cap. 48

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El combate terminó y estábamos en los vestidores, nuevamente fue un desafío que los de seguridad me dejaran pasar, pero lo logré

Aldo estaba sentado sin mirar a nadie; sus amigos y yo estábamos intentando subirle el ánimo, pero era imposible

—No se lo tomen a mal weyes, pero quiero estar solo un rato.— pidió mi novio por fin, al levantar su mirada tenía sus ojos bastante rojos

—No mames men, acá no puedes estar solo.— dijo Osvaldo como si fuera obvio

En eso tenía razón, el lugar estaba lleno gracias a que los otros participantes y sus acompañantes estaban aquí

—Lo hiciste bien, estamos orgullosos.— dije poniendo mi mano sobre la de él —Era un desafío complicado, neta verte pelear fue increíble.—

Él solo negó rápidamente

—Sé que debo estar contento por la experiencia, pero estoy frustrado.— confesó mirándome —Ustedes no lo entienden, me esforcé tanto y de repente no pude dar mi 100%.—

Aldo había perdido su combate, yo conocía de boxeo gracias a mi hermano y noté que no lo había hecho mal, solo había bajado la guardia por el mal golpe que le dieron

—Te la rifaste cabrón.— Roier le dio una pequeña palmada en la espalda —No te quites el merito.—

Llegaron algunas personas a llevarse a Osvaldo, sabíamos que tenían que prepararlo para su combate así que nos quedamos solo mi novio, Roier y yo

—_____.— me llamó Roier y lo miré —Acompáñame por algo, hay que dejarlo solo unos segundos.—

Miré a Aldo buscando aprobación, pero de nuevo bajó la mirada. Sabía que él nos había pedido que lo dejáramos, pero no se me hacía correcto irme con aquel chico

—Será rápido.— volvió a insistir así que solo suspiré hasta que me tomó del brazo y me jaló unos metros lejos de mi novio

Noté una pequeña sonrisa en la cara de aquel chico, aún pensaba que era bastante atractivo, pero ahora no se igualaría a lo hermoso que me parecía Aldo

—Quítale su celular al pendejo.— pidió cuando nos aseguramos que no nos pudiera escuchar

—¿Por qué?.— pregunté confundida

—La gente es cruel y Aldo era uno de los favoritos para ganar, habrán muchos comentarios que lo pondrán peor de lo que ya está.— analizó mirándome —Lo normal sería que quisiera ver la reacción de la gente en estos momentos, pero no será de ayuda.—

—No creo que la gente sea tan mala para echarle en cara algo del combate.— dije —Él se esforzó y se preparó muchísimo para este día, no fue su culpa.—

—Hasta ver como estarán las cosas es mejor que lo alejemos un poco, al menos por hoy.— dijo —O hasta que su humor esté mejor.—

Lo pensé un poco, quizás debía hacerle caso, después de todo él se dedicaba a las redes y tendría más claro el panorama

—Está bien, se lo quitaré.— indiqué —Ahora regresaré a donde está, no puedo dejarlo así.—

Roier asintió y cada uno partió por caminos distintos; mientras yo iba a ver a mi novio, él se iba a charlar con otras personas

—¿Qué te secreteabas con Roier?.— cuestionó cuando me vio de regreso

—Nada.— dije —Solo charlamos un poco de lo bien que estuviste en el combate y ambos llegamos a la conclusión de que nos preocupa como está tu estado de ánimo.—

—Estaré bien, solo quiero un poco de paz y aquí no la voy a encontrar.— aclaró —Sé que en este momento es imposible sentirme mal, debo estar bien al menos hasta que termine el evento. Ahora sigue lo de Osvaldo y quiero estar ahí, después viene lo del after, tampoco puedo estar de aguado.—

—No quiero que te guardes tus sentimientos.— pedí preocupada —Puedes sentirte mal, si quieres puedes incluso llorar por 5 minutos ahora que estamos solos.—

Realmente no había nadie cerca así que eso podía darle la confianza para expresarse mejor

—No quiero que me juzgues.— habló —Pero yo no creo tener el derecho de poder llorar después de perder.—

—¿Quién te hizo tanto daño como para pensar que no puedes llorar después de no quedar primero en algo?.— cuestioné —Eso es algo bastante horrible.—

Me miró fijamente, aún sus ojos estaban rojos y cristalinos. Simplemente abrí mis brazos para abrazarlo, él lo pensó unos segundos y simplemente se acercó a mí dejando que lo enrollara en un cálido abrazo

Percibí que empezó a llorar un poco así que simplemente acaricié su espalda esperando que pudiera sacar todo lo que tenía. Para muchos podría ser un simple evento, pero para Aldo habían sido meses de entrenamiento y presión constante, había sacrificado muchas cosas, para después simplemente pensar que los demás podrían molestarse por su desempeño

Él no lo sabía, pero verlo así de vulnerable estaba haciendo que mi corazón se rompiera, pero ahora yo tenía que estar firme para demostrarle que estaba aquí y que jamás me iría

𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora