Capítulo 7: Bizarro

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—El pobre es pobre por que quiere!— Argumento ella seria, con una mirada que te aseguraba que no lo decía en broma.

—Ehh? Que es esa tontearía? — Replico Nemes con una ceja levantada y el ceño fruncido. Luego de mirarse mutuamente, tácitamente acordaron dejar esa discusión de lado. Como habían hecho con muchas anteriores.

Hablar con Misra fue sorprendentemente divertido. Cuando ella supero su timidez y el tartamudeo inicial, fue sorprendentemente graciosa y carismática. Era... Pegajosa si podría decirlo así, no sabia si era por su cambio de genero que Misra abusaba del contacto físico con ella o si simplemente así se relacionaban las mujeres.

En las largas horas de charlas dudosas habían generado una pequeña y bizarra confianza entre ellas.

Nemes miro hacia abajo, hacia su abdomen. No lo vio. Dos bultos ajenos a ella le tapaban la vista. —Aun no me lo creo...— pensó mientras ahuecaba uno, los tocaba de vez en cuando para confirmar que efectivamente estaban ahí, que no habían desaparecido.

Eso le gano una mirada de ceja levantada y una sonrisa, mas por lo aleatorio del momento que otra cosa, de Misra, pero ella no dijo nada solo la miro con intriga. 

No se había acostumbrado a sus cambios y no solo a los de genero.

—Quiero decir, tener mas peso en el pecho y unas nalgas mas grandes no era un gran problema en lo que a supervivencia se refiere. Los cambios "Vampirescos" son los mas preocupantes—

Había ganado una gran fuerza, si. También tenia una sorprendente visión nocturna, pero ¿a que costo? La luz de antorcha le molestaba bastante, ni quería imaginarse la del sol.

—  Y si el sol me mata? Como a los vampiros de las pelis?— Se imagino una vida en la oscuridad de la noche, definitivamente mucha vida no había allí que le interesara a el. Dejando de lado la mala visión Diurna y el peligro del sol, había otro problema.

—Ese problema—Pensó mirando a Misra, la cual estaba viendo por la ventanilla del carruaje tarareando una linda canción mientras agitaba la cabeza. Verla le calentaba la sangre, hacia que sus colmillos retractiles crecieran, sus ojos se dilataran y su boca salivara.

Era como si hubiera pasado hambre durante  días y viera una hamburguesa enorme con mucha carne que tenia un cartel escrito con las palabras "Comeme!" en el. Era casi irresistible y no ayudaba que ella pareciera vulnerable. No eran pocas las veces que había fantaseado con llevarlo acabo.

...

Misra, repentinamente sintió una intensa mirada en su nuca, giro la cabeza para ver a su extraña acompañante. No era la primera vez que sucedía, y cada vez que se giraba para verla estaba haciendo algo raro.

Cuando se giro vio a Nemes mirándola con los ojos empañados, una cara sonrosada y frotaba sus piernas entre ellas de manera rara. 'Pobrecita, debe estar enferma' Pensó ella con lastima

—Lady Nemes, ¿esta bien?— Dijo mientras se acercaba dando saltitos en el sillón del carruaje. —Parece enferma— Finalmente al lado suyo, apoyo su frente contra la de ella tomándole la temperatura —Estas muy caliente! Llamare a Sixtin—

Nemes cuando la vio acercarse interiormente suplico para que se alejara y, cuando sus frentes chocaron, requirió toda su fuerza de voluntad para alejarla tomándola por los hombros

—No!— Se le escapo un grito, que rápidamente corrigió —No, Su alteza. Estoy bien, no hace falta— Ella se sorprendió primeramente por el empujón quedando en silencio unos segundos, pero luego dio una risa suave.

—Nemes, te puedo llamar solo Nemes verdad?— Preguntó, a lo cual recibió un asentimiento aturdido del receptor.—Eres muy extraña. No te sorprendiste por mi estatus ni pareces tener el mas mínimo respeto hacia mi— Parecía una queja, pero lo dijo con una sonrisa. Al momento siguiente se puso nostálgica, casi triste —Creo que eres la primera persona con la que charle sinceramente en mucho tiempo— Dijo mirando al horizonte por la ventanilla, a la hermosa luna creciente.

—Gracias— Dijo de manera reflexiva, sin mirarla a los ojos. —Gracias por no mentirme como todos— Luego de decir eso quedo en silencio, como pensando algo. Nemes no interrumpió su meditación.

—¿Te gustaría ser mi amiga?— Pregunto repentinamente, Nemes en particular ya se había recuperado de su estado hiper estimulado, ver a Misra triste pareció ser como un balde de agua fría para ella.

—Claro, su alteza. Me encantaría— Dijo sinceramente con una sonrisa. Habían transcurrido alrededor de 5 horas de viaje, donde hablaron de tantas cosas y tantos temas diferentes, algunos superficiales y algunos cuestionables. El personaje de Misra le llego a agradar sinceramente.

Tal vez era porque se sentía vulnerable. Si alguien te ayuda cuando uno es vulnerable era normal ser redituable con mas aprecio de la norma. Tal vez la situación nueva, su cuerpo nuevo y sus estímulos nuevos la dejaban confusa. Lo cual la volvió mas sincera en sus pensamientos y sentimientos. Podía pensar en muchas razones, pero era una certeza que la chica le caía bien,

—No me llames su alteza. Me llamo Misra!— Dijo en un tonito demandante, algo caprichoso. La elfa rubia de cabellos largos la miro con intensidad con sus ojos azules, lucia muy seria.

—No acarreara problemas?—

—No!— Dijo sin pensarlo, pero se arrepintió rápidamente. Con un tono mas bajo continuo —Bueno tal vez algunos pocos, pero al menos llámame con mi nombre en privado, si?— Dijo con ojos de cachorro, sonaba lógico así que no pensó mucho y lo acepto. ¿Que mejor que una aliada en un mundo desconocido?

—Esta bien...— Acepto con reticencia, pero Misra no dejo de mirarla con intensidad así que continuo la oración —...Misra—

La sonrisa que le dedico aquella noche, en aquel momento bajo la poca luz de las estrellas, no era describibles con palabras comunes...

...

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Renací Como Mi Personaje Vampiro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora