Los Lawrence - [Durmiendo con el peligro] #2 ©

‡°•Capitulo 30 - Nacido para matar•°‡

                                 {.....}

Hannibal Lawrence.

Odió a todos.

Odió a mi padre.

Odió a mis hermanos.

Odió a mi familia.

Pero de una extraña forma amé a mi madre.

Nací para matar.

O al menos se supone que es lo que hacemos en mi familia.

Somos psicópatas, locos, dementes, perturbados, oscuros, perversos.

Y todo tipo de palabras que puedas imaginar.

Somos monstruos desde la cuna y eso nunca cambiará.

Se que mi madre me amaba a pesar de sus acciones, y que intento matarme más de una vez.

No me importaba cuánto me lastimara verbalmente, pues tenía más que suficiente con una sola acaricia suya, o escucharla cantarme canc viejas de cuna para intentar dejarse de sentir culpable en asesinarme cada que podía.

Papá decía que se estaba volviendo loca.

Pero aún con eso se la follaba seguido porque tenía un fetiche con el hecho en que fuera bastante parecida a su hermana, Genevieve.

Incluso la dejo embarazada una vez aunque ella perdió a mi hermano después de que naciera y su depresión aumentó aún más.

Se sentía inútil y fracasada por no salir de allí y no ser capaz de cuidar lo que se suponía que debía.

Sus hijos.

Amaba a mi madre no solo porqué apreciaba su preocupación, la amanaba porque me gustaba saber que me estaba prestando atención, la amaba porque era la única que entendía mi extraña formar de querer.

Ni siquiera sabía si usar la palabra "amor" era correcto en mi situación.

Solo la uso porque suena más agradable así.

Me gusta lastimar personas y ese es mi máximo amor.

Con mamá es diferente.

Con ella solo me gusta verla mortificarse cada que se da cuenta que es una mala madre por no ser buena para mí.

Pero así me gustaba.

Me gustaba verla así por mi.

También me gustaba que no fuéramos tan diferente y que compartíamos cosas en común.

Aveces quería contarle lo que sucedía detrás de mis múltiples máscaras pero solo sería débilitarme y no quería eso.

Mi padre no me agrada para nada pero aún no intento asesinarlo.

Quizás porque aún no tengo la oportunidad.

En el fondo creía que él ya sabía todo lo que me hacía su hermano.

Y no intentaba evitarlo.

Por eso lo odiaba más que a nada.

Porque mientras que desde niño era violado y tocado, mi padre solo se concentraba en si mismo y en otros asuntos de la familia.