Un silencio espeso se hizo entre los dos y después de un rato, Dayan lo rompió.
· Debes irte
· ... Dayan
· Vete por favor, entre tú y yo no hubo, no hay, y no habrá nada... jamás
Las palabras de Dayan sonaron lapidarias para Marcel, pero no había nada que pudiera decir o hacer para que ella cambiara de opinión, incluso, él sabía que era preferible que no lo hiciera, porque sus sentimientos por ella, entorpecían su venganza, tanto así que perdió la oportunidad de encontrar por fin, a la mujer que había buscado con desesperación durante tantos años para vengarse, solo por que pasó la madrugada, la mañana y toda la tarde esperando a que ella volviera de su cita romántica y aunque le mintió diciendo que fue Pol, uno de sus hombres, quien la esperó, la verdad es que fue él quien no se marchó y con la rabia y los celos mordiéndole el corazón, espero por ella.
Marcel miró a Dayan por un momento que pareció eterno, dio un paso hacia ella y ella retrocedió dos, eso le dejo más que claro que ella ya no estaba a su alcance. Pero Marcel la amaba realmente y aunque ahora parecía que la habia perdido, él estaba dispuesto a recuperarla en el futuro.
· Me iré, pero quiero que escuches con atención lo que voy a decir y que lo graves en tu mente y tu corazón
· ...
· Disfruta con el tipo ese o con el que quieras, porque al final serás mía. Cuando llegue el momento en que pueda dedicarte todo mi corazón, yo seré tu último hombre, lo entendiste?
· ...
Dayan no respondió, su corazón se agitó al escuchar las palabras del hombre y él, como buen conocedor del corazón de una mujer, pues había tenido tantas, aprovechó el momento de debilidad de la chica y en un movimiento rápido la aprisionó en sus brazos y le susurró al oído.
· Quizá él se llevó tu inocencia, pero cuando yo te haga mía, me quedaré con tu corazón que es lo más hermoso que hay en ti
· Mar... uummm
Marcelo la besó, pero no fue un beso violento, si no más bien un beso dulce, lleno de ternura y hasta podría decirse temeroso. Marcel quería hacerle sentir a Dayan que la amaba y que no le importaba que haya estado con otro, aún con todo, seguiría amándola.
· Te veo a las diez, mi pequeña malcriada
· ...
Con su frente pegada en la de ella, Marcel dijo estas palabras y aunque Dayan quiso alejarse de él, sus piernas no le respondieron. Marcel sonrió con satisfacción al percibir que aún tenía un lugar en el corazón de la hermosa mujer y sin decir más, se dio la vuelta y se marchó, cerrando la puerta tras él.
Dayan se tiró boca abajo al sofá, pero de inmediato se giró y tocando sus labios con sus dedos, se dio cuenta que aún podía percibir la sensación de la boca de Marcel en ellos. Cerró los ojos y la imagen del espectacular cuerpo desnudo de Erick se paseó por su mente haciéndola sentir un cosquilleo en su pecho y el deseo por sentirlo nuevamente dentro de ella la invadió, no podía negarlo, le gustó haber pasado la noche y haber tenido su primera vez con Erick Liang, pero tampoco podía negar que seguía sintiendo cosas por Marcel Santini.
Y sacudiendo su cabeza, trató de sacar de su mente a los dos hombres que rondaban insistentemente en ella y recordó su vida pasada, cuando era una niña ingenua y feliz y pensaba que haber sido elegida como una niña sombra era lo mejor que le había pasado en la vida. Quién iba a decirle que no era una bendición sino más bien, una maldición.
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Me Enamoré de una Sombra, y Yo de su Maestra
RomansaCreció como una sombre entrenada para servir y proteger a su maestra, pero ahora deberá dejar de lado su misión y sus sentimientos y entregar a su maestra a un nuevo guardián, para cumplir con su destino. "Te amo y no quiero perderte, puedo protege...