Capítulo VIII

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- Sí es una lástima, pero no sabes cuánto me encanta – le informó la rubia a la morena.

- Ay Candy, ¿qué vas hacer con Anthony? – refirió ella.

- Con Anthony, no lo sé, pero mañana en la noche dejaré de pensar en Anthony para pensar en Terry – dijo ella sin más información que esa.

- Lo vas a herir – le advirtió.

- Déjame averiguar a quién amo y a quién quiero de verdad, unos días alejada de Anthony no me harán daño – sugirió la rubia.

- Pero Candy, Terry no es como contigo, algo quiere y puede dañarte mucho – le advirtió ya que no confiaba mucho en él.

- Quizás amiga, pero quiero sentir sus labios, además ya tiene mucha experiencia, aunque Anthony también la tiene, pero yo deseo a Terry, está escrito en nuestras familias, todas las chicas Andley se han enamorado de un Grandchester y yo no seré la excepción, sólo me tengo que ir con cuidado, entre nosotros no pasará nada más que el beso de la sucesión, pero como nadie nos verá no podrán decir que tipo de beso y que no cumplí con la encomienda – explicó ella.

- Eso espero Candy, pero también piensa en Anthony, no merece que lo engañes con Terry – le suplicó a su amiga.

- No lo haré, además Anthony y yo pasaremos la noche juntos – la miró con mala cara.

- Candy – en son de reprimenda.

- No te preocupes sólo dormiremos juntos con pijama y todo, tenemos que ponernos de acuerdo con esto de la inmersión – trato de explicar.

- Ay Candy, no debes hacerlo o me vas a decir que estas enamorada de los dos –

- Pues no exactamente – dudo un poco.

- Es eso ¿verdad? – preguntó ella preocupada.

- No lo sé Annie, por eso he mantenido a raya los encuentros con Anthony, no quiero que pase nada que él pueda malinterpretar – comentó la rubia.

- Candy, reacciona, dile a Anthony sobre tus dudas, le dolerá, pero más vale que él lo sepa - recomendó la morena.

- ¡Estás loca Annie! No quiero que ocurra una desgracia – comentó él.

- Vete a la inmersión...- comenzó Annie a decir.

- No te enojes – pidió Candy a Annie.

- Aún no termino, vete a la inmersión soltera y deja que esta noche él decida si está contigo a pesar de o no – termino de decir mientras se retiraba.

- Pero...- intentó decir algo, Annie no se lo permitió.

- Candy, sabes que eso es lo correcto – la miró una vez más y se fue de ahí.

- Si tienes razón – Candy retiró la mirada y comenzó a pensar detenidamente.

Annie dejo sola a Candy, pensando en que ella tenía razón debía decírselo a Anthony y que el decidiera lo que era mejor para él. La fiesta había sido un éxito, todos los invitados se habían retirado y Candy estaba sola en su habitación, recargada en el respaldo del sillón, tan ensimismada se encontraba que no oyó cuando la llamaban.

- Candy - la llamó Anthony.

- ¿Me decías? - preguntó ella.

- No dije nada, sólo te llamaba ¿pasa algo? – cuestionó el rubio al ver el semblante de su novia.

Un amor que no entiende de pasionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora