08• Someone else.

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México

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México

Si me preguntan como describiría a Lynch, diría:

Tiene dos caras; la buena y la mala.

Hablemos de la buena.

Apesar de que este tipo es altamente cuestionable, lo cierto (y que debo admitir), es que es un buen maestro, se esmera en tratar de que nosotros aprendamos de una o de otra manera "divertida".

Sus clases siempre me parecieron normales, (pero incómodas), no bostezaba en ningún momento a comparación con matemáticas y lo que lo hacía divertido eran las frases cuestionables de mi maestro, pero eso también me traía consecuencias...

Estábamos a la mitad de la clase, el maestro explicaba un nuevo tema y yo solo me dedicaba a escuchar y ver su cara.

Lynch era guapo...

—Ahora, lo que van a hacer es sacar los pequeños mapas que les pedí, van a trazar la división política de América y al lado le pondrán las características, las encontrarán en la página ciento cuarenta y cinco de su libro ¿Alguna duda?—pregunto.

Todos negaron.

Saque mis recortes y empecé a pegarlos, todo era exageradamente extraño, por alguna razón me había acostumbrado a tener a mi maestro preguntandome cosas o pidiendolas pero está clase fue diferente, ni siquiera volteo a verme como solía hacerlo.

Una parte de mi sentía alivio pero la otra solo era extrañeza... Y yo estaba consiente de eso.

Fui a revisar mi trabajo a la par que Mongolia.

Puse la libreta en el escritorio del profesor pero mi compañero puso lo suya encima. Obviamente Lynch eligió mi libreta para revisar primero.

—Bien México—dijo mirando la libreta.

—Ahora yo profe'—insistió Mongolia.

—¿Qué es esto?—miro con disgusto el trabajo de mi compañero.

Comencé a dar pasos hacia atrás.

—Es mi trabajo.

—¿Por qué no eres como México?

Ashhhh no

Cerré mis ojos fuertemente, mis compañeros dejaron de escribir y Lynch, después de unos segundos, se dio cuenta de lo que dijo.

—Porque yo no tengo esos plumones—respondió Mongolia.

Lynch solo desvió la mirada, le reviso y lo dejo ir. Trate de relajarme en mi asiento sin ningún logro, baje la mirada, pero sabía que él desde su escritorio, me miraba.

Faltaban 20 minutos para salir de esa clase, una completa tortura.

—Profe, no entiendo un párrafo de aquí del libro—le dijo Kenia.

The Teacher °Usamex°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora