¿Qué pasaría si me gusta un poco el hermano mayor de mi amiga?
𝙉𝙤 𝙤𝙣𝙚'𝙨 𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙝𝙖𝙙 𝙢𝙚, 𝙣𝙤𝙩 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙮𝙤𝙪
𝙏𝙧𝙪𝙩𝙝, 𝙙𝙖𝙧𝙚, 𝙨𝙥𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙩𝙩𝙡𝙚𝙨
𝙔𝙤𝙪 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝙝𝙤𝙬 𝙩𝙤 𝙗𝙖𝙡𝙡, 𝙄 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝘼𝙧𝙞𝙨𝙩𝙤𝙩𝙡𝙚
Inspirado e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pauli's pov
Hace casi un mes que llegamos a Barcelona, y lamentablemente, tengo que empezar las clases en el instituto. Hablando un poco más sobre mí, la verdad es que me considero bastante normal. Soy igual a cualquier chica promedio de 16. Nunca fui una persona muy tímida que digamos, en Argentina tengo mis amigas del colegio, y mis amigas del club, porque allá jugaba al voley.
Y respecto al día de hoy, solo espero que todo salga bien acá.
La noche de ayer no dormí una mierda, así que hoy me levanté con una cara de que parezco muerta. Intenté no darle mucha importancia y lo primero que hice fue bañarme (raro en mí), despues de una ducha rápida, me peiné mis rizos y me lavé los dientes. Fui a buscar la ropa, aun sin terminar de desempacar. No tengo idea de qué ponerme, tampoco el tipo de ropa que usa la gente de España, lo que incrementó todavía más mis nervios. Después de un rato me decidí, y me puse unos jeans y una remera azul, mi color favorito. Arriba una campera porque estaba un poco fresco, aunque estamos en primavera. Después me puse un poquito de maquillaje, sutil. Tengo que estar presentable hoy, mínimo. Bajé a desayunar y ahí estaban mis papás. haciendo café y unas tostadas.
—Buen día Pau, nerviosa? —pregunta mi mamá
—Miento si digo que no —reí suavemente
—Todo va a salir bien, sé que no vas a tener problemas —dice mi papá, guiñándome el ojo
—Esperemos que no —respondí, suspirando
Desayunamos los tres charlando sobre lo que ibamos a hacer durante el día, hasta que llegó la hora de irme al instituto. Mis padres me despidieron y me desearon suerte. Estoy que me cago de los nervios (literalmente). No tendría que haber tomado café. Encima tuve la maravillosa idea de ir caminando al instituto, bad idea Pauli!!. Agarré la mochila ya lista, y emprendí rumbo. De verdad que estaba demasiado nerviosa. Mientras mas me acercaba al instituto, peor me ponía. Al fin estaba llegando (no quiero entrar), pero bueno, obviamente entré. El campus era gigante, antiguo, pero elegante y bello, lleno de torres.
Apenas puse un pie ahí adentro, sentí todas las miradas sobre mí, odio ser el centro de atención, pero esto era inevitable. Escuché un montón de cosas mientras pasaba entre la gente, desde cosas como "Esa es la argentina?", hasta opiniones sobre mi físico. La puta madre. Eso era de lo que más tenia miedo. Intenté caminar y actuar lo mas normal posible, fingiendo demencia. Como si no estuviera escuchando todo, como si estuviera bien. Como si no pudiera pasar algo más, me perdí, y decidí acercarme a un chico y le toqué el hombro para que volteara. Fue como si el tiempo se detuviera. Y ahí fue cuando lo vi por primera vez...
Un chico altísimo, castaño con el pelo desordenado, y tenía la sonrisa más hermosa de todo el mundo. Voy en serio. El tipo de chico que ves en las vacaciones, que sabes que nunca te volverás a encontrar. O el tipo de chico que causa que te mires con tu amiga por lo lindo que es. Ambos ejemplos van a la perfección.