5. Camino al paraíso

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La desclasificación del Proyecto Elecsys con la contraseña que les da Agustín les revela muchas cosas, junto con el análisis de sangre que el omega embarazado se dejó hacer a regañadientes.

Enzo sostiene uno de los viales con su sangre en la mano, más oscura de lo que debería ser, y ve como Valentino lucha por aislar los anticuerpos en ella por enésima vez.

No lo consigue.

—Ahora comprendo porqué necesitan a su cachorro... —le dice Valentino, suspirando. Se rinde por hoy— En su sangre hay tanta mierda que es casi imposible aislar los anticuerpos y hacer una cura con ella, y aún así dudo que los efectos fuesen permanentes. Pobrecito, lo dañaron tanto... Lo que le hicieron no tiene perdón, si esto le hubiese pasado a uno de mis compañeros...

Enzo sabe que Valentino puede parecer algo frío en ocasiones, suele pasar con los científicos y a veces incluso también con él mismo, pero huele en su aroma que la lástima que siente por su omega es genuina, y también su gran enojo. Los conocimientos que Valentino tiene almacenados dentro son tan peligrosos como los de Blas, pero ahora que conoce un poco más al omega comprende que tiene unos principios morales fuertes y muy distintos al que fuese el alfa de su actual omega.

—Y a saber qué más le hará todo lo que hay en su sangre... —murmura en confianza, preocupado— Sus ojos eran los dos verdes cuando lo conocimos, pero ahora...

Siempre ha notado que uno de los ojos de Agustín es más verde que el otro y pensaba que simplemente eran así, pero ahora comprende que antes de Elecsys ambos eran del mismo tono. La diferencia de color entre sus ojos era algo sutil cuando lo conocieron, tenía que fijarse para verlo, pero su ojo izquierdo es casi completamente marrón ahora.

No parece algo dañino, pero está seguro de que la mezcla de patógenos que hay en su sangre tienen la culpa.

—Que hijos de puta —dice Valentino, molesto de verdad— encima lo perseguían para robarle a su hijo, lo único que tenía. Tuvo tanta suerte de encontrarlos ese día, lo habríamos perdido para siempre sino...

Sabe que Valentino no está hablando solo de la cura que hay en el vientre de su omega. Agustín genuinamente les importa a la triada de omegas residentes en Hackerville, se dio cuenta cuando vio como Juani lo abrazó íntimamente cuando se encontraron por fin de frente. Han estado consistiendo a su omega embarazado desde entonces, el chocolate es algo escaso en el apocalipsis pero su reserva siempre está disponible para él, y también suelen tenerlo abrazado, en especial Juani y Fran, junto con el mismo y su alfa. Nada le faltará mientras él pueda dárselo, y está más que dispuesto a darle todo su amor, así como Matías.

Le gusta como todos cuidan a Agustín, lo hace ronronear verlo más o menos feliz. Todavía está tocado después de descubrir lo que su propio esposo le hizo, aunque Blas se enamoró de él de verdad, el daño ya estaba hecho. Nada cambia el hecho de que experimentaron con él, un alma inocente, para un proyecto que ni siquiera debería haber existido jamás. La ira lo invade cada vez que lo piensa, y sabe que su alfa se siente igual que él.

—La suerte fue nuestra —le contesta a Valentino— nos devolvió la esperanza. Había algo en él cuando lo vi, tenía tanta fuerza y peleaba tan bien a pesar de que estaba en desventaja... Al momento supe que no podía dejar que BioSyn se lo llevase.

Valentino asiente, y no le hace preguntas sobre la relación que tienen él y su alfa con Agustín. No es algo que hayan hablado explícitamente, pero es obvio que algo ha cambiado entre ellos y que están más cerca ahora. Desde que ambos lo besaron esa noche lo consideran suyo y Agustín se deja mimar y besar por ellos, incluso cuando el resto de su manada está presente. Siempre se sonroja ligeramente cuando lo miman en público, pero el olor a omega embarazado los atrae como una polilla a la luz, y sus manos y las de Matías siempre están encima suyo de una forma o de otra.

Elecsys - X002Donde viven las historias. Descúbrelo ahora