Esperaba tranquila en el bosque la señal para saber que Isabella había llegado a casa.
Miraba desde el risco las olas rompiéndose, inhalando el familiar aroma del mar y la tierra mojada, pensaba un poco en como vendría ella.
Suele ser muy callada y cerrada, aun conviviendo con Renee no se le pego nada de su forma de ser, siempre como un venado, como Bambi... callada y con cara de presa.
El chillido de mi celular no tardo en hacerse presente, avisando que ya iban para la casa.
Me levante tranquilamente del suelo, limpiándome un poco del polvo pegado al pantalón, tomando camino hacia mi casa.
Los vi desde lejos bajando las maletas y sin apresurar el paso me acerqué a ellos.
-No creo que sobreviva mucho y menos si lo dejas a la tempestad- mencione quedándome al lado de Isabella.
-Sobreviven bajo mucha presión- comento dando un brinco del susto - ¿No lo sabias? -
-Claro, pero aquí no es Arizona y hay más agua que sol- termine dándome vuelta para ayudar a mi padre.
Mientras me daba unas cosas mi papá solo me regaño con la mirada, claro, su hija apenas había llegado y yo no le di ni la bienvenida.
Una vez que dejé las cosas en su cuarto me volví al mío cerrando la puerta detrás mío para tumbarme en la cama.
Yo era la favorita de mi padre, ¡claro! Pero eso pasaba cuando ella no estaba, al ser tan parecidos daba la impresión que yo era adoptada, si dejamos de lado el hecho que no éramos de la misma madre.
Mi madre quien murió al darme a luz, me cuenta la gente que era de las personas más amadas y queridas del pueblo, más específicamente de la reserva, lugar que visitaba con frecuencia.
Se podría decir que la casa era un lugar de estadía de media noche, si no estaba en la escuela estaba con los chicos de la reserva.
Una bocina me quito de mi ensoñación, obligándome a ver por el vidrio que dicho y hecho Jacob junto con su papá habían venido a darle su regalo de bienvenida a Isabella y su respectivo saludo.
-Quita tu cara de bobo enamorado- pensé al ver como Jacob no le quitaba la mirada a mi media hermana.
No era desconocido para mí que desde niños él tenía una ensoñación con Isabella, se volvía más llevable cuando ella no estaba por aquí, pero eso no pasaría muy pronto.
Bufe, Charlie prefiere darle el auto a su amada hija que lo visita cada dos por tres que a su hija que vive con él, hipócrita si me lo preguntas.
Sin más regrese a mi posición pasada.
-Ey! Enana baja- escuche el grito de Jacob
Me asome por la ventana abriéndola -Yo no conduzco autos Jajay y lo sabes- comente dándole una sonrisa a Billy saludándolo
-No es eso, vamos no me arruines la sorpresa- me dio una sonrisa ladeada
-Si me haces bajar de mi cómoda cama por nada Black las pagaras muy caro- grite ya que empezaba a caminar a la salida de mi cuarto.
Una vez enfrente de los cuatro les di un saludo rápido a los Black -Bien ¿y que era esa sorpresa Jacob? - me posé frente a él cruzando los brazos.
-Primero que nada, quiero avisarte que por órdenes de tu papá no tiene mucha potencia, pero después se podrá cambiar ese detalle- comento dándole una sonrisa a Charlie
A este último lo voltee a ver con duda - ¿A qué se refiere papá? –
-Ven conmigo Tea- me agarro la mano conduciéndome a un costado de la camioneta naranja.
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Running With the Wolves
FanfictionSon amigos desde pequeños. Siempre involucrados en la vida del otro, sin saber realmente lo que pasaria con ambos. La visita de Isabella Swan y su relación con el Cullen destara varias cosas que ninguno de los dos pensaban.