𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓

cap. 5

Llegué al entrenamiento de Aldo y realmente estaba sorprendida al ver las rutinas que le estaban poniendo. Era obvio que siendo hermana de Ronny había aprendido bastante de box así que podía notar que su entrenador estaba trabajando más con la condición física de Aldo, aún no empezaba a trabajar en su defensa o en su ataque 

Me senté a un costado de donde estaba para no interrumpir, de igual manera me quedé atenta a lo que hacían. Pasaron algunos minutos hasta que le dieron un descanso, él de inmediato caminó hasta sentarse a mi lado 

—Me voy a morir wey.— se quejó intentando recuperar el aire, yo reí 

—Debo admitir que jamás pensé verte entrenando y ahora estoy impactada.— exclamé —Además sin lentes te ves bien, deberías quitártelos más seguido.— 

—Si me los quito apenas veo.— se burló de lo que dije —Por eso me los quito solo cuando entreno.— 

—¿Y si no ves como vas a saber a quien pegarle?.— pregunté 

—Soltaré madrazos, si tengo suerte lograré darle a alguien.— dijo y tomó su botella de agua para darle un ligero trago —Por cierto, llegaste tarde, por un momento pensé que te habías perdido.— 

—No es eso, me quedé desempacando y después estuve hablando con Ronny.— conté —Perdón por llegar apenas, te ves muy cansado.— 

—Lo importante es que estás aquí.— sonrió e iba a abrazarme pero rápidamente me moví —¿Qué te pasa?.— 

—Estas sudado, que asco.— me quejé y escuché su risa 

—Ayer en la madrugada te cargué hasta tu departamento ¿y tú me niegas un abrazo?.— dramatizó y asentí —Que ojete.— 

—Cuando estés limpio te daré todos los abrazos que quieras, así no.— dije y pude ver que discretamente sonrió y volvió a tomar un poco de agua —Pero bueno, cambiando de tema, estaba pensando que después de tu entrenamiento podríamos ir a comer juntos ¿qué te parece?.—

—Hace unas horas dijiste que no querías quitarme mi tiempo.— recordó y lo miré mal 

—Ya no haré planes contigo, saldré y conoceré a alguien más.— amenacé 

—¿Apenas llegaste y ya tienes planes de conocer a alguien más?.— cuestionó y me crucé de brazos mientras asentía —Bueno, tú ganas, comamos juntos.—

—Ya no quiero.— hice berrinche 

—Si no aceptas tendré que abrazarte y sé que no quieres eso.— amenazó él pero me mantuve firme en mi decisión —No me dejas otra opción.— 

Se inclinó hacia mí pero rápidamente me quité provocando que no le diera tiempo para equilibrarse y se cayó, eso me hizo reír 

—Si estás entrenando box deberías practicar tus reflejos.— aconsejé mientras lo ayudaba a levantarse y me volvía a sentar a su lado —Creo que el equilibrio y los reflejos son incluso más importantes que el ataque.— 

—¿Te sientes una experta, no?.— preguntó burlón 

—Obvio, llevo años ayudando a Ronny con el gimnasio y viendo peleas con él.— conté —En esté momento te podría decir que sé más que tú sobre esto.—

Aldo pareció pensarlo un poco y después me miró con un brillo bastante lindo en su mirada 

—¿Alguna vez entrenaste?.— preguntó ahora 

—Se podría decir que si.— respondí —A veces Ronny necesitaba ayuda con algunos entrenamientos así que me hizo aprender lo básico, incluso llegué a hacer sparring con Rivers en dos ocasiones porque mi hermano estaba ocupado con algo más.— 

—¿Te puedo proponer algo muy pendejo?.— cuestionó y asentí esperando —¿Nos aventamos un sparring?.— 

Eso me había tomado por sorpresa, no era mala en boxeo pero simplemente no me apasionaba, pensar en hacer ese entrenamiento con alguien era algo absurdo

—Este es mi tercer entrenamiento, no te podría lastimar.— empezó a hablar al ver que me lo estaba pensando bastante —Además creo que sería divertido.— 

—Quizás si sea divertido pero si tú no sabes nada será complicado.— avisé —No debo interferir en tus entrenamientos, imagínate que tu entrenador se moleste por eso.—

Gracias a todo el trabajo de mi hermano sabía que a los entrenadores les molestaba bastante que llegaran externos a modificar las rutinas que ellos ya tenían fijas, después de todo ya tenían un programa que debían seguir 

—Si lo convenzo ¿te animas?.— y seguía insistiendo 

—No lo sé.— exclamé —No creo que deba hacerlo, ya está.— 

Me miró como si me lo estuviera suplicando así que simplemente suspiré 

—Quiero que seas parte de mi proceso.— confesó —Que estes aquí apoyándome pero que no te aburras sin hacer nada, así si gano sabré que el triunfo será de los dos.— 

Sonreí, era un gesto lindo pero no quería opacar algo que solo debía ser de él 

—Yo jamás quise involucrarme en el boxeo.— dije —Quiero ser parte de tu proceso pero siendo tu animadora personal, si quieres que esté aquí no me moveré, si quieres que me involucre te grabaré y presumiré tus entrenamientos por todos lados, sabrás que estoy orgullosa por lo tanto que te estás esforzando.— 

Su mirada se volvió mas tierna y de un momento a otro me abrazó, ahora no me había dado tiempo de moverme 

—¡Aldo!.— grité molesta —¡Quítate!.— 

Escuché su risa pero igual se aferró a mí, sin duda había arruinado un buen momento