MI DULCE PSICÓPATA

CAPITULO 1

Vivir sola en un lugar desconocido apesta. Familiarizarse con personas desconocidas apesta

¿Pero sabes que es lo que más apesta?

Cuando tus padres no pueden aceptar el hecho de quién eres y lo que realmente eres.

Nací intersexual. Tengo un cuerpo femenino, una cara femenina con hermosos rasgos faciales. Quedaba más que perfecta para ser modelo en una revista mostrando mi belleza excepto por mi p3ne y mis testículos en lugar de una vagina. Eso enfriaría a cualquiera.

Mi mamá, la persona que del todo no podía aceptar mi identidad, trató de convencerme de tener una cirugía de reasignación de sexo, pero me negué. Además, es inútil.   El doctor nos dijo que incluso si me hiciera una cirugía no cambiaría el hecho de que por dentro soy un chico, no tengo útero ni las otras cosas que tienen las chicas.

No puedo dar a luz a un hijo aunque tuviera una vagina. Pero si tengo la habilidad de embarazar a alguien y de esa forma tener a mi hijo. Jejeje.

He aceptado lo que soy y quién soy. A pesar de que hemos estado en muchos lugares y la gente parece discriminarme por ser diferente.

Desde que fuí acosada en mi anterior escuela porque mi estúpido ex novio se espantó al saber de mis genitales masculinos y acusarme de ser un travesti, mis padres me hicieron volar desde Britania hacia Thailandia en Bangkok.

Mi prima, Yuki Park, vive aquí, y su padre que es el primo de mi madre, es el dueño del colegio donde estaré estudiando. Y aquí estoy, inscrita en el segundo semestre.

Mi mamá quiere que cambie y acepte que soy una mujer, aún cuando tengo las necesidades de un hombre. Ella solo no lo entiende.

Ella realmente cree que integrándome en un colegio de señoritas cambiará quien soy. Bueno, adivina qué, eso solo lo empeorará.

Definitivamente me divertiré soportando la dolorosa erección en mis pantalones.

Conecto mis audífonos mientras empiezo a reproducir mi playlist. Mi cabeza se mueve al ritmo de la canción.

Cierro los ojos y meneo las caderas, viviendo mi momento en la calle. No tomo ningún autobús ni ningún otro transporte, ya que la escuela está cerca de mi apartamento. Una caminata de 15 minutos bastará.

Minutos más tarde y por fin veo esa enorme puerta con múltiples estructuras del edificio pintadas de blanco y azul celeste. Varias alumnas están entrando.

Algunas van en grupos, otras en compañía, y las solitarias con las
que me identifico. También llevo el mismo uniforme que ellas.

Blazer negro, por dentro una camisa blanca con corbatin rojo de rayas grises, más la falda también del mismo color. Para completar el uniforme usamos medias oscuras y zapatos negros.

Entro en la escuela y busco a alguien conocido. Pero no veo a ninguna Yuki Park. En cambio, las alumnas se dedican a observarme, así que les sonrío.

Pero se sonrojan y apartan la mirada. Supongo que soy muy atractiva ¿No?
Yuki me prometió darme un recorrido por la escuela. Pero supongo que las promesas se hicieron para romperse, ¿no? Además, sé que es una persona ocupada ya que es una de las miembros del consejo estudiantil.

Aparte, es muy activa en la escuela y tal vez esté haciendo algo ahora mismo y se haya olvidado de mí. Saco mi teléfono para enviarle un mensaje a Yuki.

*"¿Becky Armstrong?"

Me doy la vuelta y veo a una mujer con cara de felicidad señalándome con su dedo índice. Lleva la camisa puesta con el traje del colegio atado a la cintura.