Capítulo 12: Chillidos Agudos

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La noche caía lentamente sobre el espeso bosque. Las sombras se alargaban y el silencio era casi absoluto, roto solo por el crujido ocasional de ramas bajo los pies de Nemes. El aire estaba cargado de humedad y el olor a tierra mojada invadía sus sentidos. Llevaba horas caminando sin rumbo fijo, y la desesperación comenzaba a apoderarse de ella.

Sixtin le indico una dirección a tomar, pero temía ya haberse desviado.  No estaba segura si había estado yendo en lineal recta, pues los arboles y la fauna le hacían desorientarse.

—No veo el abismo que menciono... Ya debería haberlo encontrado— Se pregunto mientras cruzaba un arbusto. De repente su pie derecho no encontró suelo y cayo, llevándose a Nemes con ella.

Afortunadamente, como agito los brazos como desquiciada en el breve tropiezo logro agarrarse a una saliente. Nemes vio su brazo tenso agarrado a la pared, su fuerza renovada podía sostener su propio peso con un solo brazo. Luego miro hacia abajo y su corazón dio un brinco.

—Creo que lo encontré!—Dijo en voz alta, el sonido reboto y causo un eco en la grieta del mundo en la que se estaba por caer. Cuando miro hacia abajo no encontró el final, incluso con su visión nocturna esta no se rebelaba. Y tanto a la izquierda como a la derecha la grieta de kilómetros de ancho se extendía infinitamente sin final aparente. Si ella no se hubiera agarrado en el ultimo momento, no estaría viva ahora.

Ella escalo con extremo cuidado hacia la superficie. Su fuerza y destreza le permitían subir de un impulso, pero su miedo a caer hizo que tardara el triple. —Mejor prevenir que morir— se repetía justificando su cobardía.

Una vez a salvo determino su nueva dirección. —"Cuando te cruces el abismo, frontealo hacia la izquierda, te toparas con un pueblo"— Le cito para facilitar el recuerdo. —Bien— se repitió estableciendo su nuevo rumbo.

No sin antes dirigirle una larga mirada a la maravilla natural que tenia enfrente. Como se habría hecho semejante estructura, pareciera que la tierra se hubiera abierto en dos. No poder ver el final le quitaba el aliento.

Ella pareció notar algo en el fondo, como un brillo. Cuando entrecerró los ojos para verlo mejor, se aterrorizo. En el fondo oscuro vio dos ojos, como de lagarto, mirándola fijamente. Ella estaba segura de que aquellos ojos eran enormes pese a que por la distancia parecían pequeños.

Rápidamente, dejo de verlo y se refugio de su mirada alejándose del borde. Por algún motivo su corazón latía desesperado y ansioso. 

Emprendiendo de nuevo su viaje, ahora sin acercarse mas de 5 metros al borde del abismo.


...


Una especie de liebre se encontraba royendo algo entre sus patas delanteras, el conejo se sentía seguro, pues se encontraba escondido entre frondosos arbustos. Pero no noto los dos ojos rojos que brillaban atreves de unas hojas.

Allí se encontraba una chica, a cuatro patas para que no la notaran. Sacudía su cintura con ansiedad. Cuando el conejo bajo la cabeza para seguir comiendo, los músculos de la chica se tensaron y usando sus cuatro extremidades, se impulso hacia el animal a una velocidad vertiginosa.

El conejo ni llego a reaccionar cuando de un segundo a otro se encontró en las manos de Nemes. El grito, se sacudió, araño y chillo con horribles ruiditos agudos. A Nemes no le importo y le clavo los dientes en su estomago.

El conejo lentamente ceso con su pelea, recibiendo paz. Nemes dio un suspiro de alivio cuando sintió su estomago vacío llenarse un poco.

—Usar parte de la sangre de Misra para subir de nivel no fue lo mejor... Tendria que haberla guardado para alimentarme— Dijo frotando su abdomen atreves del ligero vestido negro, el cual ahora tenia desgarros y agujeros en varios lugares.

Renací Como Mi Personaje Vampiro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora