𝑺𝒐 𝑯𝒊𝒈𝒉 𝑺𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 | marc guiu (editando!)

𝟕. soy una estúpida

Pauli's pov

Lo inevitable?

Nos besamos.

Mis manos se deslizaron hasta su cuello, atrayéndolo más cerca, mientras me agarraba de la cintura. Me siento una hija de puta con todas las letras. Juro que ninguno de los dos estaba consciente. Pero no voy a justificar mis acciones con eso. Igualmente no está del todo mal. Como si yo no hubiese visto a Marc comerle toda la boca a Maia al frente mío después de que me fui, sin descaro alguno. Después de los minutos intensos con Hector, le conté todo lo que pensaba y lo que había visto. Él me escuchó atentamente. Tan lindo.

—Realmente estás pillada por Marc, no?- me miró a los ojos

—No sé Hector. Lo conozco hace poco, no quiero atarme a una sola persona estando acá —confesé

Me miró y me acercó a él para besarme otra vez. Luego de esto lo miré y le sonreí, para después irme al baño sin decirle nada. Necesitaba estar sola. En lo que estaba yendo, lo vi a Marc, quien seguía con Maia, y apareció Martina

—Pau, te estaba buscando. No sabes lo que me ha pasado con Fermín, te necesito —dijo mientras me abrazaba y escondía su cara en mi cuello

Comenzó a contarme, aun abrazada a mí. La estaba escuchando, pero no del todo. Mi atención estaba en Marc, quien también me estaba mirando. Así transcurrieron unos 10 minutos aproximadamente. Tenía mil cosas en la cabeza, me quería ir.

—Mar, perdoname, pero me estoy sintiendo muy mal —confesé

—Tía, me lo hubieses dicho antes. Ya mismo nos vamos de aquí, le pediré a Fermín que nos lleve —habló Mar, comprensiva

Le agradecí, es tan buena. Tras esto, nos fuimos con Fermín y nos dejó en la casa de Mar. Ambas lo saludamos y nos bajamos. Al entrar, me dió una pastilla para ayudarme con el dolor de cabeza, nos cambiamos y nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente, me levanté mejor, pero me seguía sintiendo mal por Marc. Y ni siquiera entiendo por qué, si no me gusta, si no somos nada. Prácticamente ni nos conocemos.

Martina se despertó también y me contó de nuevo lo que había pasado con Fermín. Esta vez sí la escuché atentamente. Sus ojos brillaban y no podía parar de sonreír, verla así de feliz fue como un mimo al alma. Sentí la necesidad de contarle lo que había pasado con Marc, pero no pude. Así que borré esa parte y le conté lo de Hector nomas

—Yo sabía que había algo entre ustedes —dijo, coqueta

—Que decís, fue cosa de una sola noche —contesté riendo

—Que va, a él le encantas —dice

—Cómo? —pregunté, sorprendida

—Que le gustas mucho —repite

—Me estás jodiendo no? —pregunté

—Que va tía, como voy a estar "jodiendo". Que nos lo ha dicho y todo. —habló