Capítulo 3: Quiero Mas!

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Acechando en la oscuridad al cobijo de una pared espero. Sorprendido pareció cuando se dio cuenta del margen de distancia que había marcado con su agresor en la corrida que hizo.

¿El hombre era lento o el muy rápido? En cualquier caso, tuvo que esperar unos minutos para saber algo de el.

Sus orejas temblaron al escuchar el sonido de los pasos contra la roca mojada que venían hacia el, al poco tiempo lo vio

"Tch Como esa cría corre tanto?" Rechisto el hombre. Se dispuso a recuperar el aliento con las manos en las rodillas, la antorcha en su mano derecha era lo único que mostraba. Ignorante de la sombra que se movía detrás de el, se seco el sudor con su manga izquierda.

Sin esperarlo, de repente sintió un peso en su espalda y dos firmes, pero suaves brazos le apretaron el cuello. Vio como tenia a la chica pegada en su espalda, debido a la diferencia de altura ella había tenido que saltar y ahora usaba sus piernas para abrazar su abdomen y no caerse.

Forcejearon unos momentos. El hombre viendo que no podía sacarla empujando o agarrándola, empezó a golpear como pudo. Le dio codazos en las costillas, le tironeo el pelo, incluso, aprovechando que estaba cerca de la pared, se golpeo la espalda contra ella y en consecuencia a la garrapata que no lo soltaba.

La garrapata en cuestión, solo pudo apretar los dientes y reforzar su agarre. Los golpes en las costillas habían sido lo mas doloroso, estaba seguro que tenia algunas quebradas o fracturadas, no estaba seguro. Pero los golpes contra la pared le quitaron el aliento y lo dejaron mareado, al poco tiempo si visión se nublo debido a su propia sangre que goteaba de su cabeza. Incluso asi no soltó, era una rata atrapada no tenia otra alternativa.

Poco a poco, con cada segundo que pasaba, el hombre perdía color y empezó a ver borroso. Sabia que podría morir así que no dudo mas, tomo la antorcha y, sin miedo de auto-quemarse en el intento, la golpeo con fuerza en la cara de su agresor

A el chico el fuego lo tomo desprevenido, el calor en su cara era abrasador. No pudo evitar gritar a todo pulmón tratando de disimular el dolor. Aun con magulladuras, quemaduras y contusiones, no se soltó. 

Tuvo que aguantar unos momentos mas el tremendo dolor de las llamas de antorchas, pero ceso tan rápido como vino. El hombre perdió fuerza, y su mano cayo, al segundo siguiente su cuerpo le siguió.

Ahora en el suelo, no lo soltó. No sabia en que estaba pensando, algún tipo de emoción violenta o la adrenalina de tener su vida en juego, lo siguió ahorcando hasta que dejo de respirar.

Cuando se aseguro de que aquel hombre no volvería a levantarse, se paro y trato de calmar su respiración acelerada. Se toco su rostro temblando, notando extrañas arrugas. Se palpo las costillas y un dolor punzante le asalto. Cuando repaso su mano por su largo cabello, noto como la sangre se le pegaba.

Recién ahora, viendo su cabello sangrante, se dio cuenta de que tampoco era el suyo, casi 7 veces mas largo de lo que alguna vez tuvo, era sedoso, blanco y hermoso.

Agito su cabeza, tenia la mente nublada y sus pensamientos se iban a lugares que en este momento no eran importantes. Solo el dolor constante de la quemadura en su rostro le hacia quedarse en la realidad y no desmayarse.

Dio vuelta al hombre con dificultad. Su vista se detuvo en su cuello unos momentos por algún motivo. Lo inspecciono, buscando algo que le pudiera ser de ayuda, encontró una especie de bolsa monedero lleno con monedas doradas que no conocía. Luego, cuando le quito la camisa y allí lo vio, una daga ensangrentada. Parecía que el forcejeo le había hecho clavarse su propia arma y ahora el cuerpo muerto estaba sangrando.

Cuando olio la sangre, sus ojos se dilataron, su cara se sonrojo y su mente nublada no pudo contener a los instintos de su cuerpo. Se subió a horcajadas sobre el abdomen del cada ver y, sin poder contenerse, le hundió sus colmillos en el cuello.

Como si sorbiera de una bombilla a través de sus dientes poco a poco succiono la sangre. Con cada bocado que probaba, sus ojos nublados recuperaban el brillo y su cara se sonrosaba cada vez mas.

Llego a un punto que logro recuperar su mente difuminada, pero aun así no paro. Su sabor era embriagador, como un increíble vino con años de añejamiento, y con cada sorbo el dolor en su cuerpo disminuía.

Pasaron largos minutos, y la garrapata seguía haciendo cosas de garrapata. Su piel quemada se estaba recuperando, el dolor en sus costillas y cabeza ya no existía. Hubiera seguí así por horas, pero la sangre del cuerpo no era infinita. Dejo de poder sonsacarle mas, obstinadamente intento succionar un par de veces mas infructuosamente. Con una cara frustrada, alejo su rostro del cuello de su victima con desgana. El quería mas.

Sacudió su cabeza tratando de despejarse, solo en ese momento entendió lo que había hecho. Miro su obra con una cara consternada: el hombre antes rebosante, desgraciadamente, de vitalidad, ahora lucia inquietantemente quieto y gris con la piel como una pasa de uva en el suelo, muerto y sin sangre.

Que se le había cruzado por la mente para hacer eso, se pregunto sin entender su situación.

N/A: Si te gusto el capitulo te invito a que dejes un comentario o una estrellita ★, Asi me motivan a escribir mas UnU

Cualquier error o consejo háganmelo saber.

Un saludo y que tengas linda tarde, mañana o noche! :D

Renací Como Mi Personaje Vampiro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora