Capitulo 56 Como toda una reina

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Theo aprovechó la ocasión para aprender a disparar junto a un grupo de escoltas que de buena gana se ofrecieron a entrenarlo, mientras Darien y Dylan permanecían arrimados a una de las máquinas, bastante lejos del chico que se divertía como un niño con juguete nuevo.

·      Oye Darien, te he notado pensativo estos últimos días, te pasa algo?

·      … No lo sé

·      …? Hay algo que te moleste?

·      La verdad sí

·      Quieres contarme?

Darien miró por un momento a Dylan que lo miraba con la curiosidad revoloteando por su mente y después de un largo suspiro, abrió la boca para contarle a su hermano la causa de su incomodidad.

·      Hace casi tres meses conocí a una chica

·      …? Estás saliendo con alguien y no me habías contado?

·      No salgo con ella, ni siquiera se quien es

·      …! No te estoy entendiendo

·      La vi por primera vez en la cafetería que está al lado de la firma de arquitectos de Melanie, Ty y el tío Barry  y fui un verdadero patán con ella

·      …? Por qué?

·      Estaba de mal humor y me desquité con ella

·      Y ella, como reaccionó?

·      Como toda una reina

·      …!!!

·      Todo comenzó cuando mi mamá me llamó un domingo muy temprano, me pegó una regañisa por no ir a verlos en varias semanas y me obligó a ir ese día a almorzar con ellos y quise pasar por esa cafetería para tomar un batido y llevarle un postre para congraciarme con ella, ya sabes que a ella le encantan los postres

·      Jejeje sí, lo sé

·      En fin…

***

Eran casi las diez de la mañana y Darien Taylor quien entró con su escolta a la cafetería,  pidió un batido y su escolta Zed Lawrence, un americano y se sentaron a conversar mientras degustaban lo pedido. Una vez terminado, quiso pagar la cuenta, pero el chico de la caja estaba ocupado, aunque no había mucha gente en el lugar,  así que decidió levantarse e ir al mostrados para pagar y justo cuando se acercaba, una chica que estaba recibiendo un producto en la barra se giró y choco con él.

Lo que la chica traía en sus manos era un helado de fresa que por el impacto entre ellos se estampó justo en el pecho del hombre y mancho su fina sudadera color ciruela. La chica visiblemente apenada, se disculpó de inmediato, pero guardó silencio al ver el rostro molesto del atractivo Moreno con ojos de miel.

·      Disculpe, Dios mío… yo… lo siento mucho

·      … No se le ocurrió otra manera de llamar mi atención que no fuese untarme el helado?

·      … No se le ocurrió otra manera de llamar mi atención que no fuese untarme el helado?

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Me Enamoré de una Sombra, y Yo de su Maestra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora