amigos así que decidí no tomarle importancia

—Pónganse cómodos, no tardaré mucho.— dije retomando la idea de arreglarme —Aldo sabe donde está todo aquí así que pueden tomar lo que quieran.—

Sin esperar respuesta me dirigí a mi habitación y me encerré. Empecé a buscar entre toda mi ropa hasta encontrar un buen atuendo, hoy me quería ver lo mejor posible; cuando lo tuve listo me cambié y me dispuse a maquillarme, estaba tan emocionada que hasta las manos me temblaban pero aún así di mi mayor esfuerzo para quedar lo mejor posible

Después de casi una hora salí de mi habitación y me sorprendí al ver solo a Aldo esperándome

—¿Y Sebastian?.— pregunté extrañada, mi amigo solo me miraba como si fuera la cosa más linda que hubiera visto, incluso podría jurar que sus ojos tenían un brillo especial —¿No íbamos a ir a comer juntos?.—

—Estás preciosa wey, te la rifaste.— halagó ignorando mis preguntas

—Quería disfrutar con ustedes mi último día antes del trabajo.— exclamé un tanto desanimada —Por eso me vestí así.—

—No deberías sonar desanimada, aún así te llevaré a comer.— sonrió —Solo que hubo un cambio de planes con Roier, de repente se acordó que tenía un compromiso importante hoy.— 

—Dijiste que solo había viajado para ver como entrenabas, ¿de la nada le surgió un compromiso importante?.— pregunté confundida 

—Tenía una videoconferencia con un patrocinador, por eso volvió a mi casa para encargarse de eso.— contó pero algo en su voz me hizo sospechar que mentía 

—¿Volvió a tu casa?.— pregunté y asintió —¿Se está quedando ahí?.— 

—¿Por qué tanto interés?.— cuestionó en respuesta 

—Curiosidad.— respondí simplemente con una sonrisa juguetona 

—Conozco ese tipo de sonrisitas, ojalá no sea lo que me imagino porque me matarás.— dijo, pensé que era un tipo de broma —Recuerda que la curiosidad mató al gato.— 

—Afortunadamente yo no soy un gato.— exclamé burlona —Necesito que me ayudes con algo.—

Me miró bastante intrigado y tomé su mano, él quedó paralizado por unos segundos 

—Te contaré camino al restaurante donde me lleves a comer.— avisé, realmente tenía hambre 

—¿Quién dijo que te llevaría a un restaurante? Vamos a un puesto callejero.— se burló 

Reí sabiendo que me llevaría a un buen lugar, llegando allá le contaría todo lo que pensaba de su amigo y le pediría algún tipo de ayuda. Sabía que nuestra relación hasta el momento era bastante cercana, tanto que hasta mi hermano nos "emparejaba" pero era el momento de atreverme por otro chico

𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora