Las puertas de la casa de los Morningstar se abrieron de par en par entrado así un omega, su cara no podía ser más vidente estaba lleno de irá, asu espalda lo estaba siguiendo el alfa mayor, protestando por las actitudes nefastas de su hijo en plena confirmación de matrimonio improvisada.
Los dos llegaron a la sala principal donde se encontraba una mujer omega de cabellos largos dorados y piel blanquecina estaba demasiado sorprendida al escuchar a su esposo decir palabras absurdas eh hirientes al menor, quería protestar, pero sintió un fuerte y a la vez un cálido golpe de un pequeño cuerpo contrario juntandose con el suyo.
Lucifer no estaba tratando de huir de su padre ni siquiera lo estaba escuchando, él solo estaba buscado a Layla su madre y la encontró. Así que al verla había corrido a sus brazos, buscando su protección y el calor de maternal que necesitaba en esos momentos, también inhalaba desesperadamente buscando ese olor que lo tranquilizara, ella lo entendió todo, entendió porque su hijo temblaba y posiblemente lloraba en su pecho, así que soltó sus feromonas para calmar el miedo de su cachorro.
Así pasó, al desprender ese olor tan característico y único a uvas con miel de madroño, el pequeño omega se tranquilizo pero su agarre todavía era firme pues no quería que el alfa mayor vea lo débil que estaba por su culpa y piense que ganó está vez. La mujer solo levantó su mirada para ver a su esposo con desaprobación y él que se había callado al ver esa escena, no sabía que decir, no les salían las palabras.
La mayor sabía que la única razón por la que estaba pasando esto, era porque habían puesto la mano de su retoño en un contrato de compromiso por bienes financieros y legales , no podía significar otra cosa, ella siempre admiró a Lucifer por su forma de ver la vida desde muy niño, pese a ser de casta baja y en una ciudad de ideas cerradas, sabía que para él no había otra cosa más importante que sentirse libre, que él mismo puediera llevar las riendas de su vida y nunca tener una sombra que le diga que hacer o que decir, lo admiraba, porqué a ella le hubiera gustado tener esas mismas ganas, antes de ser desposada y marcada por aquél alfa.
-Que escena para más deplorable- se escuchó un ruido de tacones que terminaba de bajar las escaleras, una beta con un bebé en brazos. Se trataba de la hija del medio de los Morningstar.
Que desde un inicio de que llegaron los dos y por la bulla del azote de la puerta había bajado a ver qué pasaba, pero se quedó en cautela observando todo, no queria meterse pero su impotencia al ver que su padre sumiso, la impulsaba a hacerlo, sin importarle el estado de su hermano o que su bebé se encontraba durmiendo en su pecho, siguió hablando.
-De mamá lo puedo esperar, pero de tí padre?, vas a dejar que Lucifer haga lo que quiera, que se imponga a ti? Y te vas a sucumbir a un par de lágrimas - camino hasta estar cerca de todos viendo con enfado al hombre mayor.
El menor se desprendió del agarre de su madre y se puso a su lado ya se sentía mejor, no había llorado y su cara no reflejaba ninguna emoción pero se quedó viendo a su hermana para ver qué más tenía que decir antes de contestarle. Pero el alfa decidió hablar primero.
- Tu no te metas Emily, tu hermano mayor desposo una muy buena omega de posición y a ti te dejamos vivir tu vida por ser una beta, no tenías leyes ni autoridad para estar sobre tu persona, pero valla, mira como saliste- boto las palabras como si de cuchillos se trataran, ella no tenia porque interferir en estos problemas y menos subestimar su autoridad como monarca de esta familia, ella solo gruño internamente sabiendo a qué se refería.
-Solo digo que Lucifer, esta siendo egoísta- desvio el comentario de su padre por muchos motivos, el omega menor ya no aguantaba recibir más amenazas o insultos hacia su persona que venía oyendo desde la exhibición de arte. Así que acercó a ella bruscamente
-YO EGOÍSTA? CREES QUE QUIERO SER COMO TÚ Y DEPENDER DE UN ALFA - cada vez aceleraba sus pasos y Emily retrocedía hasta llegar a la pared estaba asustada y aferrándose a su bebé que ya se estaba empezando a revolverse en sus brazos, amenazando con despertase, al omega no le importo nada en ese momento y prosiguió hablando.
-ESTOY ARTO DE ESTO Y TU SOLO ME ATACAS, NO ES MI CULPA DE QUE NO HAYAS PODIDO RETENER A UN ALFA POR SER UNA SIMPLE BETA, PERO ES- - sintió un fuerte ardor en su mejilla izquierda que le había volteado su cara, entonces fue cuando comenzó el llanto agudo de él bebé que había despertado por los gritos.
-YA BASTA- Ambos omegas de ese salón temblaron, Layla madre de los chicos había caído al piso de rodillas y Lucifer temblaba pero permanencia firme, por no hacerlo, por no caer.
Azarias había usado su voz de alfa dominante, para calmar todo el circo que su hijo estaba armando. Él al contrarió de decir o pedir disculpas, se encamino corriendo a su cuarto, dejando atrás el llanto de su sobrino y los gritos del monarca de la casa.
Habría sido horas desde esa incómoda charla familiar, el omega en su cama se encontraba dando vueltas y no podía conciliar el sueño no sabía ni que hora era. Tomo su celular que estaba al lado de la lámpara decidido a quién iba a llamar.
Uno, dos, tres y se iba a buzón de voz.
Volvió a intentar hasta que al fin contestó.-Angel?- estaba feliz de que le allá contestado, no era porque se hallan distanciado, siempre de ves en cuando se veían y son buenos amigos, incluso desde que el pecoso había dejado la preparatoria para irse con ese alfa que tenía actualmente como pareja, personalmente a Lucifer no le agradaba para nada Valentino, aunque no iba a menudo a su sitio de trabajo, porque no le gustaba ver los actos carnales que realizaban los omegas por dinero, como si de muñecos se trataran.
Pero las pocas veces que iba a visitar a Angel al cabaret veía las actitudes agresivas de como lo trataba el dizque ser su alfa. No apoyaba esa relación pero lo veía tan aferrado a él, aunque eso es lo que él creé.
-LUCI PERRA LOCA- dijo entre risas el pecoso, escucho a duras penas como el contrario le contestaba. Había una enorme bulla en el local, volteo a ver a su alfa y ahí estaba con los que le administraban ciertas cosas, para el deleite del público, estaría ocupado, así que decidió irse al baño para poder escuchar bien a su amigo.
Husk desde la barra vió a su amante entrar al baño, quería conversar con él o talvez algo más, aprovecho que el jefe del local estaba cerrando su contrato con esos provedores, esperaba para escabullirse en el momento perfecto.
.Minutos después Valentino había cerrado el contrato de sus productos. Ahora estaba buscando a Angel para cerrar el cabaret.
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Lost Revolution | RadioApple
RomanceLucifer Morningstar, un joven liberal, abierto a nuevas ideas aveces piensa que nació en el lugar equivocado puesto que en Nueva Orleans, si un omega no encuentra a su destinado a partir de los veinte años, cualquier alfa es libre de pedir su mano...