09• Perfección.

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México

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México

Martes, mi día favorito... Pero en este caso no del todo.

Entrega de boletas de calificaciones.

El peor martes de cada fin de trimestre y todo por dos cosas: mi madre y mi necesidad de competencia.

El miedo me abunda cuando pienso en «¿Y si alguien me gano?» Aunque sea por una décima, me abruma la incertidumbre dado a que muchos de los maestros no te dan la calificación final, por lo que no pude sumar mis resultados y sentirme con absoluta confianza.

India me tenia acorralado, por alguna razón sentía que ella me iba a superar, y si alguna vez dije que no me importaba la competencia...

Mentía.

Decía eso solo para calmar mis nervios, aparte de que si le pido algo al universo no me cumple, sin embargo, si pido que algo no pase, va a pasar...

Nuestra maestra de matemáticas no asistió ese día, y el prefecto nos dejó salir a jugar a una de las canchas, la mayoría del salón estaba jugando básquet' pero yo con algunos cuantos, solo estábamos sentados mirando la biblioteca, pues allí estaban nuestros padres.

Paso un tiempo y pronto una pequeñita bola de personas adultas salió, entre ellos, mi madre.

Me dirigí a las escaleras para preguntar por mi calificación; una vez que identifique su cara, fui a abrazarla.

—Hola Cat.

"Cat" era el apodo por el cual me refería a ella, no recuerdo cómo surgió, desde siempre la he llamado así.

—Hola Cats.

Según ella, para que sonara diferente, le agrego una S para mí apodo y ambos seamos diferentes.

—¿Qué tal me fue?—cuestione.

Ella saco un papel de su bolsa.

—Primer lugar—me enseñó el diploma y me dio la boleta.

"10"

EN TODAS LAS MATERIAS.

Di saltitos de felicidad, con una enorme sonrisa en mi rostro.

—¿Te agrado que sacará el primer lugar?—le pregunté a mi mamá con un poco de miedo.

—Es tu responsabilidad, da igual es solo un papel, lo que a mí me interesa es que aprendas, ¿De qué me va a servir un pinche papel con tu nombre?—dijo con un tono enojada.

Lo había arruinado...

«Es tu responsabilidad»

Esa frase siempre me atormentaba, cada final de trimestre era lo mismo, no había ni un «Felicidades» saliendo de la boca de mi madre.

Sabía que en el fondo le preocupaba, era su hijo, pero simplemente necesitaba más, aunque parecía no darse cuenta.

Me despedí de ella y rápidamente, (antes de que acabará la hora de matemáticas) me dirigí al salón de Alemania para hablar de mi entrada al grupo de danza.

The Teacher °Usamex°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora