Murmullos y gritos se habían presentado en el salón, al ver la escena de desespero del alfa castaño al estar discutiendo con los invitados que había traído su prometido.
-Escúchame, cálmate, nosotros después de la cena no lo volvimos a ver- Dijo Angel que se puso adelante del beta separándolo de Adam, porqué si no lo hacía y por poco se ponen a pelear ahí mismo.
-Uno más - agarro con brusquedad la muñeca del omega, este no entendía a lo que se refería, pero percibía que su atacante estaba botando sus feromonas cosa que hacía a sus piernas temblar, su pareja, al ser beta no pudo percibir el aroma agrio que estaba asustando a Angel
-El me dijo que invitaría a tres, ustedes son dos y hace poco vi que estaban hablando con alguien más, ustedes no son de codearse con esta gente, QUIÉN ERA EL - Adam había gritado usado su voz de alfa, haciendo caer al piso al pecoso, todas las miradas estaban posadas en el, Angel no pudo sentirse más humillado en ese momento, pero no le importo, si esta era la persona con la que se iba casar Lucifer, estaba muy feliz que haya escapado o al menos desaparecido por un momento y si era verdad que se encontraba con Alastor, este igual no le diría nada.
La situación era lamentable, Husk se encontraba forcejeando con el alfa y este detenía su acercamiento con la mano izquierda, con la derecha jalaba el cuerpo de Angel como si de un trapo se tratara, el aún seguía en el piso.
No bajes la cabeza, levántala alta. Angel, tu estas preparado para mejores cosas.
Las palabras que hace tiempo le había brindado Lucifer, volvían a resonar en su cabeza.
Si Lucifer creé en mi, yo también debería empezar a hacerlo
Se dio así mismo palabras de aliento, tomo aire y se abalanzo encima del alfa, sin importarle si este le ganaba o lo golpeaba, el alfa había echado para atrás al beta para tener sus manos libres y con ambas intentaba separar al omega que lo había tumbado al piso y puesto en su encima, el rubio se encontraba arriba de el clavándole las uñas en sus mejillas, intentando débilmente arrancarle la piel, cosa que por su fuerza sabía que no sucedería, pero al menos quería dejarle una marca para recordarle que nunca más vuelva a tocarlo y el alfa elevó ambas manos para apretar el pequeño cuello del omega, intentando ahorcarlo.
Con la ayuda de Husk y Michael, habían logrado separar a esos dos que parecían gallos de pelea en el piso, la sangre corría por las mejillas de Adam a causa del rasguño y el menor no paraba de toser por la fricción que habían hecho en su cuello. A su al rededor solo habían murmullos de disgusto y desaprobación a tales comportamientos, esto solo causo el enfado de Sera, quien por fin se acercó a protestar.
-Ya fue suficiente, donde esta Lucifer- la cara de la omega mayor reflejaba enojo, no podía creer que en la propia pedida de mano ese omega desapareciera, también por el escenario que había armado su hijo, se suponía que el matrimonio era una estrategia para que madurara pero aun sigue con sus comportamientos primitivos.
-NO SABEMOS- Aún cuando le faltaba el aire el rubio no se iba dejar ser más humillado y le grito en toda la cara a la mayor, Sera hizo una señal a los sirvientes para que echaran a esa pareja a la calle.
Los dirigieron a la calle, los empujaron y cerraron las rejas principales atrás de ellos como si de rateros se trataran, el omega seguía reincorporando la respiración una vez afuera, sentía que su corazón iba salir del pecho, hasta que sintió las manos del beta acomodar y limpiar su vestido, también volviendo a ponerle un arete que se le había caído en el piso.
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Lost Revolution | RadioApple
RomanceLucifer Morningstar, un joven liberal, abierto a nuevas ideas aveces piensa que nació en el lugar equivocado puesto que en Nueva Orleans, si un omega no encuentra a su destinado a partir de los veinte años, cualquier alfa es libre de pedir su mano...