Capitulo 13 Mentirosa!!!

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La cabeza de Erick daba vueltas y vueltas, pero siempre llegaba a la misma conclusión, estaba enamorado de Dayan Parker y no lo podía negar.

Dayan salió del baño en toalla y Erick no comprendió por qué no se había vestido en el baño si se había llevado su bolso con ella, pero obviamente no iba a preguntar, se limitó a observar a la mujer mientras se secaba el cabello con otra toalla y ...

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Dayan salió del baño en toalla y Erick no comprendió por qué no se había vestido en el baño si se había llevado su bolso con ella, pero obviamente no iba a preguntar, se limitó a observar a la mujer mientras se secaba el cabello con otra toalla y lo veía de manera coqueta, luego se vistió frente a él y fue cuando lo recordó.

· Dijiste que podía tenerte después de tomar un baño

· ...!

Dayan que ya se había puesto el sostén y una tanga a juego y que por cierto, aunque eran prácticas, también eran sexys, lo miró con mas coquetería que antes, provocando deliberadamente al pobre chico que ardia de deseos.

Dayan que ya se había puesto el sostén y una tanga a juego y que por cierto, aunque eran prácticas, también eran sexys, lo miró con mas coquetería que antes, provocando deliberadamente al pobre chico que ardia de deseos

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La sexy mujer se levantó con parsimonia y caminó lentamente hacia él. Erick tragó saliva con pesadez y se descubrió nervioso por causa de ella, otra vez, cuando estuvo frente a él a solo milímetros de distancia, le hablo con casi en susurro, al rotando aún más la sangre del chico.

· Entonces hazlo

· ...!

Esas dos palabras lo impactaron como una bomba y la sacudida lo hizo reaccionar, la tomó de la cintura y la subió sobre su cadera besando su boca como si la necesita para vivir. Dayan enroscó sus largas y torneadas piernas alrededor de la cintura del hombre, que la sostenía fuertemente pegada a su cuerpo con sus musculosos brazos.

La llevó sin ninguna dificultad hasta la cama y antes de depositarla en ella, le desabrochó el sostén, dejando expuestos un par de generosos y redondos senos. La acomodó con delicadeza en la cama y la besó en la boca, luego deslizó su lengua por su largo y delgado cuello bajando hasta sus pechos, mordisqueando sus pezones que de inmediato se pusieron erectos.

Los gemidos de la joven eran casi inaudibles, como si quisiera ocultar cuanto le gustaba lo que él le hacía.

· Aahh, Dayan... no te contengas, déjame oírte bebé

Me Enamoré de una Sombra, y Yo de su Maestra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora