🔥 CAPITULO 15🔥

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Zacharie

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Zacharie.

Esperaba al menos tener unos días/ semanas/ años para tener que aceptar el hecho de que no es a mi solo al que quiero.

Pero claro, nada en mi vida tiene sinónimo de tiempo, está no sería la excepción, un maldito día pido, no pedía demasiado, solo un día completo en que pueda llamarla mía, solo mía.

Juliette: Yo… hay algo que deben saber.

Dominique: No hay nada que necesitemos saber, no lo necesitamos a él, vámonos, tomemos esto y vamos.

Agarra los papeles, no sé qué se supone que hay en ellos, pero no me gusta la mirada confiada y posesiva que tiene hacia mi sol.

Juliette: No haremos eso, chicos yo tengo que explicarles algo importante…

Zacharie: No lo hagas, no parece como si quisieras decirnos, puedes hacerlos cuando te sientas preparada.

Estoy seguro que se exactamente lo que quiere decir y está mal lo que estoy haciendo porque es totalmente egoísta, pero quiero poder llamarla mía al menos un día entero sin que llegue otro imbécil a tomar posesión de ella también.

Porque por mucho que lo lamente, en las horas que ella durmió y luego se fue al hogar de acogida estuve pensando, llegué a la conclusión de que no hay nada sobre este mundo que no le daría y eso incluye todas esas fantasías que tiene.

Daría mi vida por ella y ahora estoy entregándole completamente mi corazón otra vez, implorando que no lo rompa prefiriendo más a los otros.

No podría vivir sabiendo que ella quiere más a otro, porque ella siempre fue mi mundo.

Juliette: Gracias… iré a pagar, cuando vuelva nos iremos —se pone de pie para irse, pero antes de hacerlo se gira y nos mira— no se peleen por favor.

Se va, veo cuando llega al mostrador y escribe en un papel que le den la cuenta mientras mira de reojo en nuestra dirección.

Es tan hermosa que duele joder, duele saber que haré todo lo que me pida, duele saber que estoy de rodillas delante de ella ofreciéndole el mundo entero y no saber si ella se siente igual que yo, duele no saber si es tan intenso su amor como el mío.

Dominique: No es necesario que vivamos juntos los tres, me la llevaré conmigo.

Quisiera golpearla mientras me río por la estupidez que acaba de decir, en sus más jodidos sueños el se llevará solo a mi sol.

Si yo tengo que compartirla bien podría darle un golpe de realidad al imbécil este, ella es tan mía como lo será de él, pero por el momento, es mía sola y aprovecharé cada momento que tenga con ella.

Zacharie: Eso no está a discusión, mi prometida no se irá de mi lado, ni siquiera con su hermano.

Sonrió ante el rostro furioso, mi sol no sabe que será mi esposa, pero es como siempre la he visto desde niña, ella llevará mi apellido, llevará mi anillo y a mis hijos.

Dominique: No tiene anillo.

Zacharie: No está preparada mentalmente para aceptarlo aún.

Pero siempre he tenido el anillo, mi madre me lo dió hace tantos años, siempre tuvo dueña, nunca, ni en los sueños más locos ví ese anillo puesto en el dedo de otra mujer que no sea mi sol.

Dominique: Eso quiere decir que tengo una posibilidad en mi opinión.

Aprieto la mandíbula, lo siguiente que diré no es algo que me hubiera imaginado nunca, pero bueno, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

Zacharie: Te propongo una tregua, fingimos llevarnos bien y convivimos para que ella esté lo mejor posible.

Dominique: ¿Cuál es el truco?

Ojalá lo tuviera, pero no hay trucos en esto, estoy abriendo mi mente todo lo que pueda por el bien de mi sol.

Niego con la cabeza.

Zacharie: Sin trucos, solo quiero lo mejor para ella, tu no me interesas.

Dominique: Nunca pensé que diría esto, pero siento lo mismo que tú, tampoco me interesas.

Juliette: Listo, ¿vamos?

Dominique: Claro pequeña, guía el camino.

Estúpido de mierda, inútil odioso, se da el tupé de darle a mi sol una sonrisa moja bragas luego de besarle la comisura de los labios.

Aprieto mi mandíbula conteniendo todo el enojo.

Lo complicado que será esto joder.

Queriendo sacarle el mismo desquicio que está intentando sacarme a mí pongo mi mano en la espalda baja de mi sol, tan abajo que incluso algunos dedos están en el contorno de sus nalgas, veo como aprieta la mandíbula y sonrió en grande.

Dos puedes jugar este juego.

Sonrío aún más grande cuando a él le toca sentarse en los asientos traseros de mi carro, quiero ver su rostro cuando sepa que mi sol no tiene una habitación para ella sola en el departamento, lo mismo que en la universidad.

Moví algunos contactos, soborne algunas otras personas y misteriosamente me confundieron con una chica y quedé en la habitación de mi sol, nadie se atrevió a reírse de como casualmente me confundieron con una mujer, era más fácil que fuera yo y no ella, de ella se reían y dirían que es obvio que es hombre lo supondrán por la voz, nada está más alejado de la realidad, mis labios y lengua lo comprobaron.

Aparte, prefiero estar en el ala de las mujer a que ella esté en el de los hombres, dios me hubiera muerto de celos hacia mucho o matado a alguien depende cual sea el caso.

Entramos, Dominique pasea su mirada curiosa por todo el departamento mientras mi sol le dice dónde está cada cosa, los sigo expectante con una energía de satisfacción bullendo en mi interior.

Juliette: Está es la habitación de invitados, es la tuya ahora.

Señala mientras abre la puerta para que pueda ver el interior, tiene todo lo que se podría necesitar y más, ni siquiera se para que hice una habitación de invitados, pero ahora al parecer la necesitamos.

Dominique: ¿Y la tuya cual es?

Zacharie: Ella duerme allí —señalo y lo dejó llegar hacia la puerta y abrir antes de arruinarle completamente el momento— conmigo.

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