C a l i d e z E n C o n t r a s t e

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Palpar aquello que has dejado sobre la mesa antes de irte se ha vuelto mi único pensamiento en esta mañana triste. Hace frío, me pregunto si habrás llevado un abrigo y me preocupa que tú piel clara sea víctima del clima inestable.

Querida, ¿dónde estas? Nuevamente me vuelvo a preguntar, he dejado tanto aun lado pero la respuesta no he podido contestar, ¿Qué es lo que harás cuando la puerta se decida a rechinar? ¿Estarás completa? ¿Estarás inquieta? Me haces tanta falta, ¿Acaso te sientes incompleta?

Quizás no te he dado todo, mejor volver a empezar, o talvez hay aún otro modo, ¿Debería irte a buscar? Tengo miedo que me rechaces, me destruyas, me desangres, me atrases. Te había esperado tanto y ahora tu recuerdo son destellos fugaces.

Sigo viendo la porcelana, el té que dejaste se ha enfriado, no queda mas que un beso tuyo en una taza; grabado. Oh, cariño, me has dejado, no volverás, eso está asegurado, mi piel se envejece, las flores florecen y marchitan al mismo tiempo que anochece.

Y todo me recuerda a ti, porque cada parte la construí para que así fuera, esta casa con mis manos construí con tus ideas, dejaste un jardín plantado, un perro y un gato en el tejado, es mi culpa que mi carcel huela a tí por todos lados.

Pero te reprochó y te deseo, miro al cielo, siento y creo, que volverás en algún momento, cuando cenizas sea mi cuerpo, para fundirse con el tuyo, cumple al menos mi último anhelo.

Alma inestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora