El tiempo empezó a pasar más rápido de lo que pude imaginar, Aldo se la pasaba más entrado en sus entrenamientos mientras yo había hecho tantas pulseras que ya no me cabían en los brazos así que había regalado unas cuantas a mis amigos que de vez en cuando me invitaban a ver los ensayos, ahora sin Ámbar todo se había vuelto mejor
—¡Oye!.— gritó Aldo, yo estaba recostada en mi habitación mirando algunos videos
—¡No estoy!.— grité en respuesta para que no me molestara
Segundos después apareció en la puerta de mi habitación, yo simplemente lo miré un tanto burlona
—¿Qué pasó?.— cuestioné sentándome para verlo mejor
—¿Por qué me dices que no estas?.— preguntó —¿No ves que te necesito?.—
Se acercó hasta sentarse a mi lado, lo miré con una sonrisa algo tierna. Estábamos a pocos días de viajar para la Velada y eso lo tenía bastante estresado, tanto que siempre buscaba mi ayuda para cualquier cosa diminuta, al principio me parecía cansado pero ahora incluso me parecía tierno ver como me buscaba siempre
—¿En que puedo ayudarte ahora?.— pregunté tomando su mano
—¿Viste donde dejé mis guantes?.— cuestionó —Según yo los dejé cerca de mi maleta para tener todo listo pero ahora no están y...—
—En tu armario.— lo interrumpí y me miró —Dijiste que los pondrías ahí para no olvidarlos pero creo que te salió mal.—
Sonrió apenado y dejé un pequeño beso en su mejilla
—Sé que son días complicados antes de todo el evento pero necesito que estés tranquilo, mantente con la mente en el objetivo.— pedí —Estás nervioso pero enfoca toda esa energía en afinar algunos detalles.—
—Ahora estoy al límite, ni siquiera sé si puedo hacer algo que no haya hecho ya.— murmuró —Siento que mucha gente tiene toda su fé en mí y simplemente me da miedo, no puedo estar tranquilo ahora.—
—No te estoy pidiendo que estés tranquilo pero tampoco debes llevar tu estrés a algo tan drástico como olvidar tus guantes cuando hace unas horas me avisaste donde estarían.— lo regañé —Me preocupa tu salud mental.—
—Estaré bien en algunos días.— dijo y negué sabiendo que no estaría bien hasta que todo el asunto de la Velada terminara y para eso faltaba casi una semana
No quería que él siguiera así pero no sabía como ayudarlo, nos mantuvimos en silencio unos segundos hasta que una idea cruzó por mi cabeza
—Te propongo algo.— rompí el silencio y me miró —No creo que lo recuerdes ahora pero hoy tenía cita médica para que me quiten el yeso y...—
—¿¡Hoy te lo quitan!?.— cuestionó alarmado y reí por su reacción —¿Me lo habías dicho?.—
—Llevo al menos tres días celebrando que me lo van a quitar.— recordé burlona —Pero no te culparé por olvidarlo, estamos bien.—
—Perdón, sabes que mi cabeza está como loca.— se justificó, pero realmente lo entendía tanto que no tenía nada que reprocharle
—No importa.— sonreí —Antes de que me interrumpieras estaba a punto de invitarte a otra cita.—
—¿Me quieres llevar a tu cita médica?.— cuestionó burlón y reí negando de nuevo —¿Entonces?.—
—¿Qué te parece una cita en rehabilitación?.— pregunté en el tono más coqueto que me salió provocando que me mirara intrigado
—¿A que te refieres con eso?.— esto se había vuelto un intercambio de preguntas que al menos estaba sirviendo para distraerlo un poco de todo lo que lo estaba agobiante
Había estado los últimos días buscando algunos ejercicios para rehabilitar la movilidad y fuerza de mi pierna para regresar cuanto antes a mi trabajo, gracias a mis grandes poderes de investigación encontré varios videos que usaban el baile como rehabilitación, claramente no eran pasos muy duros, de hecho era más como un baile lento
—Le pedí a mi jefa que me dejara el estudio libre por toda la tarde de mañana, voy a estar bailando un rato.— conté, eso si no se lo había dicho —Ahora que te veo estresado me gustaría que me acompañaras a bailar.—
—No mames, tengo dos pies izquierdos.— se burló —¿No te acuerdas lo tieso que me quedé cuando me llevaste a tu ensayo?.—
—Ese día bailaste conmigo.— recordé —Además esta vez no habrá cámaras, solo seremos dos personas intentando sanar.—
—Tú vas a sanar tu pierna, pero yo ¿que voy a sanar?.— cuestionó
—Necesitas sanar todo lo que te agobia, tomate el baile como terapia.— pedí —Sé que últimamente estás boxeando y que eso te ayuda a liberar energía, pero a la vez eso te está teniendo mal.—
—¿Y piensas que bailando estaré mejor?.— pareció pensarlo
—Lo podría asegurar.— dije muy segura de lo que estaba diciendo —Claramente no se tratará de hacer ejercicio o algo por el estilo, solo se tratará de ser nosotros mismos.—
Se quedó en silencio, yo estaba atenta a su respuesta. No le estaba pidiendo nada complicado, pero entendía que estos días quería enfocar todo el tiempo posible o a sus entrenamientos o a sus streams, sin duda se estaba llevando al límite y eso no me parecía bueno para él
—Será muy romántico.— indiqué intentando convencerlo —Nada de estrés, solo romance.—
Al escuchar lo último que dije empezó a reír
—Me atrapaste pero si no hay romance pondré una queja.— condicionó sin parar de reír y reí también
Mi único trabajo estos días sería lograr que mi novio estuviera bien, no me importaría que más pasara a mi alrededor
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𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓
Fiksi Penggemar𝐑𝐎𝐌𝐀|| Donde _____, una bailarina algo egoísta con ella misma, busca cumplir su sueño en otra ciudad. O donde Aldo se enamora a primera vista en aquella Velada Inicio: 29-O4-24 🧂 Final: 11-O9-24 ✨