México descubrirá la repugnancia que le da cada vez que su maestro lo halaga y hace comentarios fuera de lugar con respecto a él.
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Los halagos por parte de un maestro a un alumno son un sentimiento inexplicable, unos pueden sentir que están en la...
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México
—... Entonces básicamente, fui y me cambié el uniforme, ya decía yo que me quedaba grande, pero ¿De qué hablaba antes?
—Hablabas de que te incómoda la falda del uniforme y que solías usar los pantalones de tu hermano para ir a la escuela...—conteste neutral.
—A si, bueno después...
Ese día era lunes, de la segunda semana de septiembre. ¿Recuerdan el sistema del que les hable? ¿Dónde un alumno mayor puede darle un recorrido al de nuevo ingreso?
Bueno, ahora sí era mi primer día de clases, donde conoceré a mis nuevos maestros, usaré útiles nuevos y donde comeré tranquilamente con mi nueva amiga.
Le conté a mamá sobre Japón, resulta que ya la conocía por su padre, además que de que vive masomenos a dos cuadras de la escuela, entonces en palabras de mi madre, decidió dejarme en frente de su casa para que caminara con ella hasta la escuela, dice que ahorra gasolina por lo que no me queje.
—Chit oye—me dio un ligero codeo—, ¿Ese no es el maestro del qué me hablaste?
Lo señaló discretamente, y si, claro que lo era, un señor de cabello rubio con mechones negros, y con un porte elegante mientras bajaba de un Uber.
—Si... En realidad no se le ve lo acosador—mencione extrañado.
—Yo tampoco se lo veo, pero China me advirtió de el, dice que es bien discriminatorio.
—Tsk ¿Por qué lo dices? ¿Discrimino a un niño en silla de ruedas?—pregunte burlandome.
—No tan así pero, China me contó que a su antigua novia si le dijo algo cuestionable—levante una ceja, extrañado—mira, ella no era de la zona industrial y entro aquí por beca, entonces cuando ese señor la escucho hablando con sus modismos le dijo: «hablame bien, no vengas aquí con tu idioma de rancho» y lo dijo con un tono muy feo—abri los ojos con sorpresa—, ella se ofendió, lo fue a reportar pero no hicieron nada, es el amigo del coordinador...
Bueno es razonable, yo también me hubiera ofendido, pero reportarlo se me hizo algo exagerado, quiero decir, es un maestro, el pone las reglas y uno como estudiante tiene que acatarlas si quieres quedarte en la escuela.
—Vaya, a mi Argentina me contó que una alumna lo reportó por acoso—pronuncie en voz baja.
—Oh si, también me contó eso, solo que me dijo que la niña dijo eso porque la reprobó.
Ufff bueno, ya no me da tanto miedo.
Entramos y nos dirijamos al salón de la primera materia, tutoría. Según la lista, nuestra tutora es la maestra Noruega, Arge me dijo que es buena onda, solo no hay que hacerla de enojar, cosa por la que estoy emocionado, no tendré problemas; aparte de eso, conoceré a nuevos compañeros, no esperaba mucho pero mantuve un poco de mi fe.
