-Jacob tienes que ayudarme, de verdad toda la semana me ha tenido preocupada por ese cartón de leche andante- me heche para atrás viendo la copa de los árboles.
-No te pongas así, yo te ayudo- voltee a verlo, el seguía sentado.
-Pero no quiero nada de coqueteos Black, no quiero que mi hermana ahora me cuente sobre mi mejor amigo- cerré los ojos -Suficiente tengo que me desplace mi papa por ella o en la escuela solo hablen sobre ella para que tú también te vayas con ella- suspire.
-No me vas a perder, aparte en la reserva solo estás tú, míralo como tu lugar privado- me empezó a picar el cachete -No te preocupes enana, todo volverá a la normalidad- le di un manotazo -Por cierto, los chicos te extrañan hace una semana no vas con nosotros- se paró.
-Dales una disculpa de mi parte por favor, mi papá quiere que este con Isabella y no he podido ir a verlos- abrí mis ojos tomando su mano tendida para poder levantarme.
-Yo se los digo, pero estoy seguro que también lo querrán escuchar de tu propia voz- empezó a caminar a mi lado.
Los paseos a su lado eran tranquilos, junto a él nada nunca fue incomodo o presionado.
Por la misma razón somos mejores amigos, pero no podía negar que desde un año atrás yo empezaba a verlo de otra forma, nunca había entendido porque los mejores amigos la mayoría de veces terminaban de dos formas, o separados, o en una relación.
Y ahora lo entiendo, como evitar sentir algo más por la persona que conoce todo de ti, que se preocupa, que ríen juntos por todo y que aparte es guapo.
Una bola de emociones daba vueltas dentro mío, lo quiero, me gusta, pero se dé su enamoramiento con mi hermana y si le sumo que no quiero arruinar mi amistad con él, dar un paso más allá no está en mis planes.
-Vamos Tea, se está nublando y no quiero enfermarme por tu culpa- se ríe mientras me saca la lengua.
-Yo no tengo la culpa que tengas bajas las defensas compañero- le arrugue la nariz -Aparte como puedes ter tan débil en tus defensas si mírate- lo señale de pies a cabeza -Ya quisiera yo un poco de musculo-.
Terminamos frente mi moto -Solo cargo las cosas del taller, te recomiendo moverte un poco y no solo leer o caminar en el bosque, debilucha- se reía mientras me daba un empujoncito con su hombro.
-Lo tomare en cuenta Jay, me tengo que ir- me puse mi casco dejando que lo amarrara por mi -Mañana es día de cumplir penitencia-
Se separo de mi con las cejas fruncidas - ¿Penitencia? - inquirió, mientras yo me reía de su cara
-La escuela Jay, la cárcel- me monté sobre la moto -No veremos pronto- me despedí mientras bajaba el visor.
Me hizo un ademan con la mano despidiéndose, arrancando la moto.
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Lunes en la mañana, un día lluvioso sin duda.
Tuve que ir en la camioneta de Isabella, aun no tenía el equipo completo para manejar sin mojarme y mi papa también me lo impidió.
-Tenemos que buscar un estéreo mejor, este suena de la patada- me queje dejándome caer sobre el asiento.
-Si, creo que Jacob no checo más allá del motor- me respondía Isabella mientras aparcaba -Gracias- la voltee a ver descuadrada, al ver mi cara continúo diciendo -Por toda esta semana, por escucharme- me dio media sonrisa.
-Para eso estamos las hermanas, ¿No? - respondí a su sonrisa para abrir la puerta y bajar de un salto.
Me adentre a mi primera clase lo más rápido posible evitando mojarme, al llegar busque con la mirada a Morgan quien me agito la mano desde el fondo del salón.
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Running With the Wolves
FanfictionSon amigos desde pequeños. Siempre involucrados en la vida del otro, sin saber realmente lo que pasaria con ambos. La visita de Isabella Swan y su relación con el Cullen destara varias cosas que ninguno de los dos pensaban.