𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓

cap. 45

Llegamos de nuevo al hotel, Aldo aún mantenía su mano en el lugar donde había recibido aquel golpe

—Deberíamos ir a buscar algún médico.— aconsejé

—El dolor es temporal, pudo ser peor.— intentó quitarle importancia

—No importa que sea temporal, no debíamos venir directo al hotel, debimos ir al hospital.— quise hacer que entrara en razón, pero solo conseguí una pequeña risa aunque noté que no podía ni siquiera sonreír sin hacer una mueca de dolor —Le preguntaré a Ronny si tienen asistentes médicos.—

Iba a sacar mi celular, pero mi novio me lo quitó mientras seguíamos caminando directo a mi habitación

—Pensé que sabías hacer de esos masajes para quitar el dolor.— dijo y lo miré mal

—Tampoco soy maga.— exclamé —Solo sé hacerlos en la pierna o en los brazos, cuando son torceduras o algo así como jalones.—

—Creo que le das mucha importancia a lo mío, estoy bien.— su tono era bastante burlón

Llegamos frente a mi habitación, él solo me miró como si esperaba que dijera algo en especial

—¿Nos vemos mañana?.— cuestioné y se cruzó de brazos

—¿No me vas a invitar a quedarme contigo?.— preguntó en respuesta

—Cada uno tiene su habitación aquí, además siempre dormimos en habitaciones distintas.— recordé riéndome un poco

—Dormimos separados, pero vivimos juntos.— hizo un pequeño berrinche —Pensé que solo mantendríamos eso de "cada uno en su habitación" cuando Ronny estuviera cerca, ahora ni siquiera sé en que parte del hotel está, pero no me podrá alejar de mi morra.—

—"Mi morra".— lo imité como burla sin saber que más decir

—No desempaqué nada para traer mis cosas a tu habitación.— siguió con sus quejas

—Andas bien intensito.— yo seguía con mis burlas

—Necesito que alguien me cuide esta noche, no sé si el golpe que me dieron me deje secuelas.— dramatizó

—¿Neta vas a ocupar esa carta?.— no pude evitar reír

—Es lo último que me queda por intentar.— contó —No es por chantajearte, pero ¿recuerdas quien te cuidó y estuvo ahí cuando te rompiste la pierna?.—

Lo miré mal, estaba muy agradecida con él porque en ese momento me ofreció quedarme en su casa para no estar sola, pero ¿realmente quería echármelo en cara?

—Está bien.— accedí cambiando mi expresión y sonriendo un poco —Para que veas que no soy mala te dejaré quedarte aquí.—

—No te costaba decirme que "si" desde el principio.— ahora él se estaba burlando —Iré por mis maletas, no tardo.—

Besó fugazmente mis labios y se fue corriendo, supuse que lo hizo así para no darme tiempo de arrepentirme

Entré a mi habitación y me senté en la cama mientras metía mi mano en mi bolsillo para sacar mi celular... había olvidado que mi novio me lo había quitado

Suspiré y mientras lo esperaba fui a donde estaba mi maleta para sacar mi pijama, ya era hora de ponerme cómoda para dormir, realmente tenía mucho sueño por todo lo del cambio de horario

Estuve lista y justo en ese momento escuché el ligero timbre de la habitación así que corrí para abrir, como lo sospechaba era Aldo, pero venía con Osvaldo

—No lo puedo creer men.— sonrió el más alto mientras se agachaba un poco para abrazarme —Te conocí cuando eras un moquito y ahora estás aquí con este pendejo.—

Dejé que ambos entraran y cerré la puerta

—Me conociste el año pasado cuando Ronny entrenaba a Rivers.— recordé riendo un poco —Me alegra verte de nuevo Osvaldo.—

—Me lo encontré cerca de mi habitación y quiso acompañarme para saludarte.— avisó Aldo mientras dejaba su maleta cerca de un mueble

—Aún no puedo creer que le hayas dado chance al Aldo.— siguió Osvaldo, soltaba algunas pequeñas risas —Me acuerdo de su cara de menso cuando te vio por primera vez.—

Miré como mi novio lo miró mal y después le dio un codazo, yo reí por la imprudencia de nuestro amigo

—Solo un año le bastó para engatusarme.— reí un poco, ahora mi novio me miró mal a mí

—Si quieren me voy para que sigan hablando de mí.— se quejó Aldo

—Nos harías un favorzote.— respondió Osvaldo a aquel ofrecimiento

Sin duda no había sido la respuesta que mi novio esperaba, pero como si fuera un berrinche decidió alejarse de donde estábamos, ambos reímos

—Oye, ahora que estamos solos, tengo una pregunta.— susurró, yo lo miré atenta —Siento que veo a ese wey como que chueco.—

—¿Chueco?.— reí un poco

—Osea, veo su cara rara.— dijo —Siempre está medio curioso, pero siento que está como que hinchado.—

¿Aldo estaba hinchado? Quizás era por el golpe de Ronny... yo no lo había percibido y eso sin duda me hizo sentir peor