Capítulo 12

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POV VALERIA

El lunes amaneció brillante y claro, pero con una sensación agridulce. Era el último día en la cabaña, y aunque una parte de mí estaba ansiosa por regresar a la ciudad, otra parte se resistía a dejar atrás este lugar lleno de recuerdos recientes y emociones complejas. Mientras me vestía, traté de no pensar demasiado en lo que había oído el día anterior. Me dije a mí misma que debía disfrutar del último día aquí, sin preocuparme por el futuro inmediato.

Bajé a la cocina y encontré a los hermanos ya despiertos y organizando el desayuno. Me recibieron con sonrisas y saludos cálidos, aunque noté que sus ojos reflejaban la misma mezcla de sentimientos que los míos.

—Buenos días, Valeria —dijo Alex mientras colocaba un plato de pancakes en la mesa—. ¿Dormiste bien?

—Buenos días —respondí, tratando de sonar animada—. Sí, dormí bastante bien. ¿Y ustedes?

—Igual —respondió Fernando—. Hoy tenemos planeada una excursión en kayak para la tarde. Creo que te gustará.

Sonreí ante la idea. —Suena divertido. Nunca he hecho kayak antes.

—Entonces hoy es el día perfecto para aprender —dijo Carlos, guiñándome un ojo.

POV ALEX

El desayuno transcurrió en un ambiente relajado. Intentamos mantener las cosas ligeras y evitar cualquier tema que pudiera incomodar a Valeria. No podía evitar sentir que algo había cambiado en ella desde ayer, pero no quería presionarla.

—Después del desayuno, podemos empacar nuestras cosas para que todo esté listo cuando regresemos de la excursión —sugirió Diego—. Así no tendremos que apresurarnos más tarde.

—Buena idea —dije—. Y Valeria, no te preocupes por nada. Nosotros nos encargaremos de la mayoría de las cosas.

—Gracias, chicos. Me están malacostumbrando —respondió ella con una sonrisa, aunque aún notaba una sombra de preocupación en sus ojos.

POV VALERIA

Pasé la mañana ayudando a empacar y ordenando mis cosas. Los hermanos estaban siendo increíblemente atentos, lo que me hizo sentir una mezcla de gratitud y nerviosismo. Quería confiar en ellos, pero la conversación que había oído seguía rondando en mi mente.

Finalmente, llegó la hora de nuestra excursión en kayak. Caminamos juntos hasta el lago, donde los kayaks nos esperaban. Cada uno de los hermanos se ofreció a acompañarme, pero finalmente decidí ir con Fernando, quien parecía particularmente emocionado por la actividad.

—No te preocupes, Valeria —dijo Fernando mientras me ayudaba a subir al kayak—. Es más fácil de lo que parece. Solo tienes que seguir el ritmo y disfrutar del paseo.

POV FERNANDO

Remar en el lago con Valeria fue una experiencia tranquilizadora. El agua estaba en calma, y el sonido rítmico de los remos golpeando la superficie tenía un efecto casi hipnótico. Me alegraba ver que ella comenzaba a relajarse y a disfrutar del momento.

—¿Qué te parece hasta ahora? —le pregunté, girando un poco la cabeza para mirarla.

—Es maravilloso —respondió ella, con una sonrisa genuina—. Me encanta estar en el agua. Es tan pacífico.

—Lo es —asentí—. A veces es bueno desconectar y estar en contacto con la naturaleza.

POV VALERIA

Los 5 capos: Amor y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora