Capítulo XV

5 1 1
                                    


Terry volvió de ese recuerdo, ¿qué había sucedido después de la inmersión? ¿Cómo había podido perderla así? Lo que no supo es que alguien más había corroborado a que Candy dejara de hablarle.

Inicio del flash back

Anthony llevaba un par de días metido en Lakewood, George le había enclaustrado ahí hasta que no rectificara el comportamiento sucedido contra Candice por un lado y su tío William. Después de todo él era su tío de sangre y ella como si fuese de su familia.

- Hola primo – saludó Niel que recién llegaba.

- ¿Qué buscas aquí Niel? – le preguntó el rubio a su primo.

- Pues nada realmente, sólo pasaba a saludar – mintió el castaño.

- Pues fíjate que no pienso hablar – se levantó del suelo donde estaba podando las rosas del jardín.

- Bueno, pues quiero decirte algo, sabes ¿dónde está Candy en estos momentos? – cuestionó intentando provocarlo.

- En la inmersión con los Grandchester, ¿por qué? – le devolvió la duda.

- Pues de buena fuente, sé que Candy debe besar a Terrence para sellar el contrato y tomando en cuenta que él está enamorado de ella... – terminó de deducir.

- Qué más da Niel, ya fue suya y de todos – se volteó un momento para recoger las herramientas.

- No, por mí no ha pasado y por nadie – soltó él obviando el hecho de que era cierto.

- ¿Qué dices? – preguntó él sorprendido.

- Sí, que en tus deseos y obsesivos celos has insultado a Candy y no creo que puedas hacer que te perdone – le afirmó.

- ¿Qué has dicho? – lo tomo de las solapas del traje italiano que portaba.

- Lo que acabas de oír, no puedo decirte nada de lo que ocurre entre Albert y ella, pero eso que dices no es cierto, maldición Anthony realmente no sé ¡qué hiciste! – exclamó el castaño inquietando a Anthony al ver que había cometido un error.

- Me dijo que le gustaba Terrence – volvió a estar tranquilo, esos días solos, le habían servido para pensar en la idiotez tan grande que había hecho, aunque no le quedara claro su sentir.

- Y eso qué, también te gusta Annie y no por eso rompes tu compromiso con la heredera – sonrió con sorna.

- No me hice novio de Candy por su dinero – le reclamó por su comentario.

- No, ¿seguro? Entonces por su cuerpo – refirió el castaño premeditando su movimiento.

- ¡Lárgate de aquí Niel! – le pidió él.

- Está bien, no te aloques, pero toma en cuenta que no eres el único engañado, ¿cuántos años nos vieron la cara esos dos? Alguna vez te preguntaste ¿por qué Candy y el tío se llevan tan bien? – decidió intentar por otro lado.

- Porque la ha visto crecer, como a todos nosotros – aseguró el rubio.

- Seguro, quizás estamos viendo de más, además seguramente lo mismo pasa con Terry – soltó al aire esperando que ella lo captara.

- Dime Niel, ¿qué pretendes que haga? No voy hacer nada, sólo porque tú así lo quieres – le informó entrando a la casa.

- Entonces todo lo que le dijiste a mi tío y a ella ¿es mentira? - cuestionó él impresionado al saber que nada daba efecto.

- Estaba fuera de mí, sólo es eso – confesó.

- Pues quizás, pero... - se vio interrumpido por el rubio.

- Lárgate Niel, ve a fastidiar a Elisa – le ordenó y comenzó a subir las escaleras hasta su habitación.

- Creo que no te importará saber que Candy está engañada, Terry es amante de Noelia Watson – decidió soltar la ultima bomba que le quedaba.

- ¿Qué has dicho? Seguramente estás de acuerdo con ella, no te creo nada, intenta algo mejor – se mofó más de él.

- Pues creo que no tengo ¿por qué inventar? Hasta hace semana y media aún se veían – sonrió él triunfante.

- Sí idiota, hace tan sólo tres días que Candy terminó conmigo y eso qué prueba. No lograrás tu cometido Niel así que ¡lárgate! – le pidió sin miramientos.

- Bueno como quieras – Niel estaba furioso, algo tendría que hacer porque Noelia le interesaba mucho, así como todas las chicas que Terrence había dejado y que de su cama pasaban a la de él, por esta única vez quería ser el primero.

- Algo tengo que hacer para que ella lo deje, pero ¿qué cosa? Anthony, ¿qué hiciste? – azotó la puerta y se dejó caer sobre la cama.

Mientras esto ocurría en la poza aún se encontraban Candy y Terry abrazados cuando ambos fueron sorprendidos por Albert, Richard y George.

- ¡Hola chicos! – saludaron traviesos los padres de ambos.

- Ya nos tenemos que ir supongo – dijo Candy esperanzada a que la dejaran un rato más en brazos de Terry.

- Sí Candy, lamento interrumpir, tienen que dormir porque mañana comenzamos la exploración, el arrecife no está muy lejos – respondió el rubio.

- De acuerdo, mañana te veo – se despidió de Terry tomándole la mano y caminó hacia Albert para cobijarse dentro de sus brazos.

- Sí Candy, descansa – le deseo a su novia.

- ¿Cómo estás hijo? – preguntó Richard lo que ya era obvio.

- Feliz papá, sabía que ella me amaba, sólo tenía que presionar un poquito – le respondió entusiasmado.

- Jajajaja sí claro Terrence, ¿no fue al revés? – increpó su padre.

- ¿Qué quieres decir? – cuestionó él sin entenderlo.

- Que Candy te forzó a que la besaras más allá del contrato – le informó y su semblante cambió.

- Claro que no papá – repitió molesto.

- Por supuesto que sí, ella sí que es una Andley – soltó una risotada.

- Estás queriendo decir que me montó – sugirió Terry.

- Sí Terry, lo hizo – ambos soltaron una carcajada al escuchar esa afirmación.

- Bueno quizás sea así, pero no importa, ese beso padre, ese beso – intentó explicarlo, pero no encontró algo coherente.

- Lo sé, querido Terry – le palmeó la espalda.

- ¿Cómo lo sabes? ¿Qué quieres decir? – cuestionó curioso.

Continuará...

Les resolveré algunas dudas, ya se enteraron de lo que preguntaban y una aclaración, resulta verdad que comencé a escribir literatura fantástica y es por eso que se me da eso de fantasear con tecnología, bueno espero que se queden con la boca abierta jajajaja. Las veo en el próximo y gracias por leer y dejar los reviews!

Un amor que no entiende de pasionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora