Los Lawrence - [Durmiendo con el peligro] #2 ©

‡°•Capitulo 10 - Sacrificios•°‡

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Mantuve mi mirada en el suelo incapaz de mirar a Hannibal detrás de mí. Saber que él había escuchado todo hacia qué una sensación de ansiedad creciera en mi, sin saber que exactamente pensaba o si estaba molesto conmigo y me castigaría después de ésto.

Tomé una larga respiración antes de sentir como Hannibal me tomaba del brazo llevándome con él a un pasillo algo oculto y oscuro haciéndome temblar cuándo su cuerpo me acorraló contra la pared.

—Tú no quieres volver con ellos, puedo verlo en tu mirada cuando alguien mencionaba algo al respecto de ellos, no intentes engañarte, solo te estás convenciendo de cosas que no están allí.—Él dijo acercando su rostro al mío haciéndome sentir un tanto amenazada.

—Es mi familia por supuesto que quiero volver con ellos....—ni siquiera lo mire cuando dije esto y eso lo molestó.

—No, no lo quieres, solo estás actuando tal y como lo hacías con los demás, por qué estoy seguro que tú no quieres volver con tu padre, ¿o quieres que te haga daño?, sabes que conmigo estás más que segura, en mis brazos y en mi protección, sabes que prefieres mil veces estar conmigo a estar en las garras de tu padre.—Sus palabras cerca de mi oído me atormentaban fuertemente, haciéndome pensar en esas horribles cosas que evitaba.

Es cierto Sierra Walker.

Él nos descubrió.

—¡Pero tampoco quiero estar contigo!.

Mi voz fue fuerte y segura antes de subir mi mirada para finalmente mirarlo. con lo que había escuchado quedaba más que claro que mi destino podía ser peor o quizás un poco mejor con él que con mi familia.

—¿A si?, ¿incluso sabiendo que yo me estoy vengando lentamente por ti?.—Su voz ronca llenó mis oídos dejándome en un pequeño shock.

¿Él se estaba vengando por mi?.

—Haría más cosas por ti que sólo vengarme en tu nombre, pero está es mi demostración de que simplemente soy perfecto para tí, tienes que quedarte conmigo y lo sabes.—Podía escuchar su respiración alterarse un poco pero solo lo miré en silencio.

Parecía tener algo de súplica en sus palabras.

De verdad me quería a su lado.

—Hannibal....—Ambos escuchamos la voz de Laurence y nos giramos rápidamente para verlo de pie a unos pocos centímetros cerca de nosotros.— Tienen que bajar.

La voz de Laurence fue un poco suave de lo normal como si intentara descifrar de que habíamos estado hablando hace unos momentos.

Hannibal asintió con la cabeza y tomó mi mano llevándome con él escaleras abajo hacia la sala en la qué una de las chicas estaba llorando de impotencia, mientras que un hombre le gritaba casi en la cara, y ella solo podía quedarse callada.

—¡¿Eres sorda acaso?!, ¡no seas estúpida!.—Él hombre le gritó agitando la con fuerza sin importarle lastimarla.

¿Como es que todas estas mujeres llegaron a ser tan sumisas a estos hombres?.

Evangeline fauvel.

Miré en silencio a una de las criadas recogiendo al conejo que acababa de asesinar sin piedad alguna hace unos momentos. Podía sentir la mirada de las otras dos criadas detrás de mi, mirándome con miedo y terror.

No era nada normal que una dama de mi porte se sintiera satisfecha de cazar animales.

Normalmente la cazeria era para los hombres.