Capítulo 31

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Helia

No entendía nada, quien demonios era mi prometido y quienes demonios eran los dos chavales al lado de el en la fotografía que había visto, y no por ello menos importante, ¿Qué hacia yo en esta casa? Todo esto era de locos.

De repente la televisión sonó de fondo, dando una escalofriante noticia acera de un famoso inversor de bolsa hallado muerto en la enorme entrada de su mansión, se estaba volviendo el mundo loco o acaso el loco era yo.

Ignorando la horrible noticia que había sonado de fondo decidí seguir prestando atención a la imagen que previamente miraba.

¿Quiénes eran esos otros dos chicos?

Al sentir una sombra detrás de mi no me sobresalte, después de todo sabia a quien pertenecía esa calidez.

- ¿Quiénes son?- pregunté sin girarme.

- Mis hermanos- respondió serio acariciando mi hombro- Helia, escucha yo...

- No hables- puse mi mano sobre la suya y la quité de mi hombro- digas lo que digas no te creeré.

- Quiero explicarte porque te oculté mi vida antes de nuestra familia- suspire cansado al oírlo.

Hacia cinco años que nos conocíamos y teníamos un hijo de cuatro años, nuestro pequeño Edik, era lo mas bonito que había tenido jamás en la vida, aun recuerdo el día que nació, como yo gritaba y como Dylan desbordaba amor por cada poro de su piel mirándonos. Nuestro hijo llevaba desde hace unos cuantos meses en un internado, en el que estudiaría hasta los dieciocho, lo bueno era que podíamos ir a verlo en cualquier festividad y que pasaba verano y las vacaciones de navidad con nosotros.

Una lagrima cayó de mis ojos al entender que no sabia nada de la persona a la que aprendí a amar.

Porque si, quizás no era algo fácil de contar, pero para mi si, yo sabia que no quería a mi marido cuando me prometieron con él, pero el tampoco me amaba al principio, el amor nos llego con el tiempo, conociéndonos el uno al otro, aun que al parecer yo no conocía a mi futuro marido.

- Te escucho- aun que me mientas yo te escuchare.

- No quería que tu y nuestro pequeño supieseis de mi familia porque no quería que corrieseis peligro- ¿Peligro de que?- créeme ésta vez, es enserio.

- Pero ¿Peligro de qué?- pregunté sin entender nada aún.

- Peligro de que mi padre sepa que nuestro hijo existe- vi como se frotaba la nuca con resignación, gesto que solo hacía cuando estaba frustrado y le miré preocupado- verás, yo no me he criado en el ambiente tranquilo y sano que seguramente tú si.

Uy si, el mío sanísimo, un padre adicto al trabajo, una madre adicta al alcohol y una niñera adicta a robar, si el hogar de los sueños de todo niño, pero claro como de cara a la sociedad dábamos otra imagen.

- Supongamos que me puedo hacer una idea de lo que es un hogar de mierda, ¿Porqué no quieres que tu padre sepa que nuestro hijo y nuestro matrimonio existen?- eso olía realmente feo- Espera, ¿Te avergüenzas de nosotros?- me dolió pensar eso por un momento, quiero decir, no hubiese imaginado eso de Dylan jamás.

- ¿¡Que!?¡No!- cuando le oí alterarse tanto supe que no era el caso, ¿Entonces que era?- En mi familia hay como una "tradición" en la cual los dos hijos mas mayores de la familia si o si estudian en una escuela que construyó mi padre llamada "Gods Hill"- vaya nombrecito- pero no es una escuela normal, es más parecida a una escuela militar que otra cosa.

Espera... Acaso...

- ¿Acaso tu asististe a esa "academia"?- pregunte alejándome un par de pasos de el en cuanto asintió con pesar.

En estos momentos no sabia quien era la persona delante de mi, el padre de mi hijo era una persona dulce y atenta, no era ni imaginable que pudiese llegar a ser una persona violenta.

- Entonces es de suponer que eres el mayor de tus hermanos- analice aun en shock.

- En realidad soy el mediano- dijo con desdén mirando la foto en la que salía con sus dos hermanos- el mayor es Dimitri...- sonaba tan desolado al pronunciar ese nombre- Es la mano derecha de mi padre.

Eso había sonado extrañamente mal, sonaba como a rabia comprimida, una rabia que jamás me había mostrado, igual que otras muchas facetas de él que al parecer no conocía pese a llevar cinco años juntos.

- ¿Qué mas me has ocultado de ti, de tu familia, de tu pasado?- mi pregunta dejo claro que mi miedo se había ido y en su lugar se había instalado la rabia.

- Prometo contártelo mas tarde, pero ahora vendrá mi padre y tienes que estar listo- ¿Qué clase de señor era su padre para que él le tuviese lo que parecía ser miedo?

Se acercó a mi acariciando mi rostro con delicadeza como siempre lo había hecho y dejó en mis labios un suave beso lleno de cariño.

- Suerte con él, mi tiburón- en cuanto dijo eso supe que esta supuesta negociación no sería nada fácil.

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¡¡NUEVO CAPÍTULO!!

Ésta vez debo admitir que he tardado más porque el SPIN-OFF de MÍO me absorbió por completo, me venía idea tras idea y no podía perder esos brillantes momentos de inspiración.

Espero que este capítulo tambien os guste mucho :3<3

MÍO [𝘖𝘔𝘌𝘎𝘈𝘝𝘌𝘙𝘚𝘌]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora