Capítulo 13: Secretos bajo las estrellas

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Asher definitivamente parecía disfrutar desafiándome y, de alguna manera, también parecía querer conocerme mejor. Después de todo no podía negar que me intrigaba su comportamiento, aunque no pensaba bajar la guardia.

-Bueno, creo que deberíamos comer antes de que se enfríe -dije, intentando desviar la conversación.

Asher asintió y tomó asiento en la mesa. El risotto estaba perfectamente servido, y el aroma tentador llenaba el comedor. Me senté frente a él y comenzamos a comer en silencio. A pesar de las circunstancias, no podía negar que la comida era deliciosa. El risotto estaba cremoso y lleno de sabor, una verdadera obra maestra culinaria.

-Esto está increíble -comentó Asher después de un par de bocados-. Tienes talento para la cocina, Scarlett.

-Gracias -dije, no estaba acostumbrada a recibir elogios y menos de él-. Fue un trabajo en equipo.

-Aun así, me impresiona -dijo, con una mirada que parecía penetrar más allá de la superficie- ¿Qué más te gusta hacer además de cocinar?

La pregunta me tomó por sorpresa. Era la primera vez que Asher mostraba un interés genuino en conocerme más allá de nuestras interacciones tensas y los juegos de poder.

-Bueno, me gusta leer -dije, recordando los momentos de paz que encontraba en los libros-. Y disfruto pasar tiempo al aire libre, caminando o simplemente disfrutando de la naturaleza y pues la pintura, amo el arte.

-Interesante -dijo, asintiendo- Tal vez deberíamos salir fuera de la villa a un recorrido, después de todo hay muchos lugares que me gustaría mostrarte, pero eso será en la noche.

La idea de pasar más tiempo con Asher era tanto tentadora como desconcertante. No estaba segura de cuáles eran sus verdaderas intenciones, pero decidí seguirle el juego, al menos por ahora.

-Podría ser una buena idea -dije, manteniendo un tono neutral.

La conversación continuó de manera sorprendentemente amena. Asher compartió historias sobre la villa, sus viajes y algunos detalles de su vida que no había mencionado antes. Por un momento, casi parecía que éramos dos personas normales compartiendo una comida y una conversación.

Cuando terminamos de comer, me ofrecí a ayudar a limpiar, pero Asher insistió en que el personal se encargaría de todo.

-Tú deberías descansar un poco -dijo, su tono más suave de lo habitual- Así disfrutarás más el paseo.

Asentí, sintiendo una extraña mezcla de emociones. La situación seguía siendo surrealista, y no podía olvidar que estaba aquí contra mi voluntad, pero la idea de conocer más sobre este lugar y, quizás, entender mejor a Asher, me daba un pequeño rayo de esperanza.

Subí a mi habitación y me dejé caer en la cama, permitiéndome unos momentos de descanso. Pensé en la conversación con Asher, en sus palabras y en la extraña dualidad que presentaba. Por un lado, era el hombre que me había secuestrado, pero por otro, parecía genuinamente interesado en mí.

Cerré los ojos y respiré hondo, intentando ordenar mis pensamientos. Sabía que debía mantener la guardia alta, pero también sentía que quizás, solo quizás, había una oportunidad para entender mejor mi situación y, eventualmente, encontrar una manera de salir de aquí.

Me di cuenta de que, aunque no podía controlar las circunstancias, sí podía controlar cómo respondía a ellas. Decidí que aprovecharía cada oportunidad para conocer más sobre Asher y la villa, y quién sabe, tal vez eso me daría alguna ventaja en el futuro.

Para cuando me había quedado dormida ya habían trascurrido varias horas, dirigí mi vista hacia la ventana gigante de cristal solo para darme cuenta que estaba un poco oscuro fuera.

Vínculos Prohibidos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora