Libre

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(Puedes elegir al personaje de tu preferencia, ¡comienza la imaginación!)

Advertencia
+18 no explícito
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Mi cuello no es un punto sensible para rendirme en un segundo ante quien lo sepa sin embargo, esta noche, estoy caminando sobre esponjosas nubes, me siento en el paraíso: con el roce de sus labios, su nariz hasta el cosquilleo del aliento que deja salir cuando me siente dentro de ella.

Ahora se a convertido en el área ideal para que haga lo que le plazca, no tendría motivo para quejarme si quiere morderme y marcarme si es lo más ansiaba.

Todo a sido mediante un sueño, uno donde estamos los dos, justo al lado de ella, llegamos a este punto porque no pude contenerme más.

Ambos pudimos negar a la propuesta de dormir en la misma habitación, sabíamos muy poco del otro pero teníamos la sensación del conocer absolutamente todo, así que fue normal aceptar yo dormiría en el suelo y ella en la cama, no pasaría nada. O eso pensaba.

Solo tuve que delatarme preguntando por ella para que mis amigos entendieran lo que yo no y se los agradezco, pues no estaría disfrutando de este momento.

La poca luz que se colaba por la ventana me permitía visualizar con admiración su silueta, una maravillosa imagen con que la podría tener sueños húmedos despierto a cada hora y mis manos no podía dejarlas quietas.
Moviéndose sobre mi, trazaba con delicadeza su figura, sentía su piel arder bajo mi tacto, grabando muy bien sus sonidos en mi cabeza, guardando todas y cada una de sus expresiones sobretodo la manera en la que me miraba, como si me deseara con la misma intensidad que yo lo hago.

En un momento se apoyó con sus brazos sobre mi pecho, ralentizando sus movimientos.

— No...no puedo... — sus palabras apenas se entendían

No somos los únicos en esta casa, varias veces la vi mordiéndose el labio, cerrando los ojos con fuerza, quería gritar, expresar lo que sentía, lo que yo le hago sentir pero con toda esta locura y lujuria sabemos muy bien que no puede brindarme ese privilegio, nuestros amigos son lo suficientemente burlones como para no dejarnos tranquilos.

— No te detengas

Sostuve su cadera, impulsándome para darnos lo que necesitamos, golpeando su punto débil.
Ella se escondió en mi cuello dándome una corriente eléctrica, sus murmullos poco entendibles y sus suaves gemidos me brindaron la energía necesaria para terminar a la par.

Sintiendo sus uñas en mis brazos, nunca me considere una persona ruda en las relaciones pero seguro que mis huellas se quedarán tatuadas en su cuerpo durante unos días.

Me sentía liberado, relajado, con los ojos cansados y un bostezo a punto de escapar por mi garganta.

— Estoy cansada — dijo en un débil susurro

Con delicadeza,  pase mi mano por su espalda, esperaba que pudiera recordar mis caricias cuando despierte.

— Puedes dormir, yo velaré tu sueño — nos dimos un último beso

No tenía las fuerzas para acomodarse a mi costado, yo tampoco quería dejarla ir así que la acomode sobre mi pecho.

Después de esta noche no se que pasará, desconozco lo que ella quiera pero si sé lo que yo quiero, seguir conociéndola de todas las maneras posibles.

◈ K ʜɪᴘ ʜᴏᴘ | Rᴇᴀᴄᴛɪᴏɴs, ᴛʏᴘᴇs ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ... ◈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora