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El grupo conformado por Madagascar, Esuatini y Angola se encontraba en completo silencio. El malgache trataba de encender una fogata, ya habían perdido el día, y no seguirían buscando por la noche.

El suazi no sabía que hacer, por momentos veía al angoleño, tratado de entender cómo se encontraba en ese momento. En otros momentos veía a Madagascar, incluso llegó a pensar en ayudarle a encender la fogata, pero... Simplemente no se concentraba del todo.

Angola simplemente estaba en silencio, sentado, viendo al suelo. No podía dejar de pensar en lo que había pasado hace un rato. ¿Por qué ese recuerdo llegó tan de pronto?... También pensaba en José. Solo Dios sabría que estaría pasando el pobre niño. ¿Estaría bien?, ¿Estaría asustado?....

Además estaba en silencio, debido a que tenia vergüenza...Le apenaba mucho el hecho de que lo hayan visto...llorando.

--¡Al fin!--
Exclamó Madagascar, levantando los brazos para celebrar: había logrado encender el fuego.

El suazi sonrió levemente.

--Lo siento.--
Soltó de pronto el angoleño.

El malgache y el suazi lo voltearon a ver.

--¿Sentirlo?, ¿Por qué lo sientes?--
Preguntó Esuatini extrañado.

--Por retrasarnos...Y bueno...ser tan dramático.--
Contestó desviando la mirada. El no era de disculparse, pero sentía que debía hacerlo.

--¿De que hablas?, no hay nada por lo que tengas que disculparte.--
Contestó el suazi.

--Y un ataque de panico no es ser..."dramático"...--
Mencionó Madagascar.

--¿Puedo preguntar...a qué te referías en específico con lo que decías..?--
I

nterrogó Madagascar, no muy seguro de la pregunta que acababa de hacer.

El angoleño se quedó frío, el recuerdo llegó a él nuevamente como un cubetazo de agua fría...

Y la culpa volvió a él.

--Creo que no fue buena idea preguntar--
Dijo Esuatini mirando preocupado al angoleño. El malgache se encogió de hombros y se acercó al luso.

--Lo siento...No es necesario que contestes...--

--Fue algo que pasó cuando aún éramos niños...--
Comenzó a hablar el luso.
--La...mayor parte del tiempo yo cuidaba a Cabo Verde y a Mozambique, ya que Portugal estaba en Europa...Hubo una ocasión en que...Bueno...le preste más atención a Cabo Verde, y Mozambique salió en ese tiempo. Cuando nos dimos cuenta, comenzamos a buscarlo. Cuando lo encontramos....D-digamos que a la gente no le gustó mucho que paseara por un barrio donde vivía gente de dinero...Creyeron que había ido a robar, Y lo golpearon, luego simplemente lo dejaron tirado por ahí.--
Explicó desviando la mirada.

Los otros dos se mostraron preocupados y Madagascar algo asqueado.

--Pero...Angola, Eso no fue tu culpa...--

--Le llevas como tres años a Mozambique y 5 a Cabo Verde...Eras un niño cuidando de otros niños...--
Musitó Esuatini.

--Eso no quita que estuvieran a mi cargo...Y simplemente por un maldito descuido mío...Mozan quedó con un trauma...Aveces siento que no soy un buen hermano...--

--¿Qué no eres un buen hermano?, Angola, De ti estos días solo he visto como te preocupas por tu hermano y que simplemente no quieres, ni puedes dejar de buscarlo. Literalmente estamos cruzando varios países, sin permiso, para que puedas encontrarlo. ¿Eso te parece de un mal hermano?...Lo que pasó ese día no fue tu culpa. Eras un niño, tu mismo lo dijiste... además, no puedes controlar las acciones de las personas...--
Dijo poniendo su mano sobre el hombro del luso.
--Deja de echarte la culpa por todo lo malo que pasa, Angola.--

En Busca De Un Africano | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora