Peter invitó a Quetzal a su casa para terminar de una vez por todas con el proyecto que tenían atrasado, además de avanzar con otras tareas. Quetzal aunque asombrado, aceptó con gusto, deseoso de pasar más tiempo con Peter en un ambiente más relajado.Al llegar a la casa de Peter, Quetzal fue recibido cálidamente por la tía May. Ella era una mujer de sonrisa fácil y ojos cálidos, y pronto hizo que Quetzal se sintiera como en casa. "Es un placer conocerte, Quetzal," dijo May mientras le ofrecía un vaso de limonada. "Peter me ha hablado mucho de ti."
"Es un placer conocerla, señora Parker," dijo Quetzal con una pequeña reverencia, algo formal, era notorio que no sabia qué debía hacer o como actuar, lo cual hizo reír a May.
"¡Oh, por favor, llámame May! Estamos entre amigos aquí," respondió ella, guiando a
Quetzal hacia la cocina, donde había preparado una comida. "Espero que tengas hambre. He hecho suficiente para un ejército.""Siempre tengo hambre." dijo Quetzal con una sonrisa, relajándose un poco.
Después de una deliciosa comida preparada por tía May, Peter llevó a Quetzal a su habitación para trabajar en el proyecto. La habitación de Peter era acogedora, con pósters de ciencia y tecnología en las paredes, junto a algunas fotos de sus amigos y de su familia.
Quetzal se sintió cómodo de inmediato, como si ya conociera ese espacio."Bueno, aquí estamos," dijo Peter, sacando sus libros y cuadernos con quetzal a su espalda. "Vamos a terminar esto de una vez por todas."
Sentados en el escritorio, comenzaron a trabajar en su proyecto. Al principio, la conversación giró en torno a los detalles técnicos y los plazos de entrega. Sin embargo, a medida que las horas pasaban, el ambiente comenzó a cambiar. Las bromas ocasionales y las risas compartidas hicieron que la tensión se desvaneciera, pero solo para ser reemplazada por una atracción creciente.
Quetzal notó cómo Peter se inclinaba un poco más cerca cada vez que explicaba algo, cómo sus manos a veces se rozaban accidentalmente al pasar hojas de papel o ajustar componentes. Peter, por su parte, sentía su corazón latir más rápido cada vez que Quetzal se reía de una de sus bromas tontas o le dedicaba una sonrisa cálida.
Finalmente, en un momento de pausa, Peter se dio cuenta de lo cerca que estaban. Sus manos se encontraron, y esta vez ninguno de los dos las apartó. En cambio, lentamente entrelazaron sus dedos, sintiendo la calidez y la electricidad del contacto.
Cuando Peter y Quetzal finalmente entrelazaron sus manos, sintieron una oleada de victoria y paz que los envolvía por completo. La calidez del contacto superó todas sus expectativas, sus dedos encajando perfectamente, como piezas de un rompecabezas. En ese instante, todas las dudas y miedos se desvanecieron, reemplazados por una sensación de pertenencia y amor profundo. Era un momento mejor de lo que habían imaginado, una conexión tangible que reforzaba sus sentimientos y los hacía sentir más tontos y risueños.
Cuando sus manos se entrelazaron, Peter sintió una textura inesperada pero reconfortante: los ligeros callos en la palma de Quetzal. Cada aspereza hablaba de experiencias y fortaleza, y lejos de ser incómodos, aportaban una sensación de seguridad y calidez que lo hizo sonreír por dentro. Para Quetzal, la suavidad de la mano de Peter fue un contraste bienvenido. La delicadeza de su piel transmitía una ternura y vulnerabilidad que Quetzal apreciaba profundamente. Ambos, en ese simple pero poderoso gesto, encontraron una riqueza de sensaciones que profundizaba su conexión, uniendo sus mundos y reafirmando el amor que sentían el uno por el otro.
Ambos querían mas.
Peter miró a Quetzal a los ojos, y vio el mismo deseo reflejado en ellos. Sus rostros se acercaron lentamente, y el mundo exterior pareció desvanecerse. Estaban a punto de besarse, cuando de repente, la puerta se abrió de golpe.
"Peter, ¿quieres que te traiga algo de postre?" La voz de tía May llenó la habitación, interrumpiendo el momento. Al ver a Peter y Quetzal tan cerca, con las manos entrelazadas, su expresión pasó de una de curiosidad a comprender la escena, y luego a una disculpa apresurada. "Oh, lo siento mucho. No quería interrumpir. Sigan con lo suyo. Estaré en la cocina."
Tía May se retiró rápidamente, dejando la puerta entreabierta. Peter se quedó petrificado con el pánico y la vergüenza inundando su mente. No había hablado con su tía sobre esta parte de su vida, y no estaba preparado para hacerlo en ese momento.
"Peter, está bien," dijo Quetzal suavemente, tratando de calmarlo, tomando otra vez su mano. "Tu tía parece una persona muy comprensiva. No tienes que preocuparte."
Pero Peter no podía tranquilizarse. "No es eso, Quetzal. Es solo que... no estaba listo para que ella lo supiera así."
Quetzal entendió y sintió que lo mejor era darle espacio. "Lo entiendo. No quiero empeorar las cosas. Tal vez debería irme."
Peter asintió, aunque con una mezcla de tristeza y alivio en sus ojos. "Gracias, Quetzal. Hablamos luego."
Quetzal le dio una sonrisa reconfortante y se inclino para dejar un dulce y fugaz beso en la mejilla de Peter, antes de salir de la habitación. "Nos vemos mañana, Peter. Cuídate." Así no es como Quetzal tenia planeado dar el siguiente paso con Peter, pero todavía tenia en mente esa cita real con él. Después, se dirigió a la cocina para despedirse de tía May. "Gracias por la comida, señora Parker. Fue un placer conocerla."
"El placer es mío, Quetzal," respondió May con una sonrisa amable, estirando su brazo para acariciar la mejilla de Quetzal. "Espero verte de nuevo."
Con un último vistazo a Peter, Quetzal salió del departamento, dejándolo enfrentarse a la conversación que sabía que tenía que tener.
Peter regresó a su habitación, tratando de calmar sus pensamientos. Después de unos minutos, reunió el valor para ir a la cocina, donde encontró a tía May sentada a la mesa, esperándolo.
"Peter, siéntate," dijo ella gentil y suavemente, señalando la silla frente a ella. Peter obedeció, sintiéndose vulnerable pero también un poco aliviado de que finalmente se fuera a hablar de esto.
"Peter, quiero que sepas que te amo, sin importar nada," comenzó tía May. "Puedes contarme cualquier cosa, y siempre estaré aquí para apoyarte."
Las palabras de May fueron un bálsamo para el alma de Peter. "Gracias, May," dijo, sintiendo las lágrimas empezar a acumularse en sus ojos. "Quetzal es... importante para mí. No estaba seguro de cómo decírtelo."
"No tienes que explicarme todo ahora," respondió ella, alcanzando su mano para tomar la de Peter. "Solo quiero que sepas que estoy aquí, y que puedes confiar en mí."
Peter asintió, finalmente sintiendo un peso levantarse de sus hombros. Sabía que la conversación solo estaba comenzando, pero también sabía que no estaba solo en esto.
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🖤🕸️ 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫-𝐦𝐚𝐧: 𝐻𝑒 𝐹𝑒𝑒𝓁𝓈 𝐿𝒾𝓀𝑒 𝐻𝑜𝓂𝑒 🕸️🖤 Peter Parker x Male OC / Male Reader
FanfictionHistoria bl. [Peter Parker (Tom Holland) x Male Oc] Universo cinematográfico de Marvel [AU] "En las calles oscuras de la ciudad y afrontando la última prueba para ser parte de los vengadores, el corazón de Peter Parker se encuentra dividido entre...