El sol estaba apunto de ocultarse, el cielo naranja iba ser cubierto por un suave manto oscuro y destellos brillantes, había sido un cálido día, pero no para un omega que se encontraba al borde del desespero arrullaba a su bebé con su dulce encanto, que más que un dulce canto parecieran lamentos, lloraba junto a su bebé, no sabía que más hacer, que decir ya había hecho todo pero no era suficiente pera calmar sus gritos.
—No lo entiendo, que mas quieres bebé... por favor. - Empezó a repartir caricias en esas pequeñas mejillas hinchas limpiando el liquido de las lagrimas que resbalaban de ellas. —Por favor... ya no llores.
Aveces se sentía tan tonto, tan ingenuo, siempre se culpaba por sentirse tan vulnerable, por haberse dejado engañar por culpa de sus pobres sentimientos, creía a ver amado a ese alfa y que el lo amaba a el, que serían felices juntos, pese a las adversidades, las leyes, sus familias, pensó que lo elegiría a el, a ellos, pero que grave error.
Stolas si estaba dispuesto a afrontar los problemas que se les hubieran presentado en su relación y cuando supo que estaba embarazado, fue el mejor día de su vida, lastima que las promesa que le dio el alfa cuando supo que él estaba en cinta, esas promesas tenían doble filo, pues de un día para otro lo dejo con todo ese amor en sus manos sin saber que hacer, sin saber como actuar. El omega estaba dispuesto de dejar todas sus comodidades, su vida de riquezas, con tal de formar su pequeña familia al lado de la persona que amo, lastima que el otro no estaba preparado para darlo todo como el y era falso cuando decía que dejo sus sentimientos en las profundidades del olvido, donde las sombras se entrelazan y el recuerdo se pierde, pues solo se mentiría así mismo ya que al ver el rosto de su pequeña Octavia recordaba lo que alguna vez vivió con esa persona.
—Joven Stolas se encuentra bien?. - La voz de un omega que se aproximaba a la habitación hizo que saliera de sus pensamientos, percatándose que su bebé aun seguía llorando y el no hacía mas que lamentarse, se sentía tan patético de no ser una buena madre, pero no podía culparse, era muy joven, nadie nace sabiendo ser una.
—Perdón que lo interrumpa joven, pero el amo Paimon me dijo que viniera a calmar los lamentos de la bebé, ahora tiene una pequeña reunión y no quiere nada de ruido.Claro, su padre, como si le importara si su hija viviera. Cuándo se enteró que estaba en cinta lo obligó a deshacerse de ella, lucho tanto para que eso no pasará, para que no le quitarán a su cachorra de su vientre, llegando a un trató con su propio padre, llegando a un acuerdo de que todo el proceso de gestación se mantuviera oculto por la prensa nadie debía saberlo y que se casará con la hija mayor de los Girard, Stella, ni siquiera la conocía el único día que la vería por primera vez sería cuando tenga que firmar el acta de matrimonio, el ya había aceptado esa condena pues el monarca de los Goetia no quería que Stolas fuera señalado, eso mancharía el su apellido, sus empresas y sus círculos sociales.
—Por favor Moxxie . - Ya resignado le entrego a la bebé en sus brazos para ver si el podía hacerla dormir al fin.
El omega al recibir a la bebé la colocó en su hombro y le proporcionó leves palmaditas en su espalda haciéndola eructar, por la leche que le habían dado de cenar, por eso estaba tan inquieta, quería liberar sus gases, Stolas se volvió a sentir tan tonto de olvidar ese detalle importante, vio como el trigueño empezó a arrullar el cuerpecito que cargaba logrando calmarla y haciendo que sus ojitos poco a poco se fueran cerrando.
—Como pude ser tan tonto de olvidar eso.- se llevó una mano en la frente por el estrés.
—No se preocupe joven, yo estoy aquí por si necesita mi ayuda.- Con paso lento se dirigió a la cuna violeta depositando a la pequeña en su colchón y tapándola por completo. —Para eso estoy, para servirle.
—Como lo haces.
—Hacer que disculpe.
—Eso. - irritado señaló la cuna donde se encontraba su hija. —Yo nunca pude controlar su llanto, pero contigo es diferente, a veces siento que te busca con la mirada y conmigo pues.. Como sabes tanto, tienes hijos?
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Lost Revolution | RadioApple
RomanceLucifer Morningstar, un joven liberal, abierto a nuevas ideas aveces piensa que nació en el lugar equivocado puesto que en Nueva Orleans, si un omega no encuentra a su destinado a partir de los veinte años, cualquier alfa es libre de pedir su mano...