MÍO [𝘖𝘔𝘌𝘎𝘈𝘝𝘌𝘙𝘚𝘌]

Capítulo 10

Bruno

Estaba sentado en mi cama descalzandome cuando de repente mis tripas empezaron a rugir.

Me daba auténtica pereza ir a pregúntarle a mi prometido si quería comer también, pero solo por educación lo haría.

Caminé por el pasillo de la segunda planta de mi piso hasta llegar a la puerta del cuarto que actualmente era de Adam y me sorprendió ver que la puerta estaba cerrada. Con sumo cuidado abrí la puerta, al parecer conseguí que no me escuchase.

Adam estaba en la cama tumbado boca abajo apoyado sobre sus codos mientras hablaba por teléfono y jugaba con un mechón de su pelo.

— No sé si creer eso— le escuché responder mientras veía como escapaba una pequeña sonrisilla de sus labios.

Creo que era la primera vez que lo veía sonreír.

— Enserio Max— ¿Max?— no sé como ustedes pueden ser amigos— quedé completamente petrificado en la puerta de la habitación de Adam— son totalmente opuestos, tú eres bueno y amable— sentía mi sangre hervir por momentos— y Bruno es frío, huraño, borde.

Cuando se tumbó boca arriba se dió cuenta de que yo estaba allí y su rostro se quedó pálido a la par que su sonrisa anterior desaparecía.

— T-te t-tengo que c-colgar, l-luego hablamos...— dijo con auténtico miedo en su tono colgándole el teléfono a Max.

— Venía a preguntarte si ibas a cenar, pero ya veo que estás...— miré su móvil el cual estaba sobre su cama vibrando, al parecer lo volvían a llamar— ocupado.

— Oh gracias— miró con nervios la pantalla del teléfono y volvió a mirarme a los ojos.

— Bueno, baja cuando quieras— dije saliendo de allí y cerrando la puerta tras de mí.

En parte entendía que me temiese, después de todo me había comportado de una forma muy grosera con él a causa de el alcohol, mis padres, el hecho de que es un desconocido y aún así es mi prometido...

Agh..., Pensar en esto es realmente frustrante, tan siquiera se me ocurre algo bueno en esta situación.

Entré en la cocina y puse agua a hervir para hacer unos tallarines. Mientras el agua comenzaba a hervir fui cortando el pollo; eché los tallarines en el agua y en una sartén empecé a hacer el pollo, una vez lo tuve todo hecho lo mezcle en la olla junto a la nata y la verdad tenía bastante buena pinta, olía muy bien.

— Vaya, no sabía que supieses cocinar— cuando oí esa voz provenir del comienzo de la escalera me sorprendí.

— Bueno, nos conocemos de hace solo cuatro horas, creo que es normal que no sepas nada de mí aún— en cuanto respondí vi como bajaba de nuevo la vista a sus manos.

— Pensé que a los niños ricos os lo daban todo ya hecho— sonreí con burla al oírlo llamarme niño rico cuando él también pertenece a la alta sociedad.

— Te recuerdo que tú también eres un niño rico— dije mientras ponía ambos platos sobre la isla de la cocina para que nos sentasemos a cenar.

— Pero yo en cierto punto de mi vida fui pobre, tu no— cuando vi la amargura con la que miraba el plato entendí que no era un tema muy cómodo para él a la hora de hablar.

— En eso llevas razón— respondí comiendo de mi plato.

— Y bueno— interrumpió de repente con una radiante sonrisa— ¿Que más sabes hacer a parte de cocinar?— me sorprendió lo positivo que podía llegar a ser este niño.

— Pues sé redactar informes para mí padre sobre la empresa familiar, aún que claro yo también tengo una empresa propia aún que también pertenece al grupo de empresas de mi padre ésta la dirijo yo, así que es bastante trabajo el que hago— noté que mientras hablaba me había estado escuchando atentamente.

— ¿Y como se llama tu empresa?— preguntó metiéndose a la boca una gran cantidad de tallarines, parece que su apetito era más grande que él.

— W.O Animation— en cuanto dije eso empezó a toser descontroladamente.

Le di un vaso de agua, el cual bebió de un solo trago y me miró directamente a los ojos con absoluto asombro.

— ¿¡Es enserio!?— asentí como respuesta a su pregunta y al ver mi respuesta sus ojos comenzaron a brillar con ilusión— Me encantan todos los animes de tu compañía, son geniales, los vería todos una y otra vez sin dudarlo— quedé atónito ante aquellas declaraciones— aún que sin duda mi favorito es Demon Captor, es genial.

— Wow— expresé con sinceridad— no sabía que mi prometido también iba a ser mi fan.

— No soy fan tuyo, soy fan de Demon Captor— dijo haciendo un puchero con orgullo, lo cual me sacó una pequeña risa.

Quizás Adam no sería tan mala compañía como yo pensaba...