POV EDUARDO
Desde el momento en que la vi en la calle, no he podido sacar de mi mente a esa misteriosa chica. Su imagen sigue rondando mis pensamientos día y noche, y cada vez que cierro los ojos, veo sus ojos claros y penetrantes mirándome fijamente. Fue como si el tiempo se detuviera por un instante. Desde entonces, he estado obsesionado con descubrir más sobre ella.
Decidí utilizar algunos de nuestros recursos para investigarla y descubrir todo lo que pudiera sobre su vida. Descubrí que se llama Valeria, estudia derecho en la universidad y trabaja a tiempo parcial en una cafetería del centro. Pero ninguna cantidad de información podría compararse con la sensación de verla en persona, y cada vez que cierro los ojos, vuelvo a ver su rostro hermoso y enigmático.
Es por eso que justo ese día decidí que la podría ver desde lejos, mientras caminaba por la bulliciosa ciudad, la vi de nuevo. Una ráfaga de viento alborotó su cabello, pero incluso así, se veía increíblemente linda. Nuestros ojos se encontraron por un breve instante, y en ese momento supe que no podría sacarla de mi mente tan fácilmente como creía.
POV ALEX
Después de una intensa discusión en la empresa, decidí salir a despejar mi mente y caminando me encontré con una pequeña cafetería en la que nunca había estado. Para mi sorpresa, la chica que había visto días atrás estaba detrás del mostrador, con una sonrisa amable en su rostro. Mi corazón dio un vuelco al reconocerla, y no dude en entrar a la cafetería muy a pesar de que no es mi estilo, rogando a quien fuera, para que ella sea quien me atienda, al parecer mis súplicas fueron escuchadas.
Cuando se acercó para atenderme, su voz me dejó completamente idiotizado. Era como una melodía suave y cautivadora que resonaba en mis oídos y me sumergía en un trance del que no quería salir. Y cuando finalmente me dijo su nombre, sentí como si el mundo se detuviera a mi alrededor. Valeria. El nombre encajaba perfectamente con su belleza y elegancia, y me sentí agradecido de haberlo escuchado de sus labios.
Cada gesto suyo, cada sonrisa y cada rubor que coloreaba sus mejillas solo servía para hacerla aún más hermosa a mis ojos. No pude evitar pensar en lo afortunado que era de tenerla frente a mí, y supe en ese momento que esta no sería la última vez que nos encontraríamos y que seria mia a todo costo.
Después de despedirme de Valeria y salir de la cafetería, me sentí con el ánimo renovado y con una sensación de felicidad que no había experimentado en mucho tiempo. Regresé a la empresa con determinación, listo para enfrentar el problema del desfalco de dinero junto con mis hermanos. Al llegar, los encontré a todos reunidos y, al ver mi cambio de humor, no pudieron evitar recocharme, preguntándome a qué se debía esa sonrisa repentina.
-¿Qué te pasa, Alex? ¿Acaso te has enamorado en la cafetería?-, bromeó Carlos entre risas.
-Es idea tuya, no mía-, les respondí, tratando de ignorar sus bromas y enfocarme en la tarea que teníamos entre manos. -Mejor pongámonos a trabajar en lo que hemos descubierto-.
Mis hermanos dejaron de lado la burla y comenzamos a discutir sobre lo que habíamos descubierto.
-Descubrí que la persona que ha estado robando lo ha estado haciendo por montos bajos-, dijo Fernando. -Por lo tanto, ha logrado robar una gran cantidad de dinero sin ser detectado-.
-Además-, intervino Diego, -este dinero está siendo transferido a una cuenta en el extranjero que está a nombre de una entidad anónima. Es casi imposible rastrearla-.
-Y lo peor es que la cuenta está incriptada-, agregó Eduardo, frunciendo el ceño. -No podemos acceder a más información sobre su propietario-.
Nos sumergimos en una discusión acalorada, cada uno aportando su punto de vista y tratando de encontrar una solución a este nuevo obstáculo que se nos presentaba.
Después de una larga jornada de trabajo tratando de resolver el problema del desfalco, me di cuenta de que, a pesar de todos los esfuerzos, no lograba sacarme a Valeria de la cabeza. Sus ojos, su sonrisa, su voz resonaban en mi mente como un eco constante, recordándome el encuentro en la cafetería una y otra vez.
Al terminar mi día laboral, que se extendió hasta las 7 de la noche, decidí volver al penthouse junto con mis hermanos. Al llegar, me tomé una ducha para relajarme y luego me acosté en la cama. A pesar de que normalmente tendría hambre a esa hora, esta vez no sentía el más mínimo deseo de comer. En su lugar, mis pensamientos estaban ocupados por la imagen de Valeria, recorriendo mi mente una y otra vez, como si no pudiera apartarme de ella ni siquiera en el momento de descanso.
________________________________________
Hasta aquí el cuarto capítulo, espero les haya gustado.
¡Gracias por leer! ❤
ESTÁS LEYENDO
Los 5 capos: Amor y Poder
RomanceEn las calles de la ciudad, los cinco hermanos Hernández dominan la mafia con puño de hierro. Cada uno es un experto en su campo: ~Alex, el líder astuto; ~Carlos, el estratega implacable; ~Diego, el negociador hábil; ~Eduardo, el ejecutor sin re...