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El grupo caminaba, tratando de mantenerme el mayor silencio posible. No querían llamar la atención de nadie.

A palabras del congoleño, ya casi llegaban a la residencia de su capital.

Angola iba casi a regañadientes. Recién estaba tratando de aceptar ayuda de otra personas...¿Pero de Congo?, ¡Por favor!, ¡Era ridículo!

Por su parte, Madagascar parecía estar más feliz con la presencia de la excolonia belga, demostrandolo con el acto de no callarse por más de 6 minutos.

El congoleño se mostraba serio, aunque realmente le gustaba que hablara con él...
Casi nadie lo hacía normalmente...

Esuatini simplemente caminaba en silencio, pensando en si podrían lograr el objetivo...

¿Realmente eran tan buenos para eso?

--Oye, Congo...¿No te gustaría acompañarnos?--
Habló de pronto Madagascar.
El angoleño se sorprendió bastante ante lo dicho, y Esuatini solo se encogió de hombros, ya sabía que Madagascar haría eso.
--Nos vendría bien un doctor --

--¿¡Eres doctor!?--
Exclamaron Angola y Esuatini al unísono.

El congoleño suspiró.

--Llegamos.--
Dijo RDC.

--¿Ya?, ¿Tan rápido?...WOW.--
Musitó Madagascar, y sonrió levemente.

Tocaron a la puerta, y luego un corto tiempo, abrió una mujer, quien los miró con confusión, hasta que notó a Congo.

--¿Congo?, ¿Que haces aquí?...Casi no me visitas.--

--Lo sé...Pero...Hay personas que necesitan de tu...ayuda.--
Se encogió de hombros. No le gustaba pedir ayuda a personas con las que no hablaba mucho.

--Ghm. ¿Que tipo de ayuda?--

--Llevarlos a Guinea Ecuatorial.--

--...¿Para que?--
Se mostró algo confundida.
¿Que coño querían hacer allá?

--Ghm...Queremos buscar a mi hermano y otros countries.--
Dijo Angola.

La capital lo miró mal unos segundos y suspiró.

--Veré que puedo hacer. Aunque ojo, no lo hago por ti, Angola. Lo hago por Congo y porque al parecer es emergencia --

Bien, ya tenían transporte.

--Congo. ¿Puedo hablar contigo?--
Dijo el malgache.

--...Si.--

[...]

El peruano y la zambiana seguían a Brasil, quien había logrado hacer que avanzarán aunque sea un poco.

Mientras avanzaban, vieron una figura, que parecía estar herida.

--Dios...¿Crees que...?--

--...¡Kenia!--
Exclamó la zambiana, corriendo a ver qué le pasaba al keniano.

El chico se tensó ante el grito, rápidamente se giró y al ver a alguien corriendo tras él, rápidamente trato de correr. Pero fue rápidamente alcanzado por la mujer, quien prácticamente se lanzo sobre él.

En Busca De Un Africano | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora