El sol de la tarde acariciaba las calles empedradas de Florencia mientras el taxi se abría paso entre el bullicio del tráfico. Me encontraba en Italia, una tierra llena de arte y cultura que siempre había soñado visitar. Cada edificio parecía contar una historia, y el aire estaba impregnado de creatividad. A mi lado, mis compañeros de trabajo y mi leal secretaria, Anne, compartían la emoción, puesto que este era el inicio de una evolución que prometía mucho tanto para el arte como para nuestras carreras.Nuestro destino era uno de los hoteles más bonitos y lujosos de la ciudad, un lugar majestuoso que prometía ser el refugio perfecto para nuestra estancia. El taxi se detuvo frente a un edificio impresionante, con una fachada de mármol blanco y columnas imponentes que hablaban de tiempos antiguos y glorias pasadas. Al bajar del taxi, respiré profundamente, dejándome envolver por el aroma a lavanda y a piedra antigua calentada por el sol.
Dentro, el vestíbulo del hotel era una mezcla de elegancia moderna y encanto clásico. Los techos altos, decorados con frescos y candelabros de cristal, se combinaban con muebles contemporáneos en tonos neutros y dorados. Sentí la emoción crecer en mi pecho mientras recorría el lujoso espacio. Este lugar, con su opulencia y belleza, sería nuestro hogar durante los próximos días, un santuario en el corazón de una ciudad vibrante y llena de inspiración.
Anne, siempre eficiente, se encargó de nuestro registro y de organizar nuestras habitaciones. La mía era una suite amplia y luminosa, con grandes ventanales que ofrecían una vista espectacular de la ciudad. Desde allí, podía ver los tejados rojos de Florencia y, a lo lejos, la imponente cúpula del Duomo. Anne me ayudó a desempacar mis pertenencias mientras yo me preparaba mentalmente para la velada. Mi vestido rojo, seleccionado con cuidado antes del viaje, estaba colgado en el armario, esperando a ser estrenado.
-Scarlett, todo está listo -dijo Anne con una sonrisa-. ¿Necesitas algo más antes de prepararte?
-Gracias, Anne. Creo que estoy lista para enfrentar esta noche -respondí, sintiendo una mezcla de nervios y excitación.
Con el vestido rojo que resaltaba contra el fondo dorado de la habitación, me miré en el espejo, asegurándome de que cada detalle estuviera perfecto. Mis rizos rojos caían en cascada sobre mis hombros, y mis ojos verdes brillaban con anticipación. Anne, siempre atenta, me ayudó con los últimos retoques, asegurándose de que todo estuviera en su lugar.
El reloj marcaba la hora de partir. Con paso decidido, salimos del hotel rumbo a la "Galleria D'Arte Eterna". El aire de la noche era fresco y lleno de promesas, y las luces de la ciudad brillaban como estrellas en el cielo nocturno. La galería, con su fachada imponente y sus grandes ventanales iluminados, parecía un faro de creatividad en medio de la oscuridad.
Dentro, la atmósfera era de elegancia y sofisticación. La música suave de un cuarteto de cuerdas flotaba en el aire, mezclándose con el murmullo de las conversaciones y las risas distantes. Las paredes estaban adornadas con obras de arte de artistas de renombre y prometedores talentos, cada pieza cuidadosamente seleccionada para crear un ambiente de belleza y reflexión.
Mientras avanzaba entre la multitud, saludando a otros artistas y admiradores, sentí una mezcla de orgullo y humildad. Estar aquí, en este lugar, rodeada de tanto talento y pasión, era un sueño hecho realidad. Pero sabía que esta noche no se trataba solo de admirar el arte; era también una oportunidad para demostrar mi valía, para dejar una huella en este mundo competitivo y fascinante.
Anne y mis compañeros de trabajo se dispersaron por la galería, cada uno encontrando su propio espacio para explorar y conectarse con otros. Yo me dirigí hacia el área central, donde sabía que se llevaría a cabo la encuesta. Mi corazón latía con fuerza mientras me preparaba para enfrentar este desafío, consciente de que cada mirada, cada palabra, contaba.
Me detuve frente a una pintura que capturó mi atención. Era una obra vibrante, llena de colores y emociones que parecían saltar del lienzo. Perdida en la contemplación de los detalles y las técnicas empleadas, no noté la figura que se acercaba a mí hasta que una voz profunda rompió mi concentración.
-Scarlett Knight, ¿verdad?
Giré la cabeza y vi a un hombre alto, de cabello negro y bien vestido de pie a mi lado. Su mirada era intensa y de echo si prestabas más atención te darías cuenta de que sus ojos eran grises, casi azules. Su porte autoritario me hicieron pensar que no era un visitante común. Sin embargo, mi mente estaba tan absorta en la pintura que apenas registré su presencia.
-Sí, soy yo -respondí automáticamente, volviendo mi atención a la obra frente a mí.
-Soy Asher Moretti -dijo, extendiendo su mano.
Le estreché la mano rápidamente, más por cortesía que por interés, y volví a centrarme en la pintura. Había algo en su tono y en su mirada que me hizo sentir una ligera incomodidad, pero decidí ignorarlo. No estaba aquí para hacer nuevos amigos, sino para demostrar mi talento y avanzar en mi carrera.
Asher permaneció allí, observándome. Pude sentir su mirada fija en mí, analizando cada uno de mis movimientos. Decidí no darle más importancia y me moví hacia la siguiente pintura, dejando claro que no buscaba compañía en ese momento. Mi indiferencia parecía sorprenderlo, y por un instante, vi una chispa de algo en sus ojos, algo que no pude identificar.
La noche continuó con la encuesta y las discusiones sobre nuestras obras. Respondí a las preguntas con confianza, sintiéndome más segura a medida que avanzaba la velada. Mientras hablaba con críticos y coleccionistas, sentí una creciente sensación de logro. Estaba aquí para demostrar mi valía, y cada interacción me acercaba más a mis objetivos.
Sin embargo, a lo largo de toda la noche, no pude evitar sentir la presencia de Asher a cierta distancia. No intentó acercarse nuevamente, pero su mirada seguía cada uno de mis movimientos. Ignoré la incomodidad y me concentré en lo que realmente importaba: mi arte.
Finalmente, la encuesta llegó a su fin y el ambiente se relajó, convirtiéndose en una sofisticada recepción. Mientras conversaba con otros artistas y admiradores, sentí una extraña mezcla de emociones. Sabía que esta noche era solo el comienzo de algo más grande, algo que cambiaría mi vida para siempre.
Mientras me dirigía hacia la salida, mi mirada se cruzó una vez más con la de Asher. Su expresión era inescrutable, pero algo en su mirada me hizo sentir una punzada de inquietud. No sabía quién era realmente ni qué buscaba, pero estaba decidida a mantenerme enfocada en mis metas.
El aire de la noche era fresco y lleno de promesas mientras salía de la galería. Florencia, con sus luces brillantes y su historia palpable, se extendía ante mí como un lienzo en blanco. Estaba lista para enfrentar lo que viniera, segura de que cada desafío sería una oportunidad para crecer y evolucionar.
Sin saberlo, había encendido una chispa en el corazón de un hombre acostumbrado a obtener siempre lo que quería. Asher Moretti, rechazado por primera vez en su vida,estaba decidido a captar mi atención, sin importar el costo. Pero esa era una historia que aún estaba por escribirse.
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Vínculos Prohibidos ©
RomanceScarlett Knight había nacido para el arte. Desde niña, su mundo se llenaba de colores y formas que solo ella podía ver, una sinfonía visual que transformaba lo cotidiano en extraordinario. Con el tiempo, sus pinceladas se convirtieron en su voz, su...